Memorias de un escuálido en decadencia | Macron
En esta cumbre del cambio climático hizo lo que se llama un verdadero cambio
10/11/22.- ¡Commant allez vous?! Arrecho. Bien arrecho. ¡Cómo es posible que este Macron después de que nos apoyó y nos dio el visto bueno a la acción democrática que nosotros hicimos nombrando al interino como presidente del país, ahora, en esta cumbre o conferencia del cambio climático, en honor al nombre, hizo lo que se llama un verdadero cambio climático, y de la alegría que teníamos nosotros, nos pasamos a la arrechera que nos causó ese saludo! ¡No me jodas, Macron! Así no se juega. Y para colma de males, le dijo al dictador que lo invitaba a París y que allá se van a reunir la dictadura con la oposición, y que el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge -Poeta- Rodríguez, sería el hombre de confianza que estaría allí. Seguro que a la hora de la reunión tanto miembros de la dictadura como miembros de la democracia, o sea de nosotros, se van a querer ir rumbo a París, porque París bien vale una misa. Este Macron nos acaba de echar tremenda vaina. Y así parece que con el interino Macron bailó el último tango en París y lo mandó largo al carajo. Y nosotros que fuimos tan sinceros, aquí, como siempre sin vergüenza, ni pena, ni gloria a Dios en las alturas.
Y es que la política internacional se está volviendo loca. Ahora viene el embajador de Colombia, el señor Benedetti, y dice en una entrevista a la página Murmullo.com, y que "Juan Guaidó es un pendejo”, así lo dijo. Directamente y sin pasar por go. Menos mal que desde Estados Unidos el embajador Carlos -Dólares- Vecchio salió en la defensa del interino y le dijo que “pendejos son los que apoyan dictaduras”, y desde Colombia el comunista Petro le dijo a su embajador que eso no está bien, que no tenía por qué llamar pendejo a ese pendejo, que eso se piensa pero no se dice. Es decir que estamos más jodidos que el español que se sentó en un pajar y se clavó la aguja. De paso, Dólares Vecchio sale en la defensa del interino porque se ha demostrado que es el embajador más rico del mundo, se ha robado Citgo, y todas las ayudas que han dado para los emigrantes y para la oposición del país. Dicen las buenas lenguas que pronto va a parecer en la revista Forbes como el embajador más rico de estos tiempos. Y está compitiendo con la señora madre del poeta Leopoldo López, que con 350 mil dólares de sueldo en Monómeros como asesora, apenas le daba para mantener a Leopoldo, quien declaró que no sabía que su madre estaba trabajando en Monómeros. Por eso cuando la ve le dice: “Ay, pero ven, y ven ladronzuela ven, ven a robarme a mí”.
El papá de Margot estaba pegado al canal ocho y veía que el dictador le daba la mano a todo el mundo. A Macron, a Kerry, el de Estados Unidos, al de Suráfrica, a la de Barbados y todo era un carnaval. “Un desfile de presidentes que nunca han pasado calor y están hablando de cambio climático, y todos viven con aire acondicionado hasta en el baño. ¡No me jodan! Esa cumbre la hicieron para que el dictador Maduro le diera la mano a todo el mundo y para que Macron, quien le dio la mano y metió la pata, nos diera un momento de arrechera a todos los que estamos apoyando al interino, aunque también estamos de acuerdo que lo mejor que debe hacer Guaidó es irse por la frontera o llamar a Iván Duque para que le de trabajo en la FIFA”,
así dijo y se fue directo al cuarto y agarró la puerta y le metió aquel coñazo tan duro, que se escuchó en la conferencia acerca del cambio climático. Y la vecina gritó: "¡Metan preso a este hombre, carajo, que es contaminador sónico!”
-Pon tu mano en mi mano. -me canta Margot.
Roberto Malaver