11/11/22.- En cada oportunidad que se avecina un campeonato mundial de fútbol, a los aficionados del inmerso orbe en el cual vivimos, recuerdan episodios que quedaron en la memoria colectiva, que aunque sean muy desagradables,  no se pueden olvidar.

Se hacen imborrables, porque sin sus recuerdos no existieran los anales de la FIFA de las federaciones nacionales, ni de los clubes internos de cada país. ¡Además, forman parte de la historia universal del deporte!

La ocasión, con motivo de la cercanía del Mundial de Catar 2022, se presta para escribir sobre el caso del celebérrimo argentino Diego Armando Maradona, quien fue expulsado en pleno campeonato realizado en 1994 en Estado Unidos.

El 25 de junio de 1994 Maradona vivió uno de los momentos más difíciles de  su carrera, que le produjo una profunda tristeza por la expulsión de la que fue objeto en el Campeonato Mundial, que se celebró en Estados Unidos.

Para ese campeonato, Argentina se presentó con jugadores de la talla de Claudio Caniggia, Diego Simeone, Abel Balbo, Fernando Redondo y Diego Armando Maradona, que le dieron al conjunto una jerarquía impecable y lo señalaron como uno de los favoritos para alzarse con el trofeo mayor.

El sorteo, Argentina quedó en el grupo D, y sus primeros triunfos ante Grecia (4-0) y Nigeria (2-1) sirvieron para confirmar el favoritismo con que fue señalada al principio, y al mismo tiempo entusiasmar a sus seguidores en todo el planeta.

Al finalizar el partido ante los nigerianos, la enfermera, que laboraba para el Comité Organizador, Sue Carpenter, tomó de la mano a Maradona, capitán de la selección argentina y lo condujo hacia el laboratorio para el control antidopaje.

Nadie imaginó que en las muestras de orina de Maradona se mostrarían cinco sustancias prohibidas derivadas de la efedrina, motivo por el cual fue expulsado del campeonato y le aplicaron una suspensión de 15 meses.  

La suspensión fue muy dolorosa, porque además privó a Diego Armando Maradona de disputar el siguiente partido ante Bulgaria, uno que hubiera significado mucho para él, ya que lo hubiera convertido en el futbolista con más  encuentros jugados en Mundiales.

La noticia fue publicada en todo el orbe, y afectó el ánimo de todos los aficionados al fútbol, en especial de los jugadores argentinos, que no pudieron recuperarse, al perder la concentración cayeron ante Bulgaria 2 goles a 0, y con Rumania 3-2.

Los defensores de Maradona aseguraron que lo ocurrido fue producto de una venganza, porque antes de ese Mundial, Maradona visitó a Cuba y le regaló una camiseta de la selección argentina con el número 10 a Fidel Castro.

Aseguraron que cuando arribó a Estados Unidos lo siguieron a todos los sitios que visitaba, hubo un momento en el compró en una farmacia un medicamento que contenía efedrina entre otras sustancias, para controlar síntomas de un principio de resfriado.

Después, luego de su expulsión de ese Mundial y del sitio de concentración de su país, durante una rueda de prensa, Maradona aseguró, entre sollozos, que “Me preparé como nunca para este Mundial. Hablan de efedrina, pero yo después del partido corrí diez kilómetros, tengo testigos. Esto me duele mucho, porque me cortan las piernas, me dan por la cabeza en un momento donde uno tiene la posibilidad de resurgir”.

JULIO BARAZARTE / CIUDAD CCS