10/12/22.- El territorio soberano de los Estados Unidos (EE. UU.), incluido el subsuelo existente bajo el espacio terrestre y acuático, está expuesto a la vulnerabilidad. La ubicación de su industria de guerra, construida en los Estados del Pacífico (Washington, Oregón, California); Estados montañosos (Montana, Idaho, Wyoming, Nevada, Utah, Colorado); Centro noreste (Minnesota, North Dakota, South Dakota, Nebraska, Kansas, Iowa, Michigan, Missouri, Illinois, Indiana, Ohio, Indiana); Región media del Atlántico (Nueva York, Pensilvania); Nueva Inglaterra (Maine, Vermont, New Hampshire, Massachusetts, Rhode Island, Connecticut); Centro suroeste (Arizona, New México, Oklahoma, Texas); Centro sureste (Arkansas, West Virginia, Virginia, Tennessee, Nort Carolina, South Carolina, Alabama, Georgia, Florida); Alaska; no están libre de que le caigan bombas atómicas y ser parcialmente destruidas en un mar de fuego, si se produjera una hecatombe nuclear.

Estados Unidos y Europa deberían estar convencidos de que en una guerra nuclear con Rusia no se puede vencer y no se puede librarla. Y de esta lógica inflexible hay que subrayar que con anterioridad a la guerra existían procedimientos éticos y rechazo entre quienes, como hombres de negocios, consideraban a los militares una casta guerrerista y de la misma forma estos consideraban a los hombres de negocios como una clase parasitaria, cuyo único interés era el de acumular dinero, eso es lo que precisamente intenta empeorar la situación, aún en guerra, entre Rusia y Ucrania.

¿Cuándo se pondrá fin a la rivalidad bélica entre Rusia y la Ucrania -protegida por EE. UU. y Europa- que durante más de ocho años comete genocidio contra la población civil en la región del Donbás? Se pondrá fin a este conflicto cuando EE. UU. deje de manipular a Kiev y deje de considerar la posición privilegiada frente al mundo multipolar que encabeza Rusia y China.

En el Foro Internacional de Lecturas Primakov, celebrado el pasado miércoles, el canciller ruso Serguéi Lavrov, afirmó: “La manera caprichosa estadounidense ha terminado, se está construyendo un nuevo sistema que no dependerá de los caprichos de nuestros socios de Occidente para dar paso a un planeta policéntrico".

Actuar a tiempo con decisión y coraje es una tarea de la Organización de las Naciones Unidas  sabiendo que la vulnerabilidad territorial de EE. UU. es una mala perspectiva que puede producir en medio de la histeria belicista las terribles consecuencias de una guerra nuclear.      

J. J. Álvarez