29/01/23.- La mano humana, segmento corporal maravilloso que nos permite conectarnos con el mundo exterior, también sufre ciertas patologías que ponen en juego su funcionalidad y calidad de vida, tal es el caso de la enfermedad o contractura de Dupuytren afectando y engrosando al tejido situado bajo la palma de la mano, y en algunos casos de los dedos, limitando considerablemente todos los movimientos.

Con frecuencia, esta contractura afecta al dedo anular y al dedo meñique, y se dice que tiene mayor prevalencia en hombres que en mujeres, aunque eso no está totalmente confirmado ya que ciertos factores externos predisponen a la aparición de la enfermedad sin importar el sexo.

El primer síntoma de la enfermedad de Dupuytren es la aparición de un nódulo duro como un callo en los pliegues de la palma de la mano que no es doloroso, pero sí causa cierta incomodidad; en casos más avanzados se forman cordones de tejido debajo de la piel de la palma que pueden extenderse hasta los dedos y a medida que esto ocurre los dedos se van contracturando creando limitaciones importantes en la mano.

Los dedos anulares y el meñique son los más afectados, pero pueden verse involucrados los otros dedos, tambien ambas manos pueden sufrir la enfermedad, aunque una de ellas es más grave que la otra avanzando de manera lenta en el transcurso de los años.

En la mayoría de los casos, el paciente acude al especialista a chequeo ya que no logra hacer la apertura completa de la mano, la palpación de los nódulos antes descritos puede dar indicio de un posible Dupuytren. Algunos de los ejercicios que se ponen en práctica para realizar el diagnóstico es que el paciente controle si puede colocar la mano abierta sobre una mesa u otra superficie plana o si puede estirar los dedos de forma total.

Inicialmente el tratamiento, a pesar de ser netamente quirúrgico, se pude aplicar con fisioterapia para devolver la funcionalidad de la mano, ganar fuerza y movilidad, contrarrestando las menores consecuencias posibles. El tratamiento quirúrgico generalmente puede restablecer el movimiento normal de los dedos, pero lamentablemente la enfermedad puede volver a presentarse después de la cirugía y hasta en la mitad de los casos, al cabo de diez años.

Ydalmis Bravo