Y a fin de cuentas, ¿qué es el dólar criminal?

El dólar se ha usado como una herramienta política para provocar un "cambio de régimen".

 

“Es la expresión de una economía enferma, en este caso, rentística y los impactos que ella sufre a partir de una especulación desaforada” – Jesús Faría

 

20/01/23.- Aristóbulo Istúriz dijo y repitió que “si quitamos el control de cambio, nos tumban”. Luego de mantener dicho control por un largo período, el gobierno de Nicolás Maduro lo suprimió. La profecía aristobuliana no se ha cumplido, pero no ha sido por falta de intentos de los adversarios, que han hecho todo lo posible para, mediante maniobras en el campo monetario, concretar el tan cacareado “cambio de régimen”.

A más de cuatro años de haberse flexibilizado el uso de la divisa estadounidense, las arremetidas llevadas a cabo con el dólar como ariete están a la orden del día. Venimos de un diciembre en el que las fuerzas que manipulan el tipo de cambio actuaron sin piedad. El 2023 comenzó sin signos de que vaya a modificarse esa estrategia destructiva.

El presidente Nicolás Maduro llamó, al Alto Mando Político Militar y al pueblo, a combatir contra el dólar criminal durante una jornada de trabajo con las autoridades políticas, militares y policiales de las instancias regional, municipal y  nacional, en el Hotel Humboldt.

Maduro expresó que hay un dólar oficial, marcado por el Banco Central de Venezuela de acuerdo con las reglas de la economía.

“El dólar criminal es un instrumento sobreviviente de la guerra económica para perturbar la vida de los venezolanos. Por eso he llamado a defender el marcador del dólar oficial, porque además es un dólar efectivamente adaptado a la economía, al mercado, realista, objetivo y no el dólar criminal que manejan cuatro mafias desde Miami; que pretende dañar la paz, la tranquilidad y las Navidades para el pueblo de Venezuela”, recalcó el presidente.

El gobierno nacional asegura que los problemas que generaron otro violento salto de la divisa estadounidense son orquestados por sectores opositores externos que buscan sabotear la economía venezolana.

El diputado Jesús Faría, considerado uno de los artífices de la política económica del gobierno, definió al dólar criminal así: “Es la expresión de una economía enferma, en este caso, rentística y los impactos que ella sufre a partir de una especulación desaforada que se desata por un déficit crónico de divisas en el mercado cambiario, consecuencia a su vez del terrible bloqueo al que estamos sometidos y que tiene propósitos políticos desestabilizadores”.

Faría afirma que para combatirlo se deben desarrollar las fuerzas productivas en la economía del país.

 

Para Faría, ese tipo de cambio merece el apelativo de “criminal” porque impacta de una manera muy dura contra el pueblo y porque genera  inestabilidad política.

“¿Cómo se soluciona eso? –se pregunta retóricamente-. En términos estructurales, con una economía mucho más diversificada, posrentista. Para esto se necesita un despliegue de las fuerzas productivas que apunte a la consolidación de un aparato productivo moderno, diversificado y de un alto nivel de productividad”.

Pero, claro, eso no ocurrirá en breve. Se necesitan acciones con resultados más oportunas y Faría así lo entiende. “En lo inmediato con un abundancia de divisas que permita aplacar la demanda exagerada y especulativa. Para eso es necesario incrementar la producción de petróleo, algo que ya estamos logrando, gracias a que estamos venciendo el bloqueo”, aseguró.

La también economista Pasqualina Curcio, quien mantiene posiciones críticas respecto a la política cambiaria, dio a Ciudad Ccs su propia definición: “El dólar criminal es el arma de guerra más poderosa que el imperialismo ha utilizado históricamente contra los pueblos que no están alineados a sus intereses. Es un arma de guerra no convencional, por lo tanto no responde a criterios económicos, sino a criterios políticos y de guerra”.

Curcio explicó que esta arma actúa a través de la manipulación del tipo de cambio a través de los medios de comunicación. “Antes fueron los periódicos, ahora son las redes sociales. Busca siempre incidir en el comportamiento y en las expectativas de los agentes económicos para desestabilizar toda la economía. Cuando el agente económico, sea oferente o demandante, observa que el tipo de cambio siempre aumenta, asume ese aumento como una expectativa y adapta su comportamiento a esas expectativas. Lo hace ‘de manera racional’ porque solo busca maximizar su utilidad”.

Siempre didáctica, Curcio expuso que la manipulación cambiaria tiene seis efectos:

  • Incremento de los precios. Esta es la causa determinante y fundamental del aumento de los precios en Venezuela y ha llegado a tener niveles hiperinflacionarios.
  • Deterioro del poder adquisitivo, especialmente el de la clase trabajadora más necesitada porque los salarios que devengan no se ajustan al comportamiento del tipo de cambio, como sí lo hacen el resto de los bienes y servicios.
  • Disminución de la producción nacional por caída de la demanda de bienes y servicios.
  • Deterioro de los bienes y servicios que presta el sector público, pues, al igual que la clase trabajadora, la administración pública, que funciona con un presupuesto fijo, ve afectado su poder adquisitivo ante los incrementos de precios.
  • Dolarización de hecho de la economía, sobre todo si no se produce un incremento en la cantidad de bolívares en circulación, requeridos por el aumento de los precios. El espacio que se deja vacío, lo cubre, el dólar.
  • Grandes desigualdades que se generan con todos los efectos anteriores.

“Como no depende de criterios económicos, sino políticos, no se resuelve con acciones económicas. No es un asunto de demanda y oferta de divisas. Por eso no tiene efecto la inyección de divisas en el mercado cambiario. Ese tipo de medidas solo contribuye a liquidar las pocas divisas que están ingresando y con ello apoya el discurso mediático (acompañante imprescindible del dólar criminal como arma de guerra), según el cual Venezuela está en quiebra”, subrayó la economista.

Estafador y malandro

La periodista Luisana Colomine, siempre muy activa y polémica en Twitter, dio también su opinión sobre el dólar criminal: “Es un eufemismo, puro marketing, como el despecho de Shakira”.

La comunicadora sostiene una de las principales objeciones que pueden hacerse a la política cambiaria: la tasa oficial es arrastrada por la del dólar “criminal” y a veces están casi al mismo nivel.

“No sé cuál es más criminal: si el dólar ‘negro’ o el ‘oficial’. Para mí ambos significan pobreza, desigualdad social, limitaciones. Por primera vez en mi vida me siento pobre, y más criminal me parece la falta de acciones de parte del gobierno, pues ha permitido total libertad para fijar precios en bienes y servicios. El pueblo es la gran víctima, el asalariado, el pensionado, el jubilado. Por eso no se debe deslegitimar la protesta, pues es justo que la gente quiera rescatar su calidad de vida”, expresó.

A la cercanía entre la tasa especulativa y la fijada por el Banco Central se suman las insólitas operaciones que realizan los comerciantes para obtener ganancias adicionales del fenómeno cambiario. La lista de vivezas es interminable y van desde cobrar a una tasa y dar el vuelto en otra hasta exigir criterios estéticos para aceptar los billetes verdes.

Es decir, que ese aristocrático estafador llamado dólar criminal muestra que también otra faceta en el día a día: la de un vulgar malandro.

CLODOVALDO HERNÁNDEZ / CIUDAD CCS

 

 


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