Comentarios noticiables | USA y la OTAN estimulan una guerra nuclear

El peligro colosal

26/11/22.- Frenar a los incendiarios de una nueva guerra nuclear es la función más importante de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en el plano jurídico internacional en el mundo de hoy, con apego a sus propósitos y principios. El matrimonio político militar entre Estados Unidos (EE. UU.) y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) estimulan una nueva guerra nuclear. Según algunos tratadistas del derecho internacional (DDHH) como el otrora presidente de la Unión Soviética (URSS), Mijaíl Gorbachov, al ser entrevistado en Moscú por el periodista de la BBC de Londres, Steven Rosenberg, quien destacó (la víspera del 30 aniversario de la caída del Muro de Berlín el 9 de noviembre de 1989 y la reunificación de Alemania, la disolución de la URSS entre 1990 y 1991 y la misión de poner fin a la Guerra Fría) que el mundo actual está al borde de un peligro colosal, la guerra nuclear.

Esto no es una noticia agradable, cuando Washington se apresura a enmascarar su política exterior contra la Federación de Rusia, sin olvidar de glorificar, al mismo tiempo, a la exsoviética República de Ucrania a la cual ha tenido el cinismo y la desfachatez de llamar país invadido, cuando todo el mundo sabe que es su enclave militar. Por lo visto, EE. UU. ha querido convencer a la opinión mundial de que Rusia invadió a Ucrania para tener como pretexto la aplicación de su pillaje económico, comercial y financiero contra el Estado ruso.

La verdad de la operación militar rusa en Ucrania obedeció al llamado de auxilio de los gobernadores de la repúblicas independientes de Donetsk y Lugansk, cuyas poblaciones han sido objeto de ataques de bombardeos a las zonas residenciales con misiles norteamericanos, causando por más de ocho años la muerte de un poco más de 14.000 pobladores inocentes, la destrucción de bienes públicos y privados y viviendas. Igualmente las fuerzas ucranianas y mercenarios extranjeros azotan y atacan a Zaporozhie y a Jersón, cometiendo crímenes de guerra y otras atrocidades.

Uno de los grandes logros de la Organización de Naciones (ONU) debería ser poner fin en Ucrania al intento de una nueva guerra armamentística nuclear que ya se ejemplifica con los lanzamientos de misiles ucranianos a zonas muy cercanas a la central nuclear de Zaporozhie, los cuales no ayudan en nada a reducir ese peligro colosal. A los promotores de la guerra nuclear hay que convencerlos de que su enfoque conduce a lo impredecible en cuestiones de seguridad; reprobarlo y condenarlo es deber de la humanidad.   

J. J. Álvarez
      

 

          
             

 

              
 


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