Encuentro de escritoras reivindica a pueblos de África y América
Junto a la embajadora de Ghana en Venezuela rindieron tributo a través de la literatura
17/11/22.- Este jueves en un ameno encuentro de escritoras, se rememoró la historia de los pueblos africanos e indígenas a través de la lectura de poesía y textos dramatúrgicos, en la sala Carmen Clemente Travieso en el marco de la Feria Internacional del Libro de Venezuela (Filven), que es realizada en los espacios de la Galería de Arte Nacional (GAN), de Caracas.
Esta actividad contó con la participación de la embajadora de Ghana en Venezuela, Abena Busia, así como con la docente y escritora colombiana Mary Grueso Romero, y la titiritera, cuentacuentos, narradora oral, escritora y docente de teatro venezolana, Ulrike Sánchez.
Cada una de las intervenciones tuvo como propósito visibilizar las vivencias y luchas de los pueblos de la madre África y de Nuestra América.
En este contexto, la embajadora Abena Busia, destacó que su poesía está dedicada a los pueblos que fueron víctimas “del mercado de las carnes”, y que los envió a ser esclavos en América Latina y en diversos países europeos.
La también investigadora de la diáspora transatlántica de esclavizados detalló que su escritura está inspirada en estos procesos que han sido olvidados y que deben ser contados para que haya una “comprensión histórica y cultural”. Explicó que su llegada a Suramérica “me hizo dar cuenta de que nuestra historia no se cuenta”.
“Hay la necesidad de un pensamiento transformador… de formación de trabajadores culturales y políticos, para lograr la transformación cultural… como embajadora de Ghana, debo enfrentar esto con un proceso creativo”, precisó Busia.
A partir del hallazgo de una obra artística en un museo de Alemania denominada Elmina, una ciudad de Ghana donde se encontraba un antiguo castillo europeo en el cual se realizaba la comercialización de esclavos, sintió la necesidad de contar “el dolor de una madre que pierde a un hijo”.
Desde ese momento inició su escritura basada en la “madre”, que no es más que un continente que cada día veía partir a cientos de sus hijos e hijas en embarcaciones rumbo a destinos desconocidos para ser sometidos a la esclavitud.
En sus poemas de enfoque místico, también retrata la muerte de aquellas personas que eran abandonadas en los desiertos de Ghana y a quienes no les daba importancia por ser negras. Su poesía relata cómo las sacerdotizas de aquellos pueblos africanos daban regocijo a los espíritus de sus hermanos y hermanas fallecidos bajo el ábol sagrado Baobab.
"No aparecemos en la historia"
Por su parte la narradora oral, maestra y escritora perteneciente a las comunidades afrocolombianas del Pacífico, Mary Grueso Romero, subrayó que ella es parte de la historia africana, y que “sigue pensando en la madre Tierra”. También resaltó que a pesar de que no ha estado aún el continente africano, pertenece a la diáspora africana a América Latina.
“Nuestros ancestros llegaron aquí en esos barcos a hacerle a la gente lo que no pudieron hacer por ellos mismos”, resaltó Grueso Romero.
La escritora destacó, además, que es necesario impulsar desde las escuelas el conocimiento sobre los pueblos afroamericanos, así como sus luchas contra la colonización española. En ese sentido, recalcó que desde hace más de 500 años, esos hombres negros y mujeres negras “han sembrado la semilla” en el continente americano.
“Ayudamos a construir estos países, a producir sus riquezas y no aparecemos en la historia”, puntualizó Grueso.
En este respecto, señaló que como maestra y miembro de una comunidad afrocolombiana, debe promover la cultura de las poblaciones negras, así como la historia de sus ancestros. Sin embargo, lamentó no encontrar en los textos educativos “nada que nos incluya”.
“Lo que nos enseñaban en la escuela eran otras culturas y no la nuestra”, dijo Grueso Romero.
De modo que surgió la necesidad de escribir poesía que ilustrara a sus estudiantes para la comprensión de su cultura e historia.
Mary Grueso Romero, es autora del conocido texto poético Negra soy y La muñeca negra que resalta la negritud como una virtud de su pueblo, asimismo, la discriminación.
La muñeca negra
Le pedí a Dios una muñeca
pero no me la mandó;
se la pedí tanto, tanto,
pero de mí no se acordó.
Se la pedí a mi mamá
y me dijo: “pedísela duro a Dios”,
y me jinqué de rodillas
pero a mí no me escuchó.
Se la pedía de mañanita
antes de rayar el sol
para que así tempranito
me oyera primero a yo.
Quería una muñeca
que fuera como yo:
con ojos de chocolate
y la piel como un carbón.
Y cuando le dije a mi taita
lo que estaba pidiendo yo
me dijo que muñeca negra
del cielo no manda Dios;
“buscáte un pedazo 'e trapo
y hacé tu muñeca vo”.
Yo muy tristecita
me fui a llorá a un rincón
porque quería una muñeca
que fuera de mi color.
Mi mamá muy angustiada,
de mí se apiadó
y me hizo una muñeca
oscurita como yo.
"Creo en la emancipación de la conciencia"
Por otro lado, la narradora y escritora venezolana, Ulrike Sánchez, explicó que sus textos dramatúrgicos, que comprenden monólogos sobre la india Yara, Urimare, entre otros próceres indígenas del país, resaltan las luchas de los pueblos originarios mediante el ejercicio de teatralidad.
Además, hizo énfasis en que, actualmente, la mediática y algunas culturas modernas, han generado desarraigo en la población más joven, por lo que precisó que “los jóvenes van teniendo un acercamiento vivencial con nuestra historia a través de estos monólogos”, que describen parte de lo que fue el proceso de colonización en Venezuela.
Por esta razón, Sánchez indicó que es elemental “la decolonización de la conciencia en el proceso educativo”.
Igualmente, enfatizó que cree en la emancipación de la conciencia y que, como promotora de la lectura y heredera de los indígenas de Cojedes, se ve en el deber de difundir la historia de quienes le antecedieron.
“Soy investigadora y esa es mi línea de investigación”, recalcó la escritora que es oriunda del estado Cojedes, al tiempo que precisó que debe darse “una reingeniería de la venezolanidad que incluya a todos”, ya que, a su juicio, debe involucrarse la diversidad de culturas árabes, asiáticas, europeas que han hecho vida en nuestro país.
La investigadora cultural también ha escrito libros como El teatro en el aula, que busca integrar a los niños, niñas y jóvenes en el teatro para dar a conocer los procesos históricos de Venezuela y reforzar la identidad del pueblo cojedeño.
SARAH ESPINOZA / FOTOGRAFÍAS: AMÉRICO MORILLO / CIUDAD CCS