Retina | Pompeo o la maldad
Se propusieron rendirnos por hambre, paralizar toda nuestra capacidad de producir...
30/01/23.- Resulta difícil la entrega del premio a lo peor si las nominaciones incluyen a Donald Trump, Guaidó, Locoldo, Pompeo, Elliot Abrams y Julio Borges. Todos tienen sus méritos para, si no ganan, estar muy cerca del primer premio.
Tienen en común su menosprecio a la humanidad. No hay realmente nadie que les importe más allá de sí mismos. Esta falta de empatía es disfrazada con varias capas de asesoría política que les ayuda a decir: “Presión”, cuando en verdad hablan de asedio, o decir: “Libertad”, cuando exigen el sometimiento de todo un pueblo. Tienen ellos ese elemento, tan útil a la maldad, que es la capacidad de trastocar el sentido de las víctimas, a quienes procuran hacer sentir que las ayudan mientras las desgarran.
No hay duda de que los gringos son los más peligrosos, pero no por ello los más malos. La maldad es mucho peor cuando no se nota o no se espera. Lo saben los escritores del género de terror y lo explotan con eficacia en el cine. No hay nada que genere tanto miedo como la imagen de un niño o una niña puestos para el mal. Quizá por eso Julio Borges no genere tantas expectativas, parece mala gente, se viste como mala gente, se expresa como mala gente y es mala gente. Es un tipo que le ha hecho trampas a todos sus compinches.
Uno que podría engañar mejor es Locoldo López. Se han hecho serios esfuerzos por darle una imagen potable. Todos han resultado insostenibles. Le hemos visto como chofer de autobús, como salta obstáculos, se intentó que fuera poeta y hasta que fuera estadista. Nada funcionó, su mirada vesánica siempre está y subraya su notoria carencia de intelecto. En este punto, es obligado reconocer que, si volvemos a la lista de nominados, podremos comprobar que esta carencia, la de intelecto, es común a todos los nominados.
Sobre los méritos de Guaidó no hay mucho por decir. Tiene a favor que parece gafo y es muy gafo. También muy corrupto, es cierto, pero no por eso deja de ser gafo. Cuando la maldad viene de allí, tiene algunas ventajas: sus víctimas podrían sentir que alguien tan tonto no puede ser tan malo. Si no se entiende bien, puede resultar malo varias veces.
En conjunto diseñaron y pusieron en marcha la agresión más mal intencionada que haya sufrido Venezuela en toda su historia. Se propusieron rendirnos por hambre, paralizar toda nuestra capacidad de producir y distribuir, impulsar la salida masiva de venezolanos y usarlos como pretexto para justificar una agresión militar contra nuestro país.
Como ya sabemos, este propósito sirvió para que se multiplicaran las cuentas de Locoldo, Borges y Guaidó. Nos empobrecieron mientras se enriquecían ellos y, con toda seguridad, unos cuantos gringos corruptos que participan de la jugada.
A la maldad, cuando ya está hecha, no le importa tanto exhibirse. Abrams y Pompeo han contado las motivaciones y los objetivos que se fijaron para causarnos todo el mal . Trump no alardea, él es abiertamente malo y quiere que sepan que lo es.
Creo, a pesar de todos esos méritos, que la mayor ventaja que puede tener la maldad es la de no dejarse ver. Es así que pienso que el premio lo merece más quien nunca mereció el Nobel de la Paz. Si quieren, podemos discutirlo, pero me atrevo a proponer para el premio a quien abrió las puertas de la maldad contra Venezuela. No tengo dudas, el peor es Obama.
Freddy Fernández
@filoyborde