Pete Rose deja una brillante huella en la LVBP

Su actuación en Venezuela fue con el equipo Leones del Caracas

Pete Rose (centro), con David Concepción, George Foster, Tony Pérez y Ken Griffey.

 

10/01/24.- Pete Rose, una de las figuras más queridas ya la vez controvertidas en la historia de las Grandes Ligas, murió a los 83 años de edad, confirmaron los Rojos de Cincinnati.

Rose es el líder de hits de todos los tiempos en Grandes Ligas, con 4.256 repartidos en una brillante carrera de 24 años entre Rojos, Filis de Filadelfia y Expos de Montreal, desde 1963 hasta 1986. También encabeza las Mayores en juegos con 3.562, turnos al bate con 14.053, sumó 3.215 sencillos y veces en base con 5.929.

Esa enorme figura del beisbol dejó su huella indeleble en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP), como parte de los Leones del Caracas, durante la temporada 1964-1965, poco más de un año después de ser electo Novato del Año de la Liga. Nacional, en 1963, con Cincinnati.

“La contratación de Rose para el Caracas se logró gracias a Regino Otero, mánager de los capitalinos, quien además era entrenador de tercera base de los Rojos. Para la época cada club jugaba cuatro partidos a la semana, por lo que en las fechas libres Rose trabajaba tiempo extra en el parque de la UCV con los técnicos Pompeyo Davalillo y Alejandro Carrasquel. El primero lo ayudaba a mejorar la técnica de la doble matanza y el segundo se encargaba de lanzarle prácticas de bateo para perfeccionar el arte de tocar la pelota”, relataron los historiadores Javier González y Carlos Figueroa Ruiz, en su libro 101 razones para amar a los Leones y 10 motivos para ser anti magallanero , publicado en 2018 por Banesco.

“Como primer bate, Rose, quien entonces contaba 23 años de edad, se unió a una formación ofensiva caraquista en la que era seguida por César Tovar, Víctor Davalillo, Ken Harrelson y el cubano José Tartabull, lo que le permitía al gerente Otero ejecutar diferentes estrategias basándonos en habilidad, velocidad y agresividad en las bases”, continuó la crónica de González y Figueroa Ruiz.

Rose se quedó durante toda la temporada y terminó la ronda regular con promedio ofensivo de 351, producto de 65 impares en 185 turnos al bate. Consiguió 11 dobles, un triple y cinco jonrones, anotó 42 veces –líder del circuito-, remolcó 19 carreras y se robó dos bases, mientras que su slugging fue de 503, en 44 compromisos.

Más tarde, en la Serie Final, que perdió Caracas 4-1 frente a Tiburones de La Guaira, Rose bateó 11 incogibles en 22 turnos al bate, 455 de promedio ofensivo, con par de dobles, dos triples y un jonrón, siete carreras anotadas y dos remolcadas.

Durante la inminente campaña 2024-2025, se cumplen 50 años de la contratación de Rose por Oscar “El Negro” Prieto, entonces dueño de Leones del Caracas.

“Jugué fuerte en ese invierno. Fui con una meta, una misión, y la cummplí, porque cuando regresó de Venezuela fue que empecé a batear 200 hits, sobre 300 por temporada, ya ganar títulos de bateo en Grandes Ligas”, destacó Rose, en una entrevista concedida al periodista Augusto Cárdenas. , publicado en el Diario Panorama, el 23 de octubre de 2011. “Y eso fue porque aprendí a batear en Venezuela”, sentencia.

Rose se convirtió en uno de los pilares de la dinastía de la “Gran Maquinaria Roja” de Cincinnati en la década de 1970. Electo 17 veces en juegos de estrellas. Ganó el premio al Jugador Más Valioso de la Liga Nacional en 1973 y el galardón JMV de la Serie Mundial en 1975, durante el primero de los títulos consecutivos de los Rojos. Rose sumó un tercer anillo con los Filis de Filadelfia en 1980, una de las seis Series Mundiales y ocho postemporadas en las que actuó.

