Memorias de un escuálido en decadencia | Lula

Aquí, en lo queda de Venezuela, ninguno de nosotros ha dicho un carajo

12/01/23.- ¡Me río de janeiro! Somos cavernícolas. Apenas, el primero de enero, le dieron el poder a Lula en Brasil, y nosotros no fuimos a darle el feliz año pa' ti, al momento salieron unos carajos como nosotros, la gente decente y pensante de este país, a darle su coñazo para que respete. Ahí nos metimos en Planalto y destrozamos todo lo que teníamos al frente, para que sepan todos con quién carajo se meten cuando se meten con nosotros. Ya nuestro líder Bolsonaro, ¡qué arrecho ese hombre!, se había ido del país para no colocarle la banda presidencial al comunista ese, y la orden fue echarle bolas, y así lo hicimos. Ya lo mismo habían hecho los compañeros de Donald Trump en el Capitolio allá en Washington ni son, y aquello fue el ejemplo que nosotros seguimos, la vaina no era para tomar el poder, era para que sepan que somos arrechos y estamos dispuestos a todo por la patria. Aquí, en lo queda de Venezuela, ninguno de nosotros ha dicho un carajo. Nadie se atreve a decir que apoya ese movimiento del compañero Bolsonaro porque lo van a mirar feo, pero más de uno está contentísimo con eso, y uno de ellos dijo que si el día que se autojuramentó el interino se hubiesen ido a Miraflores, ese mismo día le quitábamos el poder al dictador. Es que se les ocurren unas vainas a estos compañeros de cantos y labores.

Y ya viene el día del maestro, el 15 de enero. Y los maestros no esperaron ese día. Salieron a darle clases al dictador diciendo que no están dispuestos a calarse ese sueldito que no les da nota. Y muchos medios oficiales callaron, pero todos los vieron por toda Venezuela protestando. Y nosotros, como siempre, diciendo que ese paro fue gracias a que nosotros lo apoyamos y estamos al frente. Pescando en río revuelto y halando la brasa para acá. Allí salieron Andrés –A cero cincuenta– Velásquez y María –Súmate- Machado a decir que son ellos los líderes de ese salón de clases. La verdad es que nada no nos da vergüenza. Nosotros que hemos pedido a Estados Unidos que profundice hasta más allá de más nunca las sanciones y el bloqueo, ahora salimos a apoyar el paro, como que nosotros fuéramos unos santos. Y lo peor es que por lo visto el compañero Julio – Asesino de Niños– Borges, parece que tiene la orden de apoyar esos paros y todo lo que venga de ahora en adelante contra la dictadura. Así dice una información que salió por ahí. Es decir, que estamos rejodidos. Porque así como los compañeros opositores de Brasil tienen a su líder en Estados Unidos, nosotros los tenemos repartidos por todo el mundo: en Colombia, España, Estados Unidos, Panamá, Costa Rica y más allá. Es que somos verdaderamente democráticos. Tenemos líderes en todas partes del mundo que no se para ni un momento.

Lo que sí es cierto es que el dictador está asustado. Porque el mismo día que salieron los maestros a dictar cátedra, dijo que no se pongan a creer en pajaritos preñaos, que Venezuela está pariendo los recursos, ajá, ajá, pero antes nos había dicho que había una reactivación económica del carajo, y ahora nos dicen que están pariendo. Así que viene nuestra oportunidad. También dice el jefe de la banda de la Asamblea Nacional que por lo visto van a cambiar las autoridades del CNE. Buena noticia para nosotros que nos queremos tanto. Donde también hubo un cambio de junta directiva fue en Pdvsa, y allí solo faltó que pusieran al chamo aquel de Pdvsa Gas, un tal Jacobo Grey, que se llevó hasta el queso que había en la mesa de la unidad democrática.

El papá de Margot, en medio de la sala, dijo: “Ahora más que nunca están dadas las condiciones para que nosotros lleguemos al poder. Nadie puede comer con el sueldo que gana. Y la gente piensa con el estómago. Los maestros son los primeros en darnos clases al salir a protestar. Ya vendrán otros. Lo malo es que nosotros no tenemos a nadie en quién creer. Todos son caimanes del mismo pozo”. Y se fue al cuarto y agarró la puerta y le metió ese coñazo tan duro que le vecina gritó: “¡Anda a tumbar a Lula, muérgano, y no tumbes la puerta!".

—Dime que sí que me amas -me canta Margot.

Roberto Malaver

 


Noticias Relacionadas