Tinte polisémico | ¿Qué es la dolarización de una economía?

22/11/2024.- La dolarización como fenómeno económico, al considerarse un tema de complejidad teórica y técnica, dado que refiere e involucra dimensiones de economía política y política monetaria, no debe ser ajeno a la búsqueda de una plena comprensión y entendimiento por parte de todos los ciudadanos, o al menos contar, con una aproximación general, en virtud del impacto y efectos que tiene sobre la población de cualquier nación.

El dólar se convirtió a lo largo del siglo XX en la principal divisa para el comercio y para acumular reservas internacionales por parte de los países. Los billetes verdes llegaron a ocupar el trono de las monedas extranjeras con mayor alcance global.

Sin embargo, la geoeconomía actual dado el ascenso de China, Rusia e India, entre otros países, parece estar favoreciendo o propugnando una “desdolarización” de las economías alrededor del mundo.

Si a ello agregamos la pretendida política hegemónica de Occidente hacia el Sur y Oriente Global, con el control del sistema financiero y bancario internacional, la arbitrariedad en la aplicación de medidas coercitivas unilaterales y el abuso en los privilegios por el control de los entes financieros multilaterales y bilaterales, para la consecución de financiamiento y la canalización de la inversión extranjera directa, no le ha quedado otro camino a los países, que buscan su reafirmación en el orden ecuménico, que desafiar la hegemonía del dólar como signo monetario. Se trata de romper con esa asimetría a favor de la economía estadunidense y europea.

La dolarización puede ser entendida, como un proceso eminentemente de tipo monetario, por el cual un país renuncia a la soberanía respecto de su política monetaria y cambiaria, adoptando una moneda extranjera, que en este caso sería el dólar estadounidense, la misma que pasa a suplir las funciones antes cumplidas por la moneda doméstica.

En general se dice que un país se dolariza cuando la moneda de curso legal, es decir, la que emite su autoridad monetaria, es sustituida en sus funciones básicas por una moneda emitida por otro país, hasta ahora el dólar norteamericano ha sido la divisa más utilizada para reemplazar las monedas locales.

Ahora bien, cuando se adopta la dolarización de una economía, subyacen razones no solo de orden técnico, es decir, de la teoría de la política económica, sino que también debe ser interpretado a partir de la economía política.

En otras palabras, gestores políticos y económicos interesados, argumentando generalmente razones inflacionarias, cuyo génesis premeditadamente ignoran, pues son realmente causadas por desequilibrios macroeconómicos estructurales, además de las crisis fiscales, financieras y de los tipos de cambio, al considerar especialmente estas dos últimas, generadas por ataques sistemáticos por parte de gobiernos y aliados corporativos foráneos e internos, con fines políticos-económicos, que juegan e inciden en las expectativas especulativas de cortísimo plazo y en la erosión de la confianza en todos los ámbitos de la sociedad.

Así, con la dolarización desaparecen las funciones básicas del dinero de curso legal, como unidad de medida, reserva de valor y medio transaccional, es decir, se asume otra moneda para operar y fijar los precios en la economía.

Se distinguen así, básicamente, tres tipos de dolarización a saber: oficial, semioficial o sistema bimonetario y no oficial o extraoficial.

Dolarización oficial (o de iure): sucede cuando un país adopta el dólar de los Estados Unidos como moneda de curso legal, reemplazando plenamente su moneda local y limitando su circulación. Todas las transacciones tanto públicas como privadas del país se realizan en dólares.

Dolarización semioficial o sistema bimonetario: se lleva a cabo cuando en una economía es permitida la libre circulación del dólar estadounidense paralelamente con la moneda local. Esta coexistencia opera al permitir que la moneda nacional sirve para transacciones internas como pago de sueldos y salarios, impuestos, servicios públicos, y otros pagos de naturaleza social, como pensiones, becas, subsidios, entre otros; mientras que con el dólar se perfeccionan las operaciones de comercio internacional. No es una dolarización plena, la moneda extranjera tiene un manejo legal, está autorizada.

Dolarización no oficial o extraoficial (o de facto): también conocida como informal, se caracteriza porque se desarrolla fuera del marco legal del país.

Los efectos y consecuencias de los diferentes tipos dolarización en distintos momentos y escenarios han sido múltiples. Sin embargo, de lo que no cabe duda es que la dolarización tiene una consecuencia innegable, que se traduce en sumisión de la política económica del Estado, tanto en el ámbito monetario como fiscal, la pérdida del señoreaje, entendida esto, como la capacidad de una economía para emitir y administrar su propio dinero.

En lo atinente en el plano geopolítico, resulta adecuado estimular el pago de las transacciones de comercio exterior en monedas nacionales o regionales, incluso la posible emergencia de un patrón monetario desligado del dólar, que dinamice el comercio internacional, hay que romper con la dictadura del dólar y de la Reserva Federal estadounidense; un proceso de desdolarización, es una transición del unilateralismo al multilateralismo, procurando la cooperación y la solidaridad en las relaciones económicas internacionales.

 

Héctor Eduardo Aponte Díaz

tintepolisemicohead@gmail.com

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


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