Micromentarios | Noche de paz
La canción más conocida
20/12/22.- No existe una canción de Navidad más conocida que Noche de paz. Cada diciembre, desde mediados del siglo XIX, en todas las regiones del planeta miles de voces entonan sus seis únicos versos, sin conocer la maravillosa historia de su composición. Esta sucedió en 1818, en un pueblo de Austria, llamado Oberndorf.
Poco antes de la Navidad de ese año, un anónimo ratón se coló en el interior del órgano de la iglesia de San Nicolás de Oberndorf y, con sus dientes, abrió tal agujero en la madera que inutilizó el instrumento. Cuando Franz Grüber, organista de la iglesia, descubrió el daño, le escribió a Carl Maraucher, el constructor del órgano, pidiéndole que se trasladara urgentemente a Oberndorf para repararlo.
La respuesta de Maraucher fue desoladora: tenía tantos compromisos antes de fin de año que le resultaría imposible reparar a tiempo el órgano de la iglesia de San Nicolás.
Pero ni Franz Grüber, ni Joseph Mohr, ni el párroco de San Nicolás, eran de los que se rinden ante las dificultades.
Como ambos eran maestros de guitarra, Mohr ideó hacer unos arreglos para ese instrumento y evitar la aridez musical de su parroquia en Nochebuena. Además, como también se sentía inclinado a escribir poesía, el 23 de diciembre de 1818 ocupó parte de la noche elaborando un poema que entregó a Grüber el 24 en la mañana, con el encargo de que le agregara música de villancico e hiciera un arreglo para guitarra, dos voces y coro.
Con gran celeridad, Grüber concluyó el encargo esa misma mañana y, por la tarde, improvisó un pequeño coro con los vecinos que pudo reclutar.
Esa noche, durante los servicios religiosos de la Navidad y las siguientes noches hasta el 6 de enero, por petición de los feligreses, en las misas de la iglesia de San Nicolás de Oberndorf se cantó varias veces Noche de paz. En esas primeras audiciones, Mohr participó como tenor y Grüber como bajo.
En enero de 1819, ya concluidas las fiestas navideñas, Carl Maraucher, el constructor del órgano, llegó a reparar el órgano y se enteró del éxito de la composición hecha a raíz de su forzada ausencia.
Cuando la escuchó, quiso una copia de la partitura para hacerla circular en el valle de Ziller, de donde era nativo, una región célebre porque de ella habían surgido varios grupos familiares de cantantes. Seis años después, una de estas familias, los Rainer, popularizó Noche de paz en toda Europa, haciendo que, entre 1824 y 1838, la canción se conociera hasta los últimos límites del continente.
Noche de paz llegó a Estados Unidos en 1839, cuando miembros de la misma familia Rainer la cantaron en Nueva York, en un concierto navideño al aire libre. Desde entonces, el villancico compuesto por culpa de un ratón se convirtió, simultáneamente, en el símbolo sonoro de la Navidad y en la canción más popular de la historia.
De ella se han hecho más versiones no grabadas en disco que de ninguna otra pieza musical. En este campo supera a Yesterday, de Los Beatles, que es la de mayor cantidad de versiones grabadas.
Armando José Sequera