Ohio bajo amenaza ambiental e indiferencia gubernamental
Autoridades estadounidenses no se han pronunciado por el caso
14/02/23.- Un desastre natural sin precedentes que podría acabar con la población de una región en Estados Unidos (EE.UU.), se conoció el pasado 3 de febrero, luego de que entre 5 y 10 de los cerca de 50 vagones de un tren conteniendo cloruro de vinilo, se descarrilaran.
Este químico que inmediatamente se expandió en la población es peligroso y hasta letal para los seres humanos debido a su alto grado de toxicidad.
El descarrilamiento ocurrió específicamente en la zona de East Palestine, Ohio, al noreste del país norteamericano, muy cerca de la frontera con el estado de Pensilvania, sin embargo, no fue sino hasta el día 10, siete dias despúes que ocurrió el hecho, cuando la situación se agravó por la expansión de los gases.
Según el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, esta sustancia tiene propiedades que pueden derivar en un cáncer de sangre o de pulmón si se respira por un tiempo prolongado.
La situación mantiene en alerta a las autoridades locales, ante el riesgo de que el cloruro de vinilo pueda terminar contaminando el agua potable de la región o siga mezclándose con el aire de la localidad.
De hecho, la quema de esa sustancia produce, a su vez, cloruro de hidrógeno y fosgeno. Este último incluso fue popular en la Primera Guerra Mundial durante los ataques químicos, es decir que la situación corre el riesgo de extenderse.
Sin embargo, este desastre considerado por la población de Ohio como uno de los peores de Estados Unidos, no cuenta con la atención debida de los medios de comunicación ni de las autoridades de Estado.
Hasta ahora, la Casa Blanca no ha emitido información sobre el accidente ni sus conseuencias.
El tren que se descarriló pertenece a la empresa ferroviaria Norfolk Southern y el cloruro de vinilo que estaba almacenado en algunos vagones se utiliza en la fabricación de plásticos como revestimientos de cables o materiales de embalaje.
Ante el riesgo de una explosión mayor, las autoridades decidieron liberar de forma controlada los gases tóxicos provocados por la quema del material transportado. Asimismo, tomaron la decisión de desalojar a la población que vivía dentro de un radio de 1,6 kilómetros del accidente, aunque la medida se extendió al condado de Beaver, Pensilvania. No todos los pobladores quisieron irse de sus casas.
Las autoridades también advirtieron que se crearía una columna de cloruro de hidrógeno y fosgeno, gas que ocasiona afectaciones a la salud y es capaz de causar la muerte.
Sin mucho ruido
La situación se ha dado a conocer de manera informal en las redes sociales, los medios estadounidenses se han hecho a un lado y las investigaciones no han sido de importancia.
Sin embargo, un nuevo hecho si ha acaparado la atención de la prensa internacional y el Pentágono, quien informó sobre supuestas apariciones de objetos aéreos no identificados en Estados Unidos y Canadá.
Con todo, las teorías de conspiración no se han hecho esperar en las redes sociales, en medio de la falta de claridad por parte de las autoridades estadounidenses, al punto de que algunos medios de otros países han calificado de "Chernobyl químico de EE.UU.", al incendio del tren.
Por su parte, la National Transportation Safety Board informó que un problema mecánico fue la causa del accidente, mientras que la Agencia de Protección Ambiental (EPA) declaró que el daño ambiental es limitado.
NARKYS BLANCO/CIUDAD CCS