Fisio en acción | La macrodactilia coquetea más con la cirugía

26/03/23.- Las manos representan el instrumento del tacto, sentido que desempeña un papel fundamental en el desarrollo emocional humano. Ellas permiten el contacto con el mundo exterior y poseen una maravillosa anatomía, la cual se ve afectada por diversas causas. Tal es el caso de algunas anomalías congénitas de las que les hablaré hoy.

En ese sentido, la macrodactilia es una deformidad congénita que se caracteriza por la hipertrofia de los huesos y partes blandas circundantes en uno o más dedos. Esta puede presentarse aislada o acompañada de diferentes anomalías, incluyendo hemangiomatosis, neurofibromatosis, malformaciones arteriovenosas, entre otras.

La localización topográfica es mayor en los dedos de las manos y en segundo lugar en los dedos de los pies. Para su tratamiento se han descrito múltiples técnicas quirúrgicas, la mayoría de las veces fallidas ya que es necesario realizar más de dos cirugías, y en el peor de los casos el resultado final es la amputación del dedo o los dedos afectados.

La etiología de esta anomalía ha traído ciertas controversias en cuanto a las prácticas quirúrgicas utilizadas, destacando los cambios de los nervios periféricos y la producción del sobrecrecimiento del hueso, de los tejidos blandos y la grasa, pero siempre buscando el objetivo principal, que es el de la mano o el pie no doloroso, la estética del individuo y principalmente la funcionalidad.

Existen dos tipos de macrodactilia. En primer lugar, la llamada congénita simple, que es esporádica, aislada y sin crecimiento desproporcionado. Luego está la macrodistrofia lipomatosa, que es congénita y no heredada, presenta crecimiento posnatal hasta el fin de la maduración ósea y los dedos afectados pueden presentar grandes deformidades.

No existe tratamiento médico para dicha afección. La cirugía es la opción más utilizada. En la mano, esta indicación es muchas veces estética, ya que funcionalmente el miembro suele tolerar la deformidad. En el caso del pie, se suele operar por problemas con el calzado y la deambulación.

La rehabilitación se basa en la recuperación de la funcionalidad, tanto de la mano como del pie, en actividades básicas de la vida diaria, la disminución del dolor y la inflamación, la reducción al máximo de las posibles adherencias en tejidos, la recuperación de la amplitud articular de las falanges e interfelanges y el mantenimiento y/o aumento de la fuerza muscular del miembro superior o inferior, de la mano o pie afectado.

 

 

Ydalmis Bravo

 


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