Psicosoma | Blanca Navidad

29/10/2024.- En la avenida central de Costa Rica, llegó la Navidad con sus adornos, arbolitos, el San Nicolás, y en los centros comerciales de la provincia de Heredia, la Ciudad de las Flores, lucen guirnaldas de luces, campanas, renos y nacimientos. Me llama la atención un comentario de una pareja con paquetes de regalos. Ella, con voz cansada, dice: "Menos mal que salimos de eso, mae".

Esa avenida se parece un poco al movimiento y ruido del bulevar de Sabana Grande. Están en modo festivo, con estatuas vivientes, pintacaritas, cantantes y músicos de marimba, ventas de flores, loterías, vendedores ambulantes, restaurantes, tiendas de ropa y la escultura de la inmensa Chola, que trae suerte a los compradores de numeritos al acariciar los pechos o las nalgas de la escultural mujer. Es una primera impresión turística del "pura vida".

Sin embargo, las calles paralelas y transversales están desbordadas de transformistas, vagabundos, ventas de pinchos y tamales, meaderos públicos, olores de heces fecales y marihuana, botiquines de mala muerte, meretrices a media luz mostrando sus cuerpos, bancos ocupados por borrachos, mendigos y migrantes de paso, algunos superabastecidos, con cartelitos que piden ayuda económica para "cumplir el sueño americano".

Nos saturan las imágenes y las ofertas del Black Friday, los colores de las catrinas, las brujas y los enmascarados, con el tintineo habitual de las voces de "Lleve su pedacito" de la terminal de lotería. Están a cada paso y gritan el chance: "¡El acumulado!".

Me río ante el bullying de los medios impresos y conocidos frente a los discursos del presidente de Venezuela: "Maduro adelantó las Navidades", "Tremenda tontería del tirano…".

Cuesta darnos cuenta de que estamos interconectados con la globalización capitalista, consumista, neoliberal, de tiranías derechistas, saqueadores de pueblos y migrantes usados como "chivos expiatorios" (lean la historia, en especial la de la religión cristiana, porque el Niño Jesús fue un inmigrante y refugiado cuya familia escapaba de Herodes).

El mercado transnacional y la revolución tecnológica nos cosifican, y hay una especie de feudalismo y trabajo esclavo en pueblos recolonizados para seguir con la explotación de los minerales. El preludio de la Navidad es toda una cadena rigurosa de estímulos al estilo del condicionamiento operante de las palomas de Skinner, que desarrolla síndromes como el del acumulador compulsivo o el TOC.

Felizmente, nos dan luces de esperanza los villancicos y los grupos de teatro de niños y niñas que conectan con nuestro interior y los recuerdos amorosos. No quiere decir que esté mal hacer regalos dedicados con afecto, que realmente gusten a las personas, pero, a veces, los regalos pueden traer también ingratas sorpresas.

Recuerdo mis paseos de enamorada por la Tierra de Nadie y el banco junto al reloj de la UCV, con unos chocolates que se derretían en nuestros labios y la voz embriagadora del chico al recitar sus poemas recién inspirados. Era un ritual de las tardes previas a las vacaciones de Navidad.

En San José de Costa Rica, paseo por la avenida central y es inevitable comer un helado de chocolate o un raspado de parchita bajo la protección del cielo tropical, de blanquísimos algodones. Me siento en Caracas, rodeada por la montaña sagrada Waraira Repano…

Los tucusitos, Mi burrito sabanero y las canciones de paz nos hablan de realidades posibles, pero todo parece señalar la tan añorada paz y justicia social cada vez más lejana. ¿Cómo es posible entonces continuar con esas imágenes desgarradoras de niños y niñas de Gaza, desaparecidos por la limpieza étnica?

Se dice que "muerto el perro, se acaba la rabia" y que merecía ser asesinado el jefe militar y político de Hamás, Yahya Sinwar, ideólogo de la masacre del 7 de octubre de 2023, con un saldo aproximado de 1.200 muertos y 250 rehenes… Pero, ¿qué hacemos ante las 40 mil víctimas, en su mayoría civiles, acusadas de terroristas? Los que sobreviven están marcados por la muerte lenta provocada por el hambre, los traumas y las enfermedades infecciosas.

Esos logros militares de Israel cantan victoria. Aunque, si ya son vencedores, ¿por qué no cesan los fuegos? Han despertado una sed de venganza por arrasar Palestina, y siempre satisfacen su oscuro placer. La carencia de cuerpos dionisíacos les repotencia las fuerzas tánicas que abren terribles portales.

Las raíces históricas de odios milenarios nos salpican, y reflexionamos ante la valentía y rebeldía de la mujer madre que amamanta a su prole. Creo que Hamás simboliza libertad y esperanza. Nunca se quiso escuchar al pueblo palestino. Pesaron más los intereses económicos y el poder absoluto. Ya la desconfianza y el irrespeto han sembrado inhumanidad y quizás eso sea el detonante…

¿Se harán negociaciones de intercambio de rehenes por prisioneros palestinos en Israel y ocurrirá el cese al fuego? ¿Qué pasará con el Líbano? ¿Con Irán? ¿Y Hezbollah? ¿Reestructurarán Hamás?

Estamos en tiempos de elecciones en Estados Unidos, aliados incondicionales de Israel, así que las presiones tardarán. Mientras, ¿qué hace Europa? ¿Y Arabia Saudita?

Con la ley del talión, el gobierno genocida de Benjamín Netanyahu se envalentona contra Palestina, y el sátrapa se mantiene en el poder, renovado, cumpliendo a cabalidad con arrancar de raíz al pueblo palestino. Dijo: "No es el final de la guerra en Gaza, sino el comienzo del final".

 

Rosa Anca


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