Alfredo Naranjo: "Ningún género musical es más completo que otro"
El vibrafonista es reconocido por su aporte a la salsa y al jazz en Venezuela y la región
25/02/23.- El jazz y la salsa experimentaron un cambio significativo en su sonoridad, gracias a la inclusión del vibráfono, un instrumento armónico de percusión que estuvo presente en las orquestas más importantes que revolucionaron el panorama musical del siglo XX.
Desde el vibrafonista de jazz estadounidense Lionel Hampton, hasta Tito Puente, que además de lograr el reconocimiento internacional como timbalero y director de orquesta, mostraba su virtuosismo en aquel instrumento pariente de la marimba y el xilófono.
En Venezuela, Alfredo Naranjo es considerado un músico excepcional a la hora de hablar sobre la salsa y el jazz que se gestó en la movida nocturna caraqueña, a finales de los 80, 90 y el siglo XXI.
Sobre sus inicios en la música, recordó que a los 16 años estudió dentro del Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela, en el núcleo de La Rinconada.
"La metodología de enseñanza en esa época, sin duda alguna, sentó las bases de un perfil en donde la disciplina, el rigor, la constancia y la práctica constante, están presentes en todos los estudiantes de ese entonces, fue una época hermosísima", expresó.
Respecto a cuál género musical considera el más completo, afirma que todos los géneros musicales poseen una historia e idiosincracia, cuyo valor es universal y, en términos cuánticos, ninguno es más completo que el otro.
"En mi caso, yo me crié en Coche, donde la salsa y el deporte están relacionados estrechamente al día a día, también la música navideña y folklórica, pero la salsa es como la bandera del barrio venezolano, y después cuando uno comienza a relacionarse con conceptos de música académica, a través del Sistema de Orquestas, descubres que es una música maravillosa, con un contenido humano y una profundidad artística infinita", explicó.
Resaltó que en su inquietud como músico, con necesidades de la exploración y la interpretación, se inclinó hacia el jazz, un género cargado de exigencia en términos de preparación para el instrumentista.
Alfredo y su vibráfono: dos en uno
Recordó que su acercamiento al vibráfono, se produjo al darse cuenta que mostraba inclinación hacia los instrumentos melódicos y armónicos.
"Cuando hacíamos práctica orquestal, yo me quedaba hipnotizado escuchando los violines, las flautas, los vientos madera, metales, y sentí la necesidad de estudiar un instrumento que fuera melódico; el vibráfono, la marimba y el xilófono son instrumentos de percusión melódicos y armónicos, porque el sonido se produce mediante un golpe, y es allí cuando encuentro ese espacio para desarrollar y cubrir mis necesidades de expresión", destacó.
Dentro de su experiencia, señaló que su primera paga como músico fue en un conjunto de gaita llamado Saboreongo, en el que fungía como baterista y en un cuarteto de batería, saxo, acordeón y bajo, que interpretaba música variada.
¡Qué Guajeo!
El Guajeo, una orquesta que fusiona lo mejor de la salsa y el jazz, fue creada por Naranjo hace 24 años, mientras trabajaba para el sello disquero Latin World en el que realizó producciones de jazz.
"En ese mismo sello grababa el grupo Guaco, ellos me invitaron a una gira por Europa, los acompañé y allí pude medir de que se trataba la música internacionalmente, cuál era la respuesta del público bailador y cómo uno puede vivir de esta expresión artística", agregó.
En esa gira, participó en 28 conciertos junto al percusionista venezolano oriundo de la parroquia Sarría, Orlando Poleo, con quien hizo presentaciones de salsa y jazz.
"Cuando tocábamos latin jazz a la gente le parecía chévere, bueno, pero cuando hacíamos salsa había que repetirlos, el público bailador lo pedía, y en el vuelo de regreso a Venezuela me dije: 'tengo que hacer un grupo de salsa', además no era nada extraño para mí, yo nací escuchando salsa y nadaba con mucha comodidad dentro de ese género y con los años lo conocí más hasta dominarlo", aseguró.
En su primera etapa, el Guajeo estuvo integrada por Cheo Navarro en el bongó, Eleazar Yánez en el timbal, Domingo Hernández en la flauta, José "Tuky" Torres en el piano, y Oscar Rojas en la trompeta; Naranjo se desempeñaba como timbalero y vibrafonista y el sonero Edgar "Dolor" Quijada, interpretó varios temas importantes en la agrupación, así como Marcial Istúriz, entre otros.
Alfredo Naranjo ha grabado ocho producciones y tres son del Guajeo: A las seis es la cita (Tributo a Joe Cuba, 2001), Alfredo Naranjo y el Guajeo (2007) y Lado A / Lado B (2015).
La vuelta al mundo en un vibráfono
Naranjo, con una amplia trayectoria dentro de la música a través de su vibráfono, pudo compartir presentaciones con renombradas figuras como Tito Puente, Larry Harlow, Ray Charles, Cheo Feliciano, Oscar D' León, Al Jarreau, Dave Samuels, Guaco, el Ensamble Gurrufío, Orlando Poleo, entre otros.
"Aprendí mucho de ellos, sobre todo cuando uno está con maestros de ese nivel, hay que aprovechar esas oportunidades para escuchar todo lo que se habla de música, su calidad humana, por lo general yo particularmente soy como una esponja y guardo mucho silencio porque lo que quiero es escuchar qué piensan y exclaman", enfatizó.
A su juicio, el músico nace con la vocación y, si posee el talento, además del trabajo constante para mejorarlo, puede llegar lejos.
"En cualquier área, el talento es como un oasis, hay grandes músicos porque se han preparado, tienen una disciplina de estudio diaria y no son los más talentosos; hay gente que es muy talentosa y no desarrolla sus dotes con profundidad", agregó.
A finales del 2020, grabó un tema con el Guajeo titulado Poquito a poco, interpretado por Francisco Rojas; y Mujer, acompañado por Marcial Istúriz. Este cuenta con un videoclip subido a su canal en YouTube y en su cuenta de Instagram @vibrafonoalfredo.
Por si fuera poco, estuvo de gira con el proyecto Be Jazz Sessions, junto a Carlos "Nené" Quintero en la percusión, Eddy Pérez en la guitarra y Miguel Chacón en el bajo. En 2023 repetirá la experiencia con vibráfono sinfónico, acompañado por la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, que consiste en una suite compuesta por Naranjo.
EMMANUEL CHAPARRO RODRÍGUEZ / CIUDAD CCS