“Estamos sentidos por la muerte de nuestro amigo, compañero de equipo con los Rojos de Cincinnati, el Rey del Hit”, le declaró David Concepción al comunicador social, Ramón Corro, este lunes. “Ayer, 29 de septiembre, estábamos en un evento en Nashville, Tennessee, firmando autógrafos y esa es la última foto que se tomó con cuatro de sus compañeros de equipo (Concepción, George Foster, Tony Pérez y Ken Griffey Sr.). Johnny Bench había estado el día anterior y (César) Gerónimo no calibre porque se encontraba en Santo Domingo”.

Concepción, miembro del Salón de la Fama de los Rojos y campo corto de la Gran Maquinaria Roja, compartió equipo con Rose de 1970 a 1978, un lapso en el que ganó dos Series Mundiales (1975 y 1976).

“Es lamentable, hablamos bastante (ese día), no esperábamos esa muerte tan sorprendente. Llegó caminando, pero después le tuvieron que dar una silla de ruedas. Firmó alrededor de 150 bates”, agregó Concepción.

Rose se ganó el apodo de “Charlie Hustle”, que en principio era usado como un término despectivo, porque siempre corría a la primera base, incluso cuando recibía una base por bolas. Pero a lo largo de su trayectoria redefinió el concepto del mote.

Su estilo quedó agresivo, ilustrado de manera célebre cuando derribó al receptor Ray Fosse, en una acción en el plato, para anotar la carrera ganadora del Juego de las Estrellas de 1970.

Desde mediados de la década del 70 en adelante, fue el pelotero más famoso de Estados Unidos, aunque rechazado por muchos.

Rose se erigió en el último jugador-mánager en la historia de las Grandes Ligas, con Cincinnati, desde 1984 a 1986. Luego, permaneció en el cargo de piloto de los Rojos hasta que le impusieron una suspensión de por vida por apuestas relacionadas con el juego.

En agosto de 1989, el comisionado Bart Giamatti anunció que Rose había aceptado la inhabilitación de por vida. Aunque el toletero zurdo negó las acusaciones, la investigación de las autoridades de las Grandes Ligas mostró evidencia de que apostó en béisbol y, específicamente, en partidos de los Rojos, entre 1985 y 1987.

Más tarde, en 2004, cambió de opinión y admitió haber apostado en encuentros de las Mayores, incluidos partidos en los que participaron. Negó haber apostado alguna vez a que su equipo perdería.

“Tuve oportunidad de preguntarle a Pete Rose en rueda de prensa durante una visita suya a Caracas (a principios de la década de 2000). Recuerdo que habló sobre las Múltiples suspensiones que recibió el relevista Steve Howe, por abuso de drogas y cómo lo perdonaban ¿Prefieres un hijo drogadicto o un apostador?, dijo”, rememoró el periodista Carlos Valmore Rodríguez.

“Recuerdo que a esa rueda de prensa de Rose en Caracas asistimos por El Nacional, Ignacio Serrano y Humberto Acosta. La cobertura era extensa. Al lado de Rose estaba David Concepción. Tiempo después vi a Rose en el casino de un hotel de lujo de Connecticut durante una pelea por el título mundial de los pesados, versión AMB, entre John Ruiz y Evander Holyfield. Claro está, era centro de atención”.

Ese expelotero, polémico, con los galones para estar en el Salón de la Fama, inició parte fundamental de su formación en la LVBP, con Leones del Caracas.

“Fui allá a trabajar en algo, regresé de Venezuela y en los siguientes 10 y 11 años bateé sobre 300”, añadió Rose en su conversación.

“Aprendí cómo jugar el beisbol en Venezuela, trabajando con Regino Otero, que era nuestro mánager. Jugué con 'Vic' (Víctor) Davalillo, César Tovar, 'Dammy' (Dámaso) Blanco, todos venezolanos y buenos jugadores. Los jugadores americanos pueden sacar ventaja de los buenos jugadores y la buena competencia que tienen en Venezuela, si vas a trabajar duro y juegas de la manera correcta”.

Sus números y lo que hizo en el terreno, dejaron constancia de sus grandes cualidades como beisbolista en la rica historia de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional.

Ciudad CCS


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