Historia Viva | Memorias del 23 de enero: antes, durante y después
Luego del 23 de enero de 1959 se impuso el terrorismo de Estado
25/01/23.- Nos acostumbramos a recordar el 23 de enero de 1958 como una efeméride de nuestra historia contemporánea de reconocimiento memorial, como debe ser, lo que no recordamos son algunos detalles fundamentales para entender cómo Rómulo Betancourt, llamado el “Padre de la Democracia” burguesa, burló y entregó nuestra soberanía y nuestras riquezas con “garantías” al gobierno y al estatus del imperialismo gringo inmediatamente al asumir el poder, luego de la insurrección popular de 1958.
Unos meses antes de producirse la insurrección cívico-militar de enero de 1958, Betancourt confió a un alto funcionario del Departamento de Estado, el director adjunto de la Oficina de Asuntos de América Central ( Sr. Stewart ) en un memorando desclasificado de los documentos históricos de esa dependencia del Gobierno de EE. UU.: …que las tácticas de AD en este momento debían hacer planes para unirse con otros partidos de oposición como URD y Copei para presentar un solo candidato presidencial en las elecciones prometidas. Un candidato probable, dijo, sería Eugenio Mendoza, rico y prominente empresario de Caracas. Es idea de AD que el candidato sea un empresario o industrial, generalmente, respetado en el país y no demasiado afiliado a ningún partido político. Pero Betancourt enfatizó que la oposición unificada no haría pactos con los comunistas.
El líder adeco enlazó astutamente a Mendoza, para postularlo como miembro de la Junta de Gobierno en enero de 1958 y se tiró al ruedo electoral como candidato a las elecciones de finales de ese año. Eugenio Mendoza se retiró de la Junta de Gobierno luego de cobrar y "pagarse" las deudas que le tenía Pérez Jiménez desde sus créditos por los negocios que tuvo con la dictadura.
Toda la confianza que el pueblo venezolano, insurrecto y subversivo colocó en la dirigencia política “democrática” se balanceaba entre la necesidad de justicia social y las expectativas de cambios definitivos en una sociedad plagada de desigualdades.
Los primeros eventos violentos que generó la represión policial de Betancourt, fueron contra los trabajadores públicos y un grupo de desempleados de Caracas que protestaron por la suspensión de medidas de emergencia aplicada por Wolfgang Lazarrábal. En la plaza la Concordia la policía arremetió contra un grupo de manifestantes, muchos de ellos trabajadores públicos sumados a las protestas, con un saldo de decenas de heridos y muertos, era enero de 1959. Pero un año después lo mismo ocurrió con un grupo de trabajadores públicos del transporte y la telefonía, con un saldo de 20 muertos, en noviembre de 1960.
Luego las tareas represivas se hicieron doctrina, fue una constante a lo largo del periodo puntofijista, si hoy fuera gobierno la oposición la situación sin dudas sería la misma o peor.
Rememoro de nuevo aquel documento de 1956 donde se confiesa Betancourt al director Stewart al señalar: … que Estados Unidos podría ser útil para sentar las bases para las elecciones, instando al Gobierno venezolano a poner fin a su "reino del terror". De esta manera, la escena política preelectoral en Venezuela se tranquilizaría un poco. También pensó que Estados Unidos podría usar su influencia instando gentilmente a Pérez Jiménez a organizar elecciones honestas.
El “reino del terror” del que Betancourt se “avergonzaba” fue aumentado cuatro veces peor, luego de asumir el poder, el terrorismo se hizo masivo, cuando con Pérez Jiménez fue selectivo, con los gobiernos del Pacto de Punto Fijo se hizo doctrina expansiva, se consolidó el terrorismo de Estado como sistema.
¿Qué ha cambiado hoy? Mucho del lado del Estado, poco del lado de la hoy oposición que entonces fueron poder. Los trabajadores siguen reclamando un salario digno a un Gobierno cuyos ingresos han mermado drásticamente desde las causas de un asedio continuado, de guerra a la moneda nacional, a pesar de ello, la libertad de protestas pacíficas están garantizadas, salvo erráticas declaraciones de pocos funcionarios de bajo nivel provenientes de partidos de oposición que hoy están en gobiernos locales y que aún sostienen las doctrinas coercitivas para amedrentar a los trabajadores en sus protestas, cuando el partido de gobierno convocó a manifestar para defender la patria en la lucha contra el bloqueo a Venezuela, las causas de la extrema crisis.
Igual siguen manipulando a los trabajadores y colocando las luchas reivindicativas como instrumentos politiqueros para abrirse caminos en la pista electoral, próximas a realizarse en Venezuela ante la tragedia económica generada por el asedio imperial para tratar de engañar al pueblo.
Ya veremos continuos focos de atentados, sabotajes y otros factores negativos que nutren la guerra cognitiva para oxigenar el desaliento y la incertidumbre que dispara a la desmoralización de los sectores populares chavistas o no y que traza la intención de defenestrar al presidente Maduro que con seguridad tendrá como candidato opositor a un “outsider” o importado que tratará de “pegar” el archipiélago opositor con melazas demagógicas.
Aldemaro Barrios Romero
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