Entorno Global | El principal desafío para EEUU y la OTAN: China como actor global

Por: Orelys Castillo

La Cumbre de la OTAN, celebrada en Madrid, en junio de 2022, estableció dos criterios altamente significativos: que Rusia es una amenaza y China es su principal desafío. En su Declaración destaca que:

Las ambiciones declaradas y las políticas coercitivas de la República Popular China (RPC) desafían nuestros intereses, seguridad y valores (...) que busca controlar sectores tecnológicos e industriales clave, infraestructura crítica y materiales estratégicos y cadenas de suministro. Utiliza su influencia económica para crear dependencias estratégicas y aumentar su influencia. Se esfuerza por subvertir el orden internacional basado en reglas, incluso en los dominios espacial, cibernético y marítimo. La asociación estratégica cada vez más profunda entre la República Popular China y la Federación de Rusia y sus intentos de socavar el orden internacional basado en normas, que se refuerzan mutuamente, van en contra de nuestros valores e intereses.

(...) Trabajaremos juntos de manera responsable [la OTAN], como Aliados, para abordar los desafíos sistémicos que plantea la República Popular China a la seguridad euroatlántica y garantizar la capacidad duradera de la OTAN para garantizar la defensa y la seguridad de los Aliados.

Esta definición conceptual geoestratégica se vincula a las acciones de Estados Unidos, que con mayor énfasis durante el gobierno de Trump, se encargaron de promover una nueva estrategia de guerra fría, dirigida contra el crecimiento, contención e integridad de China, y que se caracteriza por medio de las siguientes acciones:

En 2018, inició la aplicación de aranceles de 50.000 millones de dólares a los productos chinos, y con ello, la formalización de la guerra comercial China-Estados Unidos, conflicto que tuvo como caso paralelo de gran repercusión el arresto de la directora financiera, hija del fundador del gigante tecnológico chino Huawei, quien fue liberada en 2021.

2019, Estados Unidos anunció que dejará de proporcionar actualizaciones de su sistema operativo para móviles Android de la marca Huawei en una lucha contra la tecnología 5G.

2020, Estados Unidos y China lograron acuerdos de convivencia a través del “acuerdo económico y comercial entre los Estados Unidos de América y la República Popular de China de la Fase Uno en Washington DC”. Por lo tanto, se permitían reiniciar la comercialización en atención a la prioridad de cada parte.

Sin embargo, en marzo de 2021, la Unión Europea y Estados Unidos iniciaron sanciones contra funcionarios del gobierno chino por “violaciones de derechos humanos contra la minoría uigur en la región de Xinjiang”, acción que se convertiría en una ley que prohibiría el ingreso a Estados Unidos de una amplia gama de productos fabricados en la provincia china de Sinkiang, que tratarían de impactar y desequilibrar las cadenas de suministro mundiales, frenando la importación y producción de paneles fotovoltaicos, de minerales estratégicos, y tratando de frenar el paso en las rutas comerciales y logísticas de la Iniciativa de la Franja y la Ruta.

En septiembre de 2021, se conformó la alianza estratégica militar entre Australia, el Reino Unido y los Estados Unidos (Aukus), diseñada para contrarrestar la influencia de China en la región del Indopacífico.

Durante el mes de noviembre de 2021, la consultora McKinsey & Company publicó que “China superó a EE. UU. como el país más rico del mundo”.

En diciembre de 2021, Estados Unidos desarrolló la Cumbre por la Democracia, celebrada el 9 y 10 de diciembre, en la cual Estados Unidos invitó a Taiwán y excluyó a China y Rusia, tratando de imponer narrativas asociadas a quién verdaderamente es un país democrático, así como inició un “boicot diplomático a los Juegos Olímpicos de Invierno en Beijing”.

En febrero de 2022, hizo pública la primera estrategia para el Indopacífico, enfocada en la contención de China, cuyo trabajo, en conjunto con sus aliados, se centrará en el marco del Diálogo Cuadrilateral de Seguridad (QUAD), que incluye a Japón, la India y Australia. La nueva estrategia sostiene que "ninguna región será más vital para Estados Unidos en el futuro y que la seguridad y la prosperidad estadounidenses dependen fundamentalmente del Indopacífico".

En mayo de 2022, el presidente Biden inicia gira en países asiáticos, participa en Japón, en la cumbre de alto nivel de líderes del Indopacífico y en la cumbre de líderes de la cuarta conferencia o Diálogo Cuadrilateral de Seguridad (QUAD), vista desde China como la OTAN indopacífico, tratando de revitalizar y fortalecer sus alianzas en Asia en el marco de la crisis en Ucrania.

Y recientemente, aunque "públicamente con diferencias" entre el gobierno de Estados Unidos, la alta representante del Congreso, Nancy Pelosi, realizó una visita a Taiwán, en abierto desafío al gobierno de China. Visita que irrumpe y perturba la paz, desconoce los acuerdos establecidos en 1979 de una sola China, principio con el cual se reconoce que el gobierno legítimo ante la comunidad internacional es el de la República Popular de China. Por otra parte, también está orientada a promover las afinidades internas en los Estados Unidos frente a la baja popularidad de Biden ante las elecciones de término medio de noviembre de 2022, y de afectar este nuevo orden multipolar en conformación.

Sin lugar a dudas, esta acción coloca en alta tensión al gobierno de China y debe ser estudiada en este complejo sistema internacional. Esta no será la última acción de provocación, pues un ejemplo de ello son los eventos reseñados y la necesidad de forzar un nuevo escenario similar al de Ucrania. La política de contención es muy clara, y desafiar en temas tan sensibles asociados a la integridad territorial solo puede generar una escalada en el conflicto.

No obstante, China practica una diplomacia orientada a fortalecer las relaciones con respeto en el ámbito económico, político y cultural, y a promover lo que han denominado como el "verdadero multilateralismo"; por ende, en este nuevo periodo de sesiones en la Asamblea General de las Naciones Unidas para septiembre de 2022, importantes serán las acciones del Movimiento de Países No Alineados y la Asociación del Países del Sudeste Asiático, espacios multilaterales propicios para abordar y avanzar en acciones que conduzcan a la paz y estabilidad regional.