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Asesinar líderes políticos, realidad fáctica de la CIA
29/04/2023.- Decenas de políticos, personalidades públicas y clérigos latinoamericanos y del mundo han caído asesinados en los últimos años por obra de agentes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de los Estados Unidos (EE. UU.), cuya realidad fáctica se alimenta de una entraña putrefacta, amoral y falta de principios.
La CIA fue fundada el 19 de septiembre de 1947, según lo establecido en el artículo 108 del Acta de la Seguridad Nacional de EE. UU., firmada por su presidente número 33, Harry S. Truman. Su director nacional, en 1949, en Langley, Virginia, recibió amplios poderes que se transcribieron textualmente en el acta, donde quedó redactada la afirmación de su independencia del Congreso Nacional de esa nación norteña. Las operaciones especiales de la CIA son acciones que sirven de apoyo a la política exterior estadounidense.
Cabe mencionar los asesinados por la monstruosa agencia: John F. Kennedy, presidente de EE. UU., en 1963; Juan José Torres, presidente de Bolivia (1970-1971); Jaime Roldós, presidente de Ecuador (1979-1981); René Schneider, comandante en jefe del Ejército chileno, en 1970; Carlos Prats, exministro del Interior de Chile, en Argentina, en 1976; Orlando Letelier, exministro de Gobierno de Chile, en 1976, en Washington; arzobispo Óscar Arnulfo Romero de El Salvador, en 1980; gran líder y clérigo norteamericano de los derechos civiles, Martin Luther King, en Memphis, EE. UU., en 1968; general Omar Torrijos, presidente en Panamá, en 1981. A esto hay que agregar el frustrado intento de asesinato del presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, perpetrado en Caracas en su contra y en contra del alto mando político-militar del país, el 4 de agosto de 2018; de casualidad, pudo haber desencadenado una gigantesca tragedia en todo el territorio nacional.
De este último caso, se pudo comprobar la autoría intelectual de dos exdiputados opositores venezolanos, Julio Borges y Juan Requesens, en el intento de magnicidio contra el presidente Maduro. Por cierto, no sería cuestionable afirmar que ambos personajes fueron asesorados y bien remunerados por la CIA.
Con sus acciones, la CIA torpedea a los líderes de los gobiernos que luchan con resiliencia por la emancipación social, económica y política de sus países. Los actos de espionaje y sabotajes de la CIA se apoyan en la titulada "democracia" de EE. UU., que reprime libertad, soberanía, independencia y crea terrorismo en todo el orbe, con el reconocimiento y la justificación de sus máximos dirigentes.
Esto es la CIA: policía yanqui, madriguera de asesinos y delincuentes que actúan impunemente, con apego a la doctrina Monroe y el Destino Manifiesto.
J. J. Álvarez