AfroUrbe | Al ritmo de China
Celebramos hoy en AfroUrbe el año chino 4721, bajo el signo conejo con el símbolo de agua
22/01/23.- Hoy es un día muy especial para la comunidad china en el mundo, porque inicia su festividad con la primera luna nueva del primer mes lunar que coincide en el período entre el 21 de enero y 21 de febrero. Para el calendario gregoriano, este 2023 inicia el 22 de enero.
A diferencia de occidente, que nuestro ciclo se cuenta con la historia de Jesús de Nazareth, para el gigante asiático inicia con la coronación del Emperador Amarillo Huangdi, en el 2698 antes de Cristo.
Soy una observadora de esta civilización milenaria con el pronto vuelo de mi hermano Mancerista para aquellas tierras, además del que tuve el honor de representar a nuestro país con la agrupación Herencia, momento en que se tejía un punto en el entramado de las relaciones entre China y Venezuela, en el que el tambor de la Caracas AfroUrbe repicó para sellar acuerdos desde las culturas que hoy son realidad.
Aquel viaje en el año 2016 y para China el 4714 –el año del mono del fuego– recuerdo con gratitud esta gira musical y formativa en escenarios tan nutridos y diversos como la Gran Muralla, espacio en el que sonó el tambor afrovenezolano entre sus rocas milenarias. Hemos repicado incesantemente para el Sol Eterno, la tierra de los tambores de Fuego. Nuestra Danza-Canto hace vida y empezaron a sonar: repicar que se extendió a plenitud con un taller en la Universidad de Pekín, cuyo acercamiento fue magistral, genuino, culturas y construcción en el Encuentro. Compartimos el círculo de repicar, la liberación y la unión de sonoridades, cada uno de nuestros cantos, y con toda la fuerza de las sonoridades afrovenezolanas contemporáneas: Patarrumba y del Funk'ata.
Los ritmos chino y afrovenezolano nos encontramos en el Centro de Arte de la Biblioteca Nacional de la República Popular China: exitoso el homenaje ancestral afrovenezolano al Comandante Chávez, quien fue importante impulsor de las tradiciones y la querencia por lo nuestro, fruto de esto es el convenio China-Venezuela.
Tuvimos el privilegio de seguir ahondando en el intercambio de nuestras manifestaciones culturales a partir de la visita ancestral al respetado y reconocido Palacio Imperial o Ciudad Prohibida: la estética nos embargó, nos cobijó y nos asombró.
Las Herencias se encontraron en un solo lugar.
De Beijing a la Provincia de Guandong, específicamente a la ciudad de Shénzhen, que significa “zanjas profundas”, para brindar un concierto en el Centro de Desarrollo Público de Cultura y Deporte del Distrito Futian de la Ciudad de Shenzhen.
En este centro visibilizan los patrimonios culturales materiales e inmateriales. Aquel día fue mágico dado que la confluencia entre ambas naciones se dio al instante de que Zhai Zeng Tao con su Bagua Taiji (danza) confluyeron con el clarín interpretado por el maestro Manuel Moreno, dando la fusión entre ambas vertientes ancestrales en el milenario continente. Del mismo modo confluyeron el poder femenino en manos de Fei Zhi Mei y Jennifer Concepción al mostrar el Face Off in Sichuan Opera y la danza afrocaribeña mientras la cadencia del Sun Sun Babaé a tiempo del tambor afrovenezolano resonaba dejando impávida y extasiada a la comunidad china que colmaba la sala.
En este relato de viaje pasamos a la Región Administrativa Especial de Macao. Una de las particularidades de esta nación reside en “un modelo, dos sistemas”. En ese sentido, tras este impetuoso viaje por los sistemas económicos, el tambor afrovezolano llegó a Macao Tower –la torre más alta de Asia–, símbolo económico de la región.
Tras diez días continuos de trabajo incesante y recorrer las vías de la inmensidad asiáticas, del gran impacto causado por la proyección de nuestro amor patrio moldeado en nuestros tambores, canto y danza, retornamos a nuestro terruño a seguir dando la batalla en el campo de la cultura e impulsar una industria productiva en el campo de las artes, en particular en la música en la que estamos dando el todo por el todo desde nuestro ser cultor, musical, de investigación, docente y de labor comunitaria por la vida y por la paz.
Hoy, entre recuerdos de la inmensidad asiática en el barrio chino caraqueño, doy “la bienvenida a la felicidad que se apodera de la buena suerte, demoler lo viejo y traer lo nuevo y orar por una buena cosecha”. Feliz año nuevo del conejo de agua.
Mónica Mancera Pérez
@mujer_tambor