Petro tiene una difícil tarea por delante

El nuevo presidente de Colombia buscará la paz a toda costa

¡ALERTA! ¡ALERTA QUE CAMINA! La espada de Bolívar por América Latina. Fue lo que más se escuchó cuando Gustavo Petro, una vez tomó posesión como presidente de Colombia, solicitó trasladaran la espada del Libertador desde el Palacio de Nariño a los espacios donde se desarrollaba el acto de juramentación del nuevo mandatario neogranadino. Nos pareció muy emotivo el hecho que, mientras eso sucedía, el público coreaba ese cántico tan revolucionario y tan conocido por la gente de izquierda de Venezuela, Colombia y toda América Latina. Pero lo mejor fue cuando Petro manifestó que esperaba que en el futuro esto se hiciera consuetudinario, y que este símbolo de la América libertaria no se guarde hasta que se haga justicia y reine la paz en Colombia. Nosotros agregamos: hasta que se haga verdadera justicia en América Latina y execremos la bota yanqui de todo este gran espacio geográfico, que desea tener verdadera autonomía y caminar a un desarrollo sostenible, sin necesidad de que las mal llamadas primeras naciones del mundo intervengan en sus asuntos.

Ya hemos dicho en anteriores columnas que tenemos nuestras reservas con Petro, pero no hay dudas que en su discurso dejó claro que gobernará para la gente y que buscará la paz de Colombia a toda costa, por ello hemos visto cómo ya han comenzado a activarse los diálogos de paz en Cuba y ahora solo falta que busque la aprobación de una nueva reforma tributaria, donde –según dijo el propio Petro– se buscará que quienes más tengan paguen más impuestos, algo que suena lógico, pero que de seguro tendrá mucha gente en contra, en especial de la oligarquía colombiana, que estuvo acostumbrada a gobernar y patear a los más desposeídos. Ya los medios de comunicación, muy a favor de la oligarquía, comienzan a atacar a Petro, pero el nuevo mandatario ha dado sus primeros pasos muy firmes y con pie de plomo, y por ello dejó claro en días pasados que Juan Guaidó es un ser inexistente y además ha decidido retomar las relaciones diplomáticas con Venezuela designando como embajador a Armando Benedetti, quien por cierto dijo que el nuevo Poder Ejecutivo colombiano hace esfuerzos por devolver Monómeros a quien realmente pertenece, que no es otro que el Estado venezolano dirigido por Nicolás Maduro como presidente.

Por su parte, el jefe del Estado venezolano también nombró a un embajador, y para ese cargo fue designado un hombre de gran experiencia en la diplomacia como Félix Plasencia, quien se sintió agradecido por el nombramiento y dejó claro que está dispuesto a trabajar para que las relaciones entre Colombia y Venezuela sean mejor de lo que fueron hace diez años. Desde nuestra perspectiva estos nombramientos y la apertura de la frontera entre ambas naciones permitirá fortalecer y restablecer el comercio entre ambas naciones, que en algún momento llegó a rozar los 10 mil millones de dólares en intercambio comercial, que es la meta que se ha propuesto como representante diplomático en Caracas Armando Benedetti. Esperaremos a ver cómo se desarrollan los acontecimientos, por los instantes el viento sopla a favor de Venezuela y Colombia.

DONDE NO SOPLAN BUENOS VIENTOS es en Argentina, donde el gobierno del presidente Alberto Fernández cada día parece girar más a la derecha que a la izquierda progresista que representa, y a pesar de que el embajador de este país en Venezuela, Oscar Laborde, reconoció que el avión de Empresas de Transporte del Sur (Emtrasur) está secuestrado debido a una orden judicial, el jefe de Estado gaucho no se ha pronunciado al respecto, lo que nos da a entender que se hace el desentendido y no procura mediar ante la justicia argentina para que el Boeing 747 sea devuelto a Venezuela. Ahora bien, consideramos que desde nuestro país hubo una respuesta muy tardía a este tema y no se hicieron las diligencias diplomáticas necesarias desde el pasado 6 de junio cuando el avión fue retenido por las autoridades de la nación sureña, a sabiendas que el presidente Fernández no simpatiza mucho con el gobierno de Nicolás Maduro y ha sido muy tibio al momento de sentar posición con respecto a Venezuela. Entonces, dejaron que la situación avanzara mucho y cuando se comenzó a actuar un juez ya tenía casi lista la orden judicial para retener la aeronave de Emtrasur.

Lo bueno de todo esto es que el representante diplomático de Argentina, Oscar Laborde, dejó claro en su cuenta Twitter que el avión se encuentra secuestrado por disposición del juez federal Federico Villena, que se basó en lo estipulado en el Código Penal de Argentina, y además señaló que las relaciones entre Argentina y Venezuela no se han visto afectadas por el incidente, algo que nosotros consideramos pudiera suceder, ya que lo que se está haciendo con la aeronave y sus tripulantes es un vulgar secuestro y retención de un personal, al que, tal como lo dijo Laborde, no hay nada que reprochar.

EL PROCESO DE RENOVACIÓN DE LAS ESTRUCTURAS DE BASE DEL PSUV avanza sin contratiempos, sin embargo pudiera suceder que en algunas comunidades se reelijan los liderazgos debido a lo apática que puede ser la gente en algunos sectores, porque la ciudadanía no termina de entender, a 23 años de Revolución Bolivariana, lo que es la democracia participativa. Es un problema que va más allá de los lineamientos de partido, porque a la gente a veces le cuesta asumir compromisos políticos y sociales, a sabiendas de los grandes beneficios que esto puede traer para su comunidad. Esperemos a ver cómo se desarrollan, pero de seguro se renovará mucha gente en sus cargos dentro del Partido Socialista Unido de Venezuela.

Y LOS PRECIOS SE SIGUEN DISPARANDO, mientras el pueblo hace milagros para adquirir los alimentos y productos de primera necesidad, a su vez  el dólar ha comenzado de nuevo a subir y el Banco Central de Venezuela (BCV) se mantiene inmovilizado. Esperemos que se tomen medidas al respecto, porque la gente en la calle no sabe qué hacer para poder llevar el pan diario a su casa. El salario mínimo es insuficiente para cubrir las necesidades básicas, y sabemos que el Gobierno hace grandes esfuerzos, pero se está quedando corto.


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