11/05/23.- Bajo el cielo coronado por el sol y acobijados por la bruma fresca del Waraira Repano, los caraqueños celebraron y conmemoraron en el Eje del Buen Vivir de Bellas Artes, cuatro festividades que reivindican las tradiciones e identidad venezolana.

En agradecimiento a la maternidad y al hecho creativo como un proceso de gestación, la tarde de este jueves, calurosa como el resto de las tardes de mayo, artistas, estudiantes de la Unearte, periodistas, muñequeras, artesanas y artesanos, y el resto de los amantes de las artes como de la vida, se reunieron en el "Eje" para festejar a través de las artes plásticas a la Cruz de Mayo, a las y los artistas plásticos, así como para conmemorar la afrovenezolanidad, y, por supuesto, para celebrar a las madres.

El ambiente se prestó para recordar, a través de los trazos coloridos de Rosa Maican, a las mujeres que deciden maternar y crear.

Con sus ojos puestos en los sueños creativos que le presenta su lienzo, Maican, quien es artista plástica y galerista de la Red de Arte, así como  madre y trabajadora incansable, contó que para ella el arte es femenino y como tal, la maternidad es parte del proceso de creación.

“Tienes que ir pariendo tus obras como parte de tu vida. La obra de cada artista es como un hijo. En ella plasma un pedazo del ser del artista. Es una manera del artista de fluir, hacer que cobre vida algo que no lo tenía”, indica Maican.

El arte de la plástica para la también poeta Rosa Maican, se puede concebir como una madre que gesta durante 9 meses de embarazo una idea, un sentimiento o un pensamiento usando como medio “un don dado por Dios”.

“Nos toca a nosotros hacer que el arte viva como con los hijos. Enseñarlo a caminar, a comer (…) Entonces, nosotros vamos siempre tratando de mejorar ese don que nos fue dado y lo plasmamos en un lienzo”, contó mientras ordenaba las herramientas y materiales con las que daría vida a la mujer madre en el lienzo dispuesto para la pintada “in situ”.

Los demás artistas plásticos empezaban a dar trazos de colores desde sus respectivos caballetes, cuando Maican recalcó que aunque lo practique un hombre, el arte es mujer y vida. Comparó la belleza del amor, con la del arte y todo lo que este implica.

“A través de nuestras obras puede verse la maternidad; es ver todo el amor y en ese momento si eres madre te vuelves doblemente madre. Y si eres hombre, el hombre se acuerda de su mamá, se acuerda de ese ser que no solamente le dio la vida; le dio su tiempo, le dio su amor, lo levantó cuando se cayó (…)” dijo con emotividad. Rosa también admitió que usa el arte de la imagen plástica, así como la poesía para transmitir el amor de una madre.

Somos madres afrodescendientes

Lidoska Pirela, artista plástica y amante de la cultura africana, sentada frente a su caballete con pincel en mano, narró que hace 10 años viajó a África para exponer su trabajo de investigación acerca de la cultura afrovenezolana y que, en el mismo viaje, fue invitada a un congreso de mujeres africanas y latinoamericanas. Durante esos momentos de convivencia comprendió todos los sacrificios que vivieron las mujeres del continente africano hace más de 500 años. A partir de allí nació en ella la necesidad de hacerles homenaje a través de las artes plásticas.

“A pesar de que sufren mucho y tienen más deberes que derechos me gustó pintarlas por los colores brillantes que usan en los trajes”, aun cuando son las que llevan la mayor carga en sus familias y son sometidas a trabajos fuertes mientras llevan a sus hijos a cuesta.

Lidoska también hizo énfasis en la herencia que dejó el pueblo de África, sobre todo, sus mujeres, en las mujeres venezolanas, a quienes considera “guerreras” por tener “el gen de resistencia” de las hermanas africanas.

“Todas somos afrodescendientes y pues esa guerrera venezolana, la guerrera de todas las mujeres del mundo viene de allí, de ese gen de resistencia de las mujeres africanas”, mencionó Pirela al relatar que el gen más antiguo de un ser humano fue encontrado en el continente africano.

Cruz de Mayo para agradecer a la Madre Tierra

En la actividad en homenaje a las madres venezolanas, también estuvo presente Mildred Barboza. Una mujer que cumple con dos oficios que tienen como propósito comunicar: las artes plásticas y la comunicación social. Reafirmó el arte de la plástica como un hecho maternal que lleva en sus colores, una voz que nace de lo más profundo de las almas de quien lo hace.

Para ella, al coincidir en el mismo mes las fechas del Día de las Madres y de la Cruz de Mayo marca “un sincretismo, un ensamble de diferentes manifestaciones culturales que de una manera u otra permiten el reconocimiento de la mujer”. Además, recalcó que ambas fechas son para reconocer y agradecer a la Madre Tierra.

“Para agradecer lo que nos da nuestra madre naturaleza. Lo aprovechamos de alguna manera u otra y al hacer ese ensamble de fechas se le hace un reconocimiento a la Madre Tierra”, recalcó la pintora marabina tras afirmar que la gran parte de su obra es con material reutilizado.

Madre es el nombre de Dios en la boca de los niños

Por su parte, el pintor y muralista oriundo de la parroquia Caricuao de Caracas, Edgar Guerrero, llegó justo a tiempo para expresarse en nuestro medio sobre esta actividad realizada bajo el techo de árboles frondosos que protege al “Eje” de los incandecentes rayos de sol.

Guerrero, contó que en su trabajo artístico “la mujer siempre es un personaje clave”, y representar a las féminas africanas ha sido parte de su labor como poeta de la imagen.

De hecho, confesó que su trabajo se llama “Héroes y ancestros”, por lo que “pintar también la africanidad de nuestros ancestros” lo reconoce como un recurso de identidad.

Al igual que los demás expositores habló de la maternidad y manifestó que para él, como hombre de las artes plásticas, el hecho maternal a partir de la concepción social y la concepción natural "desde la naturaleza misma, es la primera que nos enseña".

“Hasta los mismos átomos parten de esa de esa misma naturaleza, como un todo, donde la maternidad es imprescindible y se da en todos los hechos de la vida”, resaltó Guerrero.

Finalmente, explicó que el Día de la Madre “no es un día distinto. Precisamente es un recordatorio sobre algo que algunos celebramos, y que otros conmemoran. Pero es un día especial para muchas personas, porque es el día de la madre Tierra, el día de todas las madres del mundo y como dice: madre es el nombre de Dios en la boca de los niños”.

En la actividad convergieron artistas plásticos como Efrén Vélez, quien además es diseñador gráfico de la Red de Arte y desarrollador web. En su admiración, recordó a Armando Reverón como su guía desde que estuvo en la Escuela de Artes en la Cristóbal Rojas.

Para Veléz, el poeta de la luz es inspiración y un “hombre dedicado por completo al arte de una manera desinteresada”. También resaltó la gran labor de Reverón y sus trabajos de innovación.

“Con pocos materiales y herramientas hizo grandes obras”, refirió Vélez quien en su lienzo