Tinte polisémico | ¿Cuál es la diferencia entre un gasto y un costo?
No distinguir un gasto de un coste puede tener consecuencias
02/12/22-. Los conceptos de gasto y costo (coste) son comúnmente confundidos o utilizados indistintamente. Aunque ambos representan una erogación o desembolso para recibir a cambio como contraprestación un bien o servicio, resulta importante, no solo desde la perspectiva de tener mayor cultura financiera, sino de comprender su utilidad para los administradores, emprendedores y, en general, para quienes tienen responsabilidades de dirigir organizaciones de cualquier índole.
En primer término no distinguir con absoluta claridad y precisión un gasto de un coste, puede tener como consecuencia que no se determine con exactitud el costo de producción de un bien o servicio, y entonces se fije su precio de venta en forma errónea, al no permitir la recuperación de los factores involucrados en la producción del bien o la prestación del servicio en cuestión.
Comencemos con los costos. Serían aquellos conceptos y erogaciones que pueden identificarse directamente con la naturaleza y composición intrínseca de los productos, así como a los procesos atinentes a los servicios que se ofertan. Se relacionan con la función de la producción, los costos se consumen o se incurre en ellos, al fabricar un producto o prestar un servicio. Por otro lado, los gastos se relacionan con las funciones de ventas (comercialización, logística, distribución, mercadeo), administración y financiamiento.
Desde un enfoque de tipo contable, el coste es aquel en que se incurre para producir un beneficio actual o futuro, y su registro se incorpora al balance general como estado financiero. Es inventariable, es decir, la mano de obra directa, materias primas y costos indirectos de fabricación, que se incorporan a los productos o servicios, formarán parte de las existencias destinadas a la venta o servicios a brindar y quedarán contabilizados como inventarios. Constituyen activos de la organización.
Por el contrario los gastos atienden a las necesidades operativas ordinarias de los entes, es decir, el gasto es un costo expirado, y en su contabilización, se deducen de los ingresos en el estado financiero denominado ganancias y pérdidas. En contraposición con los costos, que generarán ingresos futuros, los gastos no contribuyen a generar ingresos posteriores a sus desembolsos.
Para describir e ilustrar con un caso práctico, podríamos plantearnos lo siguiente:
¿Al pagar la factura por el consumo del servicio de suministro eléctrico de una fundación, que se dedica a apoyar con asistencia psicológica a mujeres maltratadas, se tratará de un costo o de un gasto, para la estructura contable-financiera de la institución?
La respuesta al planteamiento formulado consistiría en el análisis de algunos criterios asociados a las definiciones antes mencionadas. En este sentido, debería determinarse que porción de la facturación en Kw-H (Kilovatios Hora) corresponde por ejemplo, a la iluminación de los consultorios donde ocurre la prestación del servicio de asistencia psicológica a las mujeres violentadas o el uso de la electricidad para las proyecciones de películas y presentaciones de los programas de educación, en este caso, identificamos esta proporción del insumo eléctrico como un costo. Se asocia directamente a la prestación del servicio asociado a la misión institucional.
Ahora bien, en el caso de la alícuota de la factura por consumo eléctrico que se asocia y vincula con las áreas administrativas y logísticas de la organización, se corresponde con el concepto de gasto. Representa en este caso, una necesidad operacional.
Se desprende como utilidad inmediata, el lograr discriminar entre costes y gastos, desde el enfoque económico, cuáles son los costos exactos por asistir a las mujeres afectadas, que a su vez permitirá contar con indicadores de gestión organizacionales.
Si pudiese sugerirse una metodología, un estudio riguroso de las distintas erogaciones en que incurre cualquier institución, implicará el análisis de los procesos sustantivos y de apoyo para definir y conceptualizar los gastos y costes asociados a la oferta de productos y servicios que aporta a su mercado y entorno.
Héctor E. Aponte Díaz |
tintepolisemicohead@gmail.com