Micromentarios │ Gandhi y la sal
Marchar seguido por cuatro millones de personas
14/03/23.- El 12 de marzo de 1930, Mohandas “Mahatma” Gandhi, el líder político y religioso de la India, partió de Sabarmati hacia Dandi, en lo que la historia reseña como la Marcha de la Sal.
Este recorrido de casi 400 km fue en protesta por la abusiva forma que los ingleses tenían de comerciar la sal, encareciéndola progresivamente, hasta ponerla fuera del alcance de la población india.
Además, se penaba con cárcel a quienes evaporaran agua de mar para obtener sal y se obligaba al pueblo a pagar un impuesto por el uso de este compuesto, aunque no pudiera comprarlo ni utilizarlo.
Gandhi salió de Sabarmati, seguido por 78 de sus seguidores. Cuando menos de un mes después, el 6 de abril, arribó a Dandi, una población situada a orillas del océano Índico, lo acompañaban poco más de cuatro millones de personas que se fueron sumando por el camino. Sí, poco más de cuatro millones de personas, ha leído usted bien.
Tan pronto alcanzó la playa, Gandhi entró al mar y recogió un puñado de arena en una de sus manos, que luego alzó hacia la multitud al tiempo que exclamaba:
–¡La sal es nuestra!
En los minutos y horas siguientes, todos los que participaron en la marcha repitieron su gesto.
Por este acto, el gran líder de la resistencia pacífica fue encarcelado durante nueve meses. Pero no estuvo solo: como en toda la costa del país la gente empezó a producir su propia sal, el gobierno inglés lanzó una escalada represiva y apresó a más de 60.000 individuos, acusados absurdamente de ser ladrones de sal.
Debido a que tal acción no detuvo al pueblo indio, sino que lo indignó más contra el gobierno inglés, este empezó a comprender que ya no tenía control sobre la sal ni sobre el país.
Sin embargo, debieron pasar otros 17 años para que al fin se produjera lo que Gandhi y sus conciudadanos solicitaban: la independencia de la India.
Armando José Sequera