05/08/2022.- La primerísima actriz Dilia Waikkarán, interpreta el devenir de Manuela Sáenz, la Libertadora de Simón Bolívar, con quien sostuvo una relación de amor, pasión, entrega política y conciencia revolucionaria durante ocho años, para consolidar junto a él la idea de una América unida, libre, soberana e independiente.

Waikkarán se pasea sobre las tablas del Teatro Principal, en Caracas, como pez en el agua. Con dos únicas funciones presentadas este 5 de agosto, en el marco del Festival Internacional de Teatro Progresista, no requiere nada más; su monólogo apunta hacia las memorias de la heroína que arrebató el corazón del Libertador en el fragor de la batalla y en el calor de las sábanas compartidas en los breves tiempos de paz.

La actriz asume el personaje. Brillante, nos evoca con elocuencia y astucia el ardid orquestado por la oligarquía rancia del continente, los súbditos del rey español, la naciente burguesía y por supuesto los políticos, que aportaron la peor parte para destruir con subterfugios legales el proyecto de la Gran Colombia.

La actriz deja la mujer recia detrás; comprometida con su personaje deriva en pasajes acontecidos con hechos reales. La historia viva del pueblo aguerrido de Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Panamá y Bolivia, que sin duda dejó la cicatriz de la impotencia insana y la verdad oculta por historiadores conductistas de derecha.

Manuela Sáenz se incorpora, ataviada con su traje de Caballeresa del Sol de la Orden del Perú, otorgado por el General José de San Martín en 1821, por sus aportes invaluables a la causa independentista del continente y combatir fieramente con las ideas a los españoles.