11/12/22.- En el marco de la Cátedra de Educación Universitaria, el Centro Internacional Miranda celebró una videoconferencia con el viceministro para la Transformación Cualitativa de la Educación Universitaria, David Silva Prades. El viceministro expuso los factores que han convertido a la educación universitaria venezolana en un área vanguardista en constante evolución.

-¿Cómo se ha logrado la innovación en la universidad venezolana?

-La Universidad Bolivariana de Venezuela ha sido punta de lanza para reestructurar la universidad en toda esa clase de proyectos que estén dirigidos en contextos reales; también todas las universidades politécnicas territoriales, un sistema de 27 universidades en todos los estados, son parte de ese sistema en el que se estudian los proyectos para la resolución de problemas concretos y allí hay un alto grado de innovación que tenemos la intención de estudiar y sistematizar para recoger esa innovación en favor de proyectos que apoyen el sector productivo. Todos estos proyectos están vinculados al sector productivo y social.

-¿Cómo ha sido la inventiva para transformar la educación universitaria en Venezuela?

-Estamos transformando la educación universitaria desde que comenzó la Revolución. En 2002, solamente la creación del Ministerio de Educación Superior fue un inicio de transformación. Antes de eso, en el año 2000, se intervinieron todos los institutos de formación tecnológica para modernizarlos y transformarlos. a los equipos directivos de esos institutos se les llamó Comisión de Modernización y Transformación. La Revolución llegó transformándolo todo y la educación universitaria fue parte de esos cambios profundos.

Decidimos transformar la educación universitaria, porque la educación "superior" es clásicamente un medio para la colonización y formación de los cuadros directivos, técnicos y los cuadros explotados de la sociedad. La transformación de la sociedad sin la transformación de la educación sería una enorme contradicción. Cambiando la educación y cambiando la sociedad podemos transformar al ser humano. El punto de partida de la transformación real más grande fue el enfoque humanista del Comandante Chávez: la atención que él le ponía a cada alma humana. Él no veía un instrumento de trabajo en la persona, él veía un alma humana. El dolor por la exclusión del ser humano fue lo que generó en él la transformación política del sector universitario.

Yo tengo un video donde está relatada la historia del nacimiento de Misión Sucre. En el acto de creación de la UBV, él preguntó cuántos estudiantes estaban en la Universidad Bolivariana de Venezuela, y le respondieron que 2.000. “¿Cuántos quieren ingresar a estudiar? 400.000”. Acto seguido, el Comandante Chávez decidió crear la Misión Sucre. “Hay que llegarles a esos 400.000. Hay que llegarles a todos. No puedes dejar a nadie por fuera”. Eso es lo que estamos construyendo. Queremos hacer al ser humano más humano.

-¿Qué seguimiento se les ha hecho a los proyectos sociales erigidos en las universidades públicas?

-En nuestras universidades nosotros queremos superar la visión tradicional de las tres funciones principales en la educación superior, que son docencia, investigación y extensión. Esta es una línea de trabajo contenida también en la Unesco, que consiste en centrarse en la formación integral en la docencia. Eso traslada el foco educativo del docente hacia el estudiante. Así el proceso se estructura de otra manera, porque el resultado final es que el estudiante aprenda, no que el docente se limite a dar su clase. Ese proceso debe estar fusionado con el proceso de creación independiente. Las tres funciones universitarias deben estar alineadas en el mismo espacio. Cuando haces esto y lo vinculas con la solución de problemas concretos, la extensión pierde todo sentido porque la vinculación social es la naturaleza de la acción universitaria.

MARÍA EUGENIA ACERO COLOMINE / CIUDAD CCS