Mario Sanoja Obediente: la importante voz de un caraqueño
Cronista de Caracas desde hace 4 años, nos deja un legado a todos los caraqueños
27/08/2022-. Existen pequeños gentilicios dentro de cada ciudad a los que se les podría atribuir cierta especie de abolengo, no en términos de clase social sino de su profunda vinculación con el espíritu más puro de la urbe. En Caracas, por ejemplo, ser un viejo pastoreño, o decir que se nació en La Pastora en la primera mitad del siglo XX, es decir que se ha nacido en el primer corazón de la ciudad, que se creció caminando estrechas calles de casas de altas ventanas, fresco zaguán y techos rojos a las afueras del casco central, que se pasaron largas tardes comiendo conserva de guayaba y besitos de coco en una plaza hermosa a los pies del Waraira Repano, mientras de una bodega cercana salían las notas de alguna canción de la Billo’s. Seguramente así debió ser la juventud de Mario Sanoja Obediente, el cronista de Caracas.
“En los años sesenta fue miembro del Orfeón Universitario bajo la dirección del maestro Vinicio Adames”, cuenta el profesor y cronista Alí Ramón Rojas Olaya. “Fue un gran defensor de la escuela nacionalista que fundara Vicente Emilio Sojo, y por ello siempre estuvo vigilante de la Escuela Superior de Música José Ángel Lamas, que se encuentra en la avenida Urdaneta cercana a la esquina de Santa Capilla, porque desde hace mucho tiempo hubo intentos de derrumbarla para hacer un centro comercial". Mario Sanoja alzó la voz numerosas veces en defensa de esa escuela, como el hombre sensible que siempre fue ante la música. "Fue un hombre sensible y con una bella voz”, agrega Rojas Olaya.
“Con Mario Sanoja se nos va también un oído musical de altísima sensibilidad”, asegura el músico venezolano Chuchito Sanoja. “En cierta conversación llegamos a coincidir en que Otilio Galíndez fue uno de los poetas y compositores más valiosos de Venezuela, y estuvimos de acuerdo en que En silencio es su obra maestra, tanto en lo literario como en lo musical. Con palabras y gestos Mario explicó y analizó el contenido del tema, y con una hermosísima emoción en su rostro decidió espontáneamente cantarla a capela, con envidiable expresión y afinación precisa.”, relata.
Y fueron esa voz, afinación y expresión, además de la incuestionable inteligencia y prestancia de don Mario, los recursos que le permitieron unir su vida a la de la profesora Iraida Vargas Arenas, a quien enamoró con sentidas serenatas y con quien más tarde se casó, tuvo dos hijos y una larga y prolífica producción intelectual como muy pocas se conocen: Mario Sanoja Obediente e Iraida Vargas, antropólogos con visión descolonial, comprometidos con el rescate de la identidad originaria, la memoria histórica y la verdad liberadora, escribieron juntos decenas de libros a lo largo de más de cincuenta años. “El amor de Mario e Iraida fue como el de Hans Christian Andersen y Jenny Lind”, asegura la escritora Giordana García, haciendo referencia al célebre poema de Aquiles Nazoa.
Dicen que el escritor y ex guerrillero Eduardo Sanoja, aficionado a la genealogía y admirado del trabajo del maestro Mario como antropólogo, cronista e investigador, emprendió una búsqueda sobre los orígenes del apellido Sanoja, con la esperanza de encontrar algún remoto pariente en común que confirmara la coincidencia sanguínea. Pese a existir indicios geográficos que pudieran sugerir resultados positivos, nunca se llegó a confirmar tal parentesco entre ambos, sin embargo la búsqueda sirvió para identificar la posibilidad de un nexo entre don Mario y Vicente Salias Sanoja, autor de la letra del himno nacional de la República Bolivariana de Venezuela.
Léanse los datos anteriores como un esfuerzo por esbozar brevemente la magnitud espiritual de un hombre que llegó a portar el título de Cronista de Caracas, y cuya formación académica e intelectual dio cuenta de un apasionado compromiso con el saber como herramienta para la liberación: Mario Sanoja Obediente, nacido en 1934, fue licenciado en Sociología y Antropología de la UCV, licenciado en Etnología por la Universidad de La Sorbonne, y doctor en Antropología por la UCV. Profesor del Instituto de Investigaciones de FACES, UCV, profesor de la Escuela de Antropología, Director del Programa de Arqueología de Rescate del Departamento de Cultura de la OEA, director fundador del Departamento de Sociología de la ULA, profesor de la Escuela Venezolana de Planificación Social, profesor del Doctorado en Historia del Centro Nacional de Historia, y profesor invitado en diversas universidades, en países como México, Costa Rica, Colombia, Dinamarca, España y Rusia.
Fue miembro del equipo redactor de la Enciclopedia Española de Arqueología y la Enciclopedia Italiana de Arqueología, merecedor, en 2004, del Premio Nacional de Cultura, mención Humanidades, Premio Nacional de Historia en 2018, y designado Cronista de Caracas en 2019.
Desde los escritorios del diario Ciudad Caracas, nos sentimos agradecidos de haber contado con su presencia y comprometida participación en la columna semanal Caracas Ciudad Caribe, en la cual, junto a su esposa y el resto del equipo de investigadores y cronistas, compartieron con toda la ciudad innumerables historias sobre Caracas y la gente que somos.
¡Honor y gloria para Mario Sanoja Obediente!
MALÚ RENGIFO / CIUDAD CCS