31/08/22.- La planta nuclear de Zaporiyia ubicada al suroeste de Ucrania, muy cerca de la ciudad de Energodar, está custodiada por el Gobierno ruso desde marzo del año en curso, para “evitar fugas de materiales nucleares y radiactivos”.

En las últimas semanas, la defensa rusa ha acusado al gobierno de Volodímir Zelenski de bombardear constantemente las instalaciones de la planta en un ataque intensificado con la utilización de drones, artillería pesada y sistemas de lanzamiento de cohetes múltiples.

De hecho, recientemente se registró un atentado terrorista frustrado con la detención de un grupo de “saboteadores ucranianos”, de acuerdo con Vladímir Rógov, miembro de la administración militar civil de la región. Quien también subrayó que la detención de este equipo de sabotaje sigue demostrando el carácter terrorista del régimen de Kiev.

Podría derivar en catástrofe

¿Qué repercusiones conllevaría una explosión en la central nuclear de Zaporiyia?

Evgueni Balitski, jefe de la administración regional de Zaporiyia, afirmó que un posible accidente en la central nuclear de Zaporiyia debido a los bombardeos constantes, podría tener consecuencias comparables a las tragedias de Chernóbil y Fukushima.

Recordemos que esta planta nuclear es la mayor de Europa en términos de capacidad instalada, cuenta con seis reactores VVER-1000 que tienen una capacidad de 1.000 MW, mientras que un solo reactor causó la mayor catástrofe atómica en Chernóbil (1986).

La explosión de un solo reactor nuclear en Chernóbil produjo alrededor de cien mil víctimas directas o indirectas. Sigue siendo el incidente nuclear más grave de la historia, y ha sido comparado solo con el sucedido en Fukushima en 2011. Aún, Ucrania no ha logrado sellar las filtraciones radiactivas de ese reactor y las secuelas continúan presentes en la zona de exclusión.

Se dice que estos reactores en Zaporiyia no son del mismo tipo que los de la central de Chernóbil, sin embargo, eso no los hace menos vulnerables a las armas de guerra.

Para el representante permanente de Rusia ante la ONU, Vasili Nebenzia, “se puede llegar a desencadenar un accidente nuclear con consecuencias catastróficas”.

Y es que la energía nuclear es altamente contaminante y la producción de estos residuos radiactivos se mantiene activa durante cientos de miles de años.

Cualquier ataque a una instalación nuclear es una importante violación de las normas internacionales. Y según el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), la situación es “potencialmente peligrosa”.

Misión permanente

Ante la amenaza diaria que se percibe en los alrededores de la central nuclear de Zaporiyia, catorce miembros de la OIEA, liderados por Rafael Grossi, llegaron a Kiev para inspeccionar el daño físico a la planta, revisar los sistemas de seguridad y protección de la instalación, evaluar las condiciones del personal en la planta y tomar medidas urgentes y necesarias para garantizar la seguridad de la zona.

En los planes del OIEA está, entonces, el establecer “una misión permanente para estimar las situaciones reales y ayudar a estabilizar la crisis en la medida de lo posible”, así lo manifestó Grossi.

Asimismo mencionó que son conscientes de estar camino a una zona de combates, algo que “requiere de garantías explícitas, no solo de Rusia sino también de Ucrania. Hemos sido capaces de asegurar eso”, indicó.

Previo a la llegada de la delegación del OIEA, al menos 60 ataques de artillería contra Energodar han sido registrados solo en la noche del 31 de agosto, según hora local. Y aunque la mayoría de estos asaltos son repelidos por los sistemas de defensa aérea, algunos proyectiles golpean la infraestructura y la zona alrededor del depósito de desechos nucleares.

Pese a estos ataques, el fondo radioactivo se mantiene en normalidad, a juzgar por lo dicho por la jefatura de Energodar.

El gobierno ruso continúa insistiendo en la convocatoria de  una reunión con el Consejo de Seguridad de la ONU para tratar temas relacionados con este caso.

CUIDAD CCS