03/02/23.- Desde la primera ronda de negociaciones entre el Gobierno  Bolivariano y las oposiciones –que son las mismas y tienen las mismas mañas de hace dos décadas– se veía venir un final desagradable.

Y es que nunca hubo voluntad de encontrar alguna síntesis entre adversarios que al final navegan sobre la misma barca que es Venezuela.

Y no podía haberla a causa de los muchos intereses en juego, más que razones de las partes… Esto es importante que el venezolano lo entienda para que no le llenen los medios el cerebro de esperanzas que nunca llegan a realidad.

Pero tampoco se podían conseguir acuerdos entre venezolanos porque frente a nuestros gobiernos, que en cada ocasión nos representaron, quien movía sus fichas era los Estados Unidos y no los fantoches, que buscando alguna prebenda, se vienen prestando para engañar, cada vez menos, a los  incautos.

El punto es que en todas estas negociaciones Venezuela exigía el cese del intervencionismo que ahora son las sanciones empobrecedoras… Mientras que la oposición, a sabiendas de su impotencia sobre el tema, siempre pidió la liberación de un preso.

Pero no de un preso cualquiera, porque cada liberado previamente se presentó a un “casting”… como las aspirantes a misses.

Entre los presos candidatos a liberar, al margen de sus reales o presuntos delitos, todos tienen tras de sí poderosos financistas, cuando no son ellos mismos nuevos ricos.

Pero el dinero no es todo: tras de cada excarcelado siempre hay una patota global de la politiquería, abogando… O  un país candidato a relevar a Noruega como sede no oficial de los derechos humanos.

El México de López Obrador no se escapa a este señalamiento… Ni cuando usó ese presidente al diálogo como mono de baraja en su juego de tira encoge con su vecino del norte.

Ni ahora, qué aburrido de tener al abogado Blyde como huésped de honor… Se le ve dispuesto a dejar López Obrador que Madrid releve a Ciudad de México, ahora que los socialdemócratas de Ramos Allup tienen entre los negociantes a dos Luises: Luís Aquiles y Luís Emilio… Todos veteranos de Madrid. Veremos.

Pero lo dicho explica tanto la liberación del general Rodríguez Torres, ahora cercano a la Internacional Socialista presidida por Henry Ramos Allup… Patota de contratistas internacionales cuya sede está en Madrid, capital del país que acogió al mayor general.

Como que desde México le echen una manito al presidente español, enredado en todos los frentes y con una elección a la vista.

Pedro Sánchez se la juega llevando el diálogo venezolano a Madrid y no solo porque es casi imposible llegar a acuerdos y que se cumplan, cuando el principal titiritero, que es Estados Unidos, no aparece en la lista de firmantes … y los que dicen comprometerse, se acostumbraron a decir embustes.

Cada quien con sus sueños, pero para mí el presidente Sánchez debe pensar dormido sobre qué va a hacer si logra un acuerdo de paz entre gobierno y la oposición venezolana … y luego lo incumplen antes que siga la segunda parte del sueño en La Moncloa.

Digamos que si eso se llegara a dar, enseguida Pedro Sánchez, en su ruta a un Nobel de la Paz que le garantice futuras elecciones … se dirigiría a Vladimir Putin y Volodymyr Zelenski,  para dialogar un cese al fuego.

Total, si se consigue un acuerdo entre venezolanos patriotas y venezolanos representados en estos momentos por míster Biden … pero sin la rúbrica del presidente yanqui. Quizás la fórmula funcione en Ucrania, donde hay una lucha parecida a la que hay entre guarimbas, sanciones y paros petroleros que nos ha empobrecido casi tanto como la Guerra Federal.

¡Soñar no cuesta nada Pedro!

Domingo Alberto Rangel