Vitrina de nimiedades | Nosotros pensamos por ti
GPTChat, un bot basado en inteligencia artificial
10/12/22.- Hay fiesta en el mundo digital por la aparición del GPTChat, un bot basado en inteligencia artificial que promete ser nuestro propio redactor y amigo para los momentos de conversación. Si las letras no se le dan o no quiere hablar con sus pares humanos, pues, acá está la herramienta "patria o muerte" para dejar de sufrir por eso. Puede redactar un texto según unos parámetros determinados, responder preguntas y hasta recordar lo dicho en conversaciones anteriores.
En menos de cinco días, más de un millón de usuarios habían usado esta herramienta en su versión de prueba para las situaciones más disímiles, como redactar una noticia (periodistas, a buscar oficio), crear juegos de selección simple y hasta generar un código de programación. Nos ahorra horas-hombre en tareas que podemos volver complicadas: que las palabras sean humanas no quiere decir que la relación con ellas sea sencilla.
GPTChat, aunque novedoso y llamativo, no es otra cosa sino el síntoma de un mundo cada vez más increíble, donde la fantasía futurista solo será un cuento breve. Cada día nacen más herramientas que nos prometen hacer las cosas por nosotros, sin sacrificios ni sufrimientos Y, si nos descuidamos, podemos eludir con estos instrumentos el sendero del aprendizaje, cuyo tránsito depende de nuestras capacidades, posibilidades y empeño.
¿Necesita resumir un texto o parafrasearlo? Ya están en línea herramientas para resolver esas tareas. ¿Trabaja en redes sociales y lo que escribe no tiene gancho? Entre a Google, coloque “Generador de copy automático” y tendrá cómo defenderse. ¿Le urge hacer un esquema? La web también le ofrece aplicaciones para resolverlo. Con artilugios así, la legendaria trampa de “Copiar y pegar” puede descansar en paz para darle paso a formas más sofisticadas de producir un contenido sin poner nada de ingenio. Un desafío para el mundo de la enseñanza y la producción de saber.
Si los criterios debidos, la aparición de algunas herramientas basadas en la inteligencia artificial, que nos pueden hacer la vida tan, tan, tan, pero tan sencilla, pueden convertirse en la tentación más potente para dejar de pensar. La línea entre hacerlo fácil y el facilismo prácticamente se difumina, y la principal víctima puede ser nuestra forma de entender e interpretar la vida. El problema no es el instrumento, sino la disparidad entre el crecimiento de estos mecanismos y la educación para su uso. Eso incluye un código ético, no solo entre las grandes corporaciones, sino también entre nosotros, los mortales, para no pretender tapar nuestra ignorancia e incapacidad con estos instrumentos.
Si no nos educamos para poner la tecnología a favor de nuestro crecimiento en todos los campos, para profundizar nuestro pensamiento y nuestras capacidades creadoras, estaremos acelerando el entierro de las voces críticas y el sentido común. Por eso, en una de “fantasía futurista”, no debe extrañar que alguna plataforma digital se pare ante el mundo con un eslogan como “Nosotros pensamos por ti”... Tentador, ¿no?
Rosa E. Pellegrino