Desde la poesía se establecen diversos panoramas, en los cuales se expresan distintas miradas de un horizonte. Ante el paisaje cotidiano, donde la urbanidad y los elementos puros de la naturaleza se conjugan, el hecho creador se dispone a fusionar realidades e ilusiones.

Es allí donde el sentimiento, que se gesta a través del tacto físico o inmaterial, es el protagonista de los versos digitados por el cantor de sueños:

Aprended, flores, en mí

 Maldito pájaro voluptuoso, arbolado secreto,

silicio de mis partes bellas, agotado farol,

resucitarás una vez más entre mis brazos.

 ¿Mi corazón se partirá por ti como la piedra

del sepulcro?

 Ascenderemos tú y yo al vórtice de la tierra:

 para nuestra empedernida flor

único lugar del Universo.

Edmundo Aray se propuso encontrar las palabras que enaltecen el espíritu. Parte de su obra escrita ha sido compilada en Laberinto de amor, antología poética publicada por la Fundación Editorial El perro y la rana. El poeta venezolano supeditó el querer en la mujer, el prójimo, la patria y los pensamientos de libertad:

Nuestro pueblo confía en la esperanza.

Ningún pueblo la ha perdido.

 Ahora mismo todos aprenden

el difícil arte de vivir en paz.

Cursan una tremenda escuela moral y política.

La verdad no tiene límites.

 Con la vida de por medio,

levantados en medio del huracán,

encaran el presente y el futuro.

 El tiempo y la marea se extienden amplias.

Nadie arrastra consigo su sepelio.

Cuando Eduardo Galeano expresó que la utopía nos sirve para caminar, Edmundo Aray recorrió en Laberinto de amor un sinfín de leguas, ya que en sus composiciones hay acción permanente y el cansancio no existe en su visión de un nuevo mundo posible:

Epílogo

 Somos la poesía.

Una vez más volveremos a inventar.

Toda la palabra, todo ademán.

Todo ardor desparramado.

Libertad serena.

Irremediablemente colectiva.

Ricardo Romero Romero | @ItacaNaufrago |

artedeleer@yahoo.com

Edmundo Aray (Maracay-1936, Mérida-2019)

Cineasta, economista, historiador, ensayista, editor, cuentista y poeta. Fue uno de los fundadores y director de la Escuela Internacional de Cine de San Antonio de los Baños en Cuba. También fue miembro creador de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano. Estuvo vinculado a la génesis de los grupos y movimientos literarios como Vasudeba, Sardio, El Techo de la Ballena. Editor de la revista Rocinante y promotor incansable del pensamiento bolivariano y Martiniano. Fue hasta su desaparición física el vicepresidente de la Casa de Nuestra América José Martí. Entre sus obras publicadas están: La hija de Raghú (1957), Nadie quiere descansar (1961), Tierra Roja, Tierra Negra (1968), Cambio de soles (1969), Libro de héroes (1971), Cantata del Monte Sagrado (1983), Mi amado Martí (2003). Fue merecedor de diversos galardones y premios, entre ellos: mejor película y mejor guion del Consejo del Municipio Libertador (1994), Premio Nacional de Cinematografía, Conac, Premio Nacional de Cine Monseñor Pellín (1991 y 1994), personaje del año en cine con la Orden Francisco de Miranda en Segunda Clase (2018).

Aray, E. (2017). Laberinto de amor (antología poética 1991-2006). Colección Poesía Venezolana (Contemporáneos).Fundación Editorial El perro y la rana

Descárgalo gratis:

http://www.elperroylarana.gob.ve/laberinto-de-amor/