Hablemos de eso | ¿Dónde iremos a buscar modelos?

El llamado "modelo económico boliviano" ha sido persistentemente exitoso

09/04/23.- "¿Dónde iremos a buscar modelos?", preguntaba Simón Rodríguez, resaltando que no se puede copiar y que nos toca inventar para no errar. No obstante, hay quienes miran hacia Estados Unidos, China, Europa…

Pero si necesitamos referencias —que nunca sobran—, podemos buscarlas más cerca. Bolivia había sido uno de los países más pobres de este lado del mundo. Su modelo primario exportador —con beneficios acaparados por un pequeño sector de la población y dirigidos fundamentalmente hacia las empresas transnacionales— había sido el productor de esa pobreza. Estaño, primero, e hidrocarburos (gas y petróleo), después, eran las riquezas formidables que se convertían en miseria para las bolivianas y los bolivianos. Pero desde el proceso que permitió refundar la República y crear el Estado Plurinacional se ha establecido un "nuevo modelo" que generó un crecimiento económico continuo y ha permitido reducir significativamente la pobreza.

De acuerdo con cifras del Banco Mundial, el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) boliviano promedió desde 2006 hasta 2018 un 4,82 % anual. Al confrontarlo con el promedio de crecimiento de América Latina y el Caribe, de 2,69 % interanual en el mismo período, podemos apreciar en su justa magnitud esa cifra. Si no bastara, comparemos con la Unión Europea, cuyo crecimiento promedio interanual en ese mismo tiempo fue de 1,36 %. Las tasas de crecimiento fueron interrumpidas nada más por el golpe de Estado racista, el de Jeanine Áñez y Luis Fernando Camacho, que, no solo generó asesinatos y persecuciones, sino también una caída en el PIB, recuperado luego con el retorno de la democracia.

Se trata de un modelo económico exitoso en cuanto a crecimiento sostenido, pero además con respecto a la redistribución de la riqueza. El índice de Gini que mide la desigualdad del ingreso (mientras más bajo es menor la desigualdad) se redujo continuamente, desde 0,585 en 2005 hasta 0,416 en 2019, según datos del Banco Mundial. La desigualdad solo creció en el año de la dictadura racista. El "riesgo de pobreza" (un indicador de desigualdad que mide el porcentaje de población que tiene bajos ingresos relativos) pasó de 59,6 % en 2005 a 34,6 % en 20191. La "pobreza moderada", según el Banco Mundial, pasó de 26 % a 6 %, y la "pobreza extrema", de 15,6 % en 2005 a 1,9 % en 2019. Las cifras pueden variar de acuerdo con los indicadores que se usen, pero la disminución de la pobreza y la desigualdad es evidente.

Las coordenadas del "modelo" las ofrece resumidamente el portal de la Embajada de Bolivia en Alemania2:

Todas las nuevas atribuciones del Estado están orientadas a convertir a Bolivia —bajo la dirección estatal— en un país industrializado por la acción coordinada de cuatro actores: el Estado, propiamente dicho, y los sectores privado, comunitario y cooperativo para sentar las bases hacia el nuevo modo de producción socialista de la economía plural.

Durante el pasado, en Bolivia se instauró un patrón de desarrollo primario exportador de materias primas para beneficio de unos cuantos. A partir de la aprobación de la actual Constitución, el nuevo Modelo Económico, Social, Comunitario y Productivo enfatiza la producción y la redistribución del ingreso. Se trata de cambiar a otro modelo que priorice la producción e incremente el valor de los productos.

Otras especificaciones del modelo también deben leerse con cuidado:

El nuevo Modelo Económico es:

Social, porque hace énfasis en resolver los problemas sociales, antes que los problemas individuales.

Comunitario, no solo porque el objetivo fundamental es el bien común, el bienestar de todos, sino porque también recoge tradiciones y valores de los pueblos indígenas originarios, campesinos, que se estaban excluyendo en el modelo neoliberal con la exaltación del individualismo. Era necesario modificar e incorporar, en el nuevo modelo, valores fundamentales como el de la solidaridad. El Estado tiene que ser un Estado solidario, las políticas tienen que tener componentes solidarios.

Productivo, porque no se puede pensar en resolver la pobreza que vivía Bolivia extendiendo la mano; la única manera digna, responsable, sustentable, de salir de la pobreza es produciendo, y ahí está la llave para que Bolivia pueda transformarse: la producción.

Por supuesto, el modelo no está realizado, es una orientación que se va concretando. Con la revalorización del litio, se ha planteado su industrialización en Bolivia. Esa perspectiva empujó el golpe de Estado racista de 2019. El imperialismo quería y sigue queriendo impedir a todo trance el desarrollo de un modelo soberano. Las riquezas de América Latina serían de ellos (los del norte) por "destino manifiesto", según su interpretación, resumida en la doctrina Monroe, que en 2023 está cumpliendo doscientos años.

El nacimiento de un modelo soberano exige mucha lucha popular, resistencia y unidad. El retorno de la democracia y de las banderas populares en 2020-21 es obra de la lucha y la persistencia. Sus enemigos internos, inspirados por el odio y la ambición, han sido aliados serviles de sus amos del norte, y seguirán conspirando e intentando desbancar el proceso de cambio, por un camino u otro.

Como se ve, los puntos de coincidencia con la Revolución Bolivariana son muchos. No en balde, "boliviana" y "bolivariana" son sinónimos. Nuestros avances se han visto afectados por el bloqueo y el terrorismo internos. Los ladrones, infiltrados, traidores y "blanditos" son parte de las calamidades de un camino que, en palabras de Chávez, "nadie dijo que sería fácil". En cómo resistir y avanzar tenemos mucho que aprender unas y unos de otras y otros.

 

Humberto González Silva

 

1 Tomado de: www.datosmacro.com.

2 Disponible en: http://www.bolivia.de/es/bolivia/economia-y-comercio/.


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