Estoy almado | El falso defensor del salario
Sobre la propuesta de legalizar los bonos dolarizados que hoy reemplaza el salario
21/01/23.- El proyecto se llama Ley de Emergencia Laboral. Lo propone Fedecámaras, pero no directamente, sino por intermedio de uno de sus expresidentes, que ahora ostenta un cargo dentro de la propia OIT, el organismo con el cual el Gobierno debe tratar el tema salarial en una próxima reunión, prevista a realizarse en la isla de Margarita, entre los últimos días de enero y comienzo de febrero.
Antes de comentar la propuesta legal, es importante ubicar el papel que juega actualmente la patronal empresarial. Fedecámaras es hoy el partido antichavista de facto que más ha sabido moverse en el tablero político venezolano.
Mientras el extinto interinato de Guaidó robó descaradamente las arcas del país mediante los activos en el exterior, Fedecámaras posicionó la idea de que luchaban por los intereses de los trabajadores, en especial por la recuperación del salario. En su momento también logró algunos créditos, acaparó un alto volumen de dólares a tasa BCV que el Estado inyecta a la banca y fue artífice de eliminar varios aranceles e impuestos con la excusa de que necesitaban mejores condiciones para recuperar la economía nacional. Vía libre para el libertinaje mercantilista.
Por otro lado, se venden (aún lo hacen por redes, medios tradicionales y marketing disfrazado de periodismo) como los supuestos defensores de los trabajadores venezolanos. Se aprovechan de los señalamientos que recibe a diario el Gobierno de no querer supuestamente aumentar el salario. Precisamente, ese fue uno de los argumentos de Fedecámaras en el seno de la OIT: deterioro del salario por “incapacidad” y “falta de voluntad” del Gobierno. Claro, ellos no asumieron ninguna responsabilidad en el asunto. Al contrario, se muestran como víctimas de la actual precarización laboral. Usan la narrativa de que sin trabajadores el empresario no puede recuperar la economía; y si eso hoy está ocurriendo es porque, por supuesto, el Gobierno lo promueve, según ellos.
El primer logro de Fedecámaras fue ganarle el debate a los representantes de la Revolución en la OIT para que este organismo viniera al país a “presionar” al Gobierno para que tomara medidas a favor de la clase obrera. La simbología de la visita es que el Gobierno supuestamente no quiere o no puede resolver el tema salarial y, por tanto, es necesario la intermediación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Sin duda, es un reflejo del mundo al revés que vivimos.
Hoy, Fedecámaras se jacta de mostrar cómo logró que la OIT ande por estos lares. También pregonan que, después de más 20 años de Revolución, el Gobierno participa en una comisión tripartita para reunirse con ellos y una CTV exprés que nadie sabe de dónde salió. La patronal empresarial ha obtenido estos “avances” señalando, en la OIT, al Gobierno de perseguidores y acosadores de la actividad económica; presentan al Poder Ejecutivo como desinteresado en que se recupere la economía nacional.
Ahora aprovechan la turbulencia de la precarización salarial para presentar el proyecto legal de Emergencia Laboral. Lo hacen en víspera de la próxima reunión de la OIT en el país. Afortunadamente, es solo una propuesta, pero ya la esparcieron en redes y medios digitales granjeándose, incluso, el apoyo de tirios y troyanos, y reforzando la tesis malvada de que el Gobierno es irremediablemente antiobrero.
Cualquier incauto que escuche la propuesta de Emergencia Laboral puede decir que la ley lo que hará es reconocer algo que pasa en la práctica: legalizar la bonificación dolarizada que reemplaza el salario que no alcanza. ¿Quién se puede negar a eso? A corto plazo, pareciera que los más beneficiados son los trabajadores, yno faltaría quien lo haga extensible en la Administración pública.
Además, los promotores de la propuesta dicen que los patronos podrán aumentar mensualmente el salario en dólares “sin tener (los patrones) que estar aterrado por la influencia en las prestaciones (sic)”.
Sin embargo, la letra pequeña de esa propuesta legal es que plantea suspender el cálculo de las prestaciones sociales, vacaciones y utilidades. Es decir, pescando en río revuelto, quieren borrar de un plumazo las reivindicaciones históricas de la clase obrera. Se trata de un golpe directo a la actual Ley del Trabajo promovida por Chávez, ya herida por la crisis y las sanciones.
Para calmar las objeciones, el representante de Fedecámaras en la OIT dice que la propuesta de suspender las prestaciones sociales será apenas por “dos años”, mientras se recupera la economía. Evoca la misma receta de los años 90: recortar derechos sociales para permitir una “libre recuperación económica”... que sabemos cómo terminará.
Es sabido que cuando se suspenden los derechos laborales como algo transitorio por una coyuntura económica, ese derecho termina eliminado hasta nuevo aviso, salvo que los trabajadores, como en otrora, dejen el pellejo y la vida en la lucha para reconquistar el terreno perdido.
Sí, es cierto que es solo una propuesta de la derecha empresarial; que no es para tanto, pero queda claro a cuál escenario quiere llevarnos ciertos sectores empresariales manipulando el descontento legítimo de la clase trabajadora por los salarios insuficientes.
También es un indicativo de que en medio de esta tormenta económica hay que aprender a decodificar que detrás del heroísmo fedecamarístico se esconde un falso defensor del salario.
Manuel Palma
Correo: mpalmacabello@gmail.com