Al derecho y al revés | España: país al garete
06/11/2024.- Frente a la desgracia ajena, tal como acontece en la española ciudad de Valencia, lo mejor es dejar de opinar sobre asuntos que solo les competen a los ciudadanos de ese país, no vaya a ser que aparte de parecer insolidarios, por metiches terminemos haciendo lo mismo que le criticamos a los gringos.
Sin embargo, no por eso uno debe dejar de opinar, sobre todo porque al contrastar opiniones se aprende, no vaya a ser que una nueva vaguada azote al estado La Guaira, y mejor es estar preparados.
De manera que desde la distancia observo a España como un país en el cual la sociedad anda ayuna de liderazgo a todo nivel, y eso, aunado a la politiquería, es fatal.
También se observa que esa sociedad está profundamente dividida y estupidizada.
Liderazgo no se le ve al rey, tampoco al presidente ni a la Generalitat, que eran los que en primer lugar debieron indicar un camino.
Pero desde la oposición tampoco vemos, a distancia, liderazgo alguno, comenzando por lo que se escucha decir al partido protofascista que se llama Vox. No pasan de criticar la inacción de Sánchez, pero callan el silencio del rey.
Así, carece de sentido llevar a debate sin proponer solución alguna lo que hasta las piedras saben, como son los quejidos hipócritas de Vox.
La inacción de los políticos españoles posiblemente causó más muertes de las que habría habido si solo los adversarios hubiesen actuado unidos ante la tragedia. Eso les costará a todos votos y quién sabe si hasta el trono al rey.
Sin embargo, hay algo más grave en medio de la pugna planetaria entre los megacapitales creados al abrigo de internet y los líderes de países que prefieren independencia de un gobierno mundial… por el que nadie ha votado o votará…
Me refiero a la pérdida de confianza que terminará en mayor desprestigio para la democracia a causa de los robos y las desidias de los politicastros que se jactan de ser demócratas.
En Europa, desde donde nos quieren dar lecciones de democracia, vienen en picada las cifras de votantes y en ascenso los partidos protofascistas como el Vox de España y otros.
Por los momentos, esos movimientos, coaliciones y partidos andan disfrazados de demócratas, pero llegará el momento —cuando hayan crecido lo suficiente para retar al Estado— en el que sacarán su esencia, que es violenta, antidemócrata y racista.
Esas son las características principales del fascismo que, en España, Alemania, Francia e Italia, crece a causa de robos y errores de unos partidos, supuestamente demócratas, convertidos en instituciones de maletín, que solo sirven para hacer pingües negocios en contra de los electores y ciudadanos que en algún momento reventarán violentamente. Así se ha visto en videos que muestran cuando víctimas de la "dana" o "gota fría" lanzaron bolas de barro, piedras y hasta caca al rey, al presidente Sánchez —asilante del baboso y antidemócrata EGU— y al jefe de la Generalitat catalana, cuyos electores quieren separarse de España… no se sabe para qué…
De esos bates quebrados que reciben como "líder" al baboso EGU —quien le pide al gobierno venezolano "¡que le riegue las matas de su esposa Mercedes Marina!"— depende que España se quiebre en varias republiquitas subsidiarias del gobierno mundial que en el mundo están cimentando con ayuda de fascistas y protofascistas.
Veremos.
Domingo Alberto Rangel