Psicosoma | Homeostasis
Compartimos un ciclo de homeostasis interno y externo entre organismo y el medio ambiente
13/12/22.- El doctor Sherab Tenzin del reino de Bután visitó por vez primera el continente de América y tenemos la dicha de su presencia en Costa Rica. Le entrevisté en el mes de agosto y me asombró su extrema sencillez y humanidad al compartir charlas de sanaciones de la medicina tradicional Tibetana (Instituto Médico Tibetano Chagprol en Darjeeling), él estudia las plantas medicinales y es defensor de plantaciones medicinales en peligro de extinción; apoya al doctor Rodolfo González Paz y Lindsay Ryan en intercambios de la ciencia moderna y la medicina Tibetana en la región Centroamericana. En medio de cosas importantes que decía me sorprendió sobre el cuido del agua a tomar todos los días y que esta debería ser hervida por treinta minutos y siempre tomarla caliente a tibia o al menos de tiempo, eso me puso a volar al recuerdo de mis nonas Celedonnia y Fortunatta, quienes me enseñaron a cuidar la Pachamama Mamayaku-diosa del agua- y a tomar siempre agua hervida y le cuento esa anécdota como de las yerbas de uña de gato, chuchuhuasi, chuquiragua, huacapurana, quina, coca, retama…
Desde Asia, desde reino de Bután, desde las altas punas de mi pueblo Apurimac, revivo parte de mi infancia en las nieves eternas de las cordilleras, vicuñas, llamas, vizcachas, vuelo del cóndor y hoy, con la puñalada a la democracia del Congreso peruano, me abrazo a Bután, con el índice del país más feliz del mundo (reproduce Índice Felicidad Nacional Bruta) y a Costa Rica del “Pura Vida” que vive más de las propagandas y afiches con una economía de PIB -ranking 43 entre los países más ricos del mundo- El guía espiritual Rinpoche dice al respecto de la felicidad: “La Felicidad Nacional Bruta es un conjunto de condiciones colectivas que son generalmente necesarias para vivir una buena vida”. Dicha felicidad se funda en cuatro pilares: bondad o amabilidad amorosa, compasión, desapego y karma, y siempre favorece a la comunidad.
Hoy prima la sociedad del yo y es hasta casi comprensible la “hipnosis colectiva” de los medios de comunicación para la exaltación y manipulación, a fin de consumir o “picar de todo con técnicas del neuromarketing, casi nada se les escapa con las ventas del “agua pura” es vender sed y desear… y así vamos a la “muerte asistida” más temprano dadas las alteraciones tiroideas, diabetes en niños y púberes, aumento de hiperkinesia, alzheimer, parkinson, obesidad, infertilidad, baja de líbido, insomnio, depresiones, amenorreas, cáncer…
El agua saborizada “supra cool” mientras la del barrio, ya no es incolora, inodora e insípida. ¿Conocemos los informes de tratamientos de aguas? ¿Alguna vez vamos a construir un hogar sin toxinas? Las aguas servidas recicladas se parecen a la limpieza de las piscinas por el arsenal de químicos, y ¿quién respira la desinfección de piscinas? Compartimos un ciclo de homeostasis interno y externo entre organismo y el medio ambiente con procesos autorreguladores al equilibrio homeostático, pero los estímulos endocrinos están sobresaturados por los sentidos de la vista, gusto, olfato, oído, sinestesia por lo que nuestras hormonas se perturban, deprimen con los disruptores endocrinos –sustancias químicas–, que se acumulan (pruebas de ftalatos en la orina) y están invisibles en los helados, alimentos, productos de higiene, plásticos, pesticidas…, y a la par sumamos el desequilibrio ambiental, la “suerte” genética, el costo de la alimentación por las nubes, salud psíquica al borde, pero el “cuerpo cobarde” lucha para lograr la homeostasis.
Rosa Anca