15/11/22.- Los accidentes de tránsito son una epidemia que siguen en aumento con adultos jóvenes. Los sobrevivientes a un accidente aparatoso, al sufrir amputaciones, enfrentan  secuelas físicas y psíquicas. Les cambia de inmediato su realidad, pero, paradójicamente, quien sufre el cambio al principio se niega a ello y de dicha aceptación al cambio dependerá su proceso de readaptación a nuevas situaciones, de acuerdo a sus características individuales:antecedentes familiares, genéticos, rasgos de  personalidad, carácter, temperamento, ambiente familiar y social.

Un paciente joven de 25 años es referido por adicción al calmante Nubain, derivado de la morfina, y lo usaba por la pérdida de la pierna izquierda. Él repartía pizzas (la familia tiene una farmacia y él hurtaba el calmante), se niega a usar la prótesis y culpa al médico por el uso de ese opioide, por haberse hecho  dependiente, adicto. Entiende, que su vida cambió, "Sí, para mal... ¿por qué a mí?" Así viene a consulta al cabo de un año y lamenta estar vivo -recuerda que se arrastró y orilló-. Sufre de rabia e impotencia, y siente que nadie le comprende: "Necesito inyectarme". Cada vez que toma asiento deja la prótesis recostada en una silla y él se acomoda en la otra silla, mientras su mamá y padre le esperan.

El trabajo clínico es interdisciplinario con especialistas en psiquiatría, en neuromodulación, neuroestimulación, fisioterapia, psicoterapia, juegos de espejos y, es básico que entre en proceso del duelo y reciba el apoyo de la Unidad del Dolor, bloqueos analgésicos con radiofrecuencia, la oxicodona para aliviar el dolor de la familia cercana.

Según Freud (1915) el duelo es la reacción a la pérdida de la amada, de un país, libertad… los síntomas del duelo se parecen a la melancolía, depresión severa; es una reclusión en el dolor, se torna asocial, con un ostracismo al amor…

Las amputaciones causan un impacto psicoemocional, familiar, social, biofisiológico, cambio neurohormonal; podríamos decir que es un nuevo nacimiento con recuerdos traumáticos, y depende mucho de la edad del paciente, del percibir, porque, a los cincuenta años el esquema corporal y la experiencia de vida son distintas. Por ejemplo: a un amigo poeta, con diabetes, le fueron cercenando los miembros, desde un dedo pulgar, pie, pierna, muslo, perdía la vista, pero su humor de hombre llanero se acrecentó, y las coplas con cantos del ordeño eran su motivo del "Otoño verde’"…

La amputación es una de las tantas muertes en vida visibles al cambio de imagen corporal, que les marca, estigmatiza su incompletud, dependencia física, hace que se sienten inferiores y replieguen en el negativismo y en el no querer mirar su nueva realidad, menos percibirla como "segunda oportunidad", dejan amistades, empleo, pareja, y tienen ideas suicidas…

¿Cómo revertir esta situación, como nueva oportunidad? La actitud positiva es pilar al dar el primer paso: salir de casa para recibir apoyo profesional, querer superar el dolor, percepción devaluada, y esto se logra con el apoyo familiar y redes de amputados, adaptación a su nueva realidad u oportunidad de vida, con metas cortas, a mediano plazo y con el desarrollo de la resiliencia para fortalecer el carácter y control emocional, que hará posible lograr avances significativos de readaptación al conseguir nuevas conexiones neuronales, al evitar el dolor o la aparicion del miembro, sensación fantasma -persistencia de áreas cerebrales de conexiones del cerebro a médula, sin conexiones de nervios periféricos del miembro amputado-. Por ello, se trabaja en la plasticidad neuronal.   

Ana Anka