Estoy almado | La "oposición" por dentro para el 25 de mayo

Se viene el 25 de mayo y el resultado es irreversible: María Machado ya perdió, otra vez

20/04/2025.- Las variopintas fracciones antichavistas inscribieron sus candidatos para las elecciones regionales y parlamentarias. Se trata de una jugada que desconoce abiertamente el llamado de abstención de María Machado, que pretendía "relegitimar" su desinflada novela electoral sobre las presidenciales del pasado 28 de julio.

Se calcula que la oposición postuló más de cincuenta aspirantes para veintitrés gobernaciones. Un promedio de dos por estado, como ocurre en Zulia, donde este sábado se inscribieron Manuel Rosales (Un Nuevo Tiempo) y Ely Atencio (AD). El único estado donde la oposición no prevé postular candidato será la Guayana Esequiba.

En todo caso, esta rebelión anti-Machado de los partidos opositores ocurre después de que ella los amenazó diciéndoles que sería "implacable" si participaban en los comicios. A pesar de eso, la oposición participará con dos grandes bloques: uno llamado Alianza Democrática, encabezada por Bernabé Gutiérrez, y otro autodenominado Alianza del Centro, de Daniel Ceballos. En muchos estados, esas dos corrientes antichavistas postularon varios candidatos a las gobernaciones, lo que da una ventaja al chavismo que va con un solo candidato por estado.

Un ejemplo es el estado Miranda, donde la oposición irá más que fragmentada. Capriles quiere retomar el control de la gobernación de ese estado con su propio candidato. Se habla de que su delfín será Juan Requesens, al margen de David Uzcátegui del partido Fuerza Vecinal y Negal Morales de AD. Frente a esa multiplicidad de candidatos opositores, el chavismo concentrará sus votos en un solo candidato, Elio Serrano. Ese mismo escenario se repite en varias regiones, lo cual no quiere decir que el chavismo la tendrá tan fácil como pelar una mandarina. Sin embargo, es un punto a considerar.

Ahora, también hay que comprender que dentro del espectro de la derecha, hay quienes no aspiran a ganar la mayoría de las gobernaciones; más bien esperan conservar la cantidad que tienen actualmente (cuatro).

Para ello, sin embargo, intentarán alzar vuelo electoral con plomo en el ala. Saben que les perjudica enormemente la desconfianza sembrada por Machado en la base electoral opositora el pasado 28 de julio. Ese sector antichavista sabe que el mayor adversario no es el chavismo, sino la propia Machado y sus altavoces virtuales tratando de desmovilizar el voto opositor. Si Machado lo consigue, se repetirá el escenario parlamentario de 2005: mayoría absoluta del chavismo y su posterior réplica en las gobernaciones.

Claro, esto no aplica para la Alianza Democrática, que hace rato se distanció de Machado, rechazando las sanciones, las intervenciones militares y los llamados a quemar el país por medio de guarimbas. No obstante, la fuerza electoral de esta "alianza", que intenta crear otro tipo de oposición, es limitada. ¿La razón? La propia ultraderecha, a los ojos del votante opositor, deslegitimó a este grupo tildándolos de "alacranes" y "colaboracionistas", en alusión a un supuesto pacto con el gobierno. No hizo falta presentar pruebas: la sola acusación al garete fue suficiente para desacreditarlos con sus propios correligionarios.

Con este panorama dentro de la oposición, las fuerzas del chavismo lucen con más oportunidades para llegar a puerto seguro el 25 de mayo. Es cierto que el camino electoral no estará exento de escollos: el primero es que no será una elección presidencial; históricamente, la participación en regionales es menor que en una donde no está en juego la presidencia. La última elección (2020) para la Asamblea Nacional registró un promedio de participación del 30%, mientras que en la de gobernaciones, efectuada en 2021, votó un 42% del padrón electoral.

El segundo obstáculo en la carrera electoral es el impacto que puede tener en la cotidianidad el temporal económico, arreciado por la esquizofrénica guerra arancelaria de Trump y la incertidumbre que genera la brecha en el mercado cambiario, lo cual aleja cualquier posibilidad a largo plazo de recuperar los salarios y la seguridad social, ambos aún en mora.

Pero, a pesar de todo, el chavismo tiene todo listo para asumir, corregir y transformar lo que sea necesario. La población percibe en el chavismo la voluntad política de remar juntos, incluso con sectores económicos y sociales diversos, de avanzar hacia el bienestar colectivo, sin destruir o paralizar el país por ansias de poder, como sí lo ha demostrado la ultraderecha y sus aliados en la oposición (muchos con candidatos inscritos) en las últimas dos décadas.

 

Manuel Palma


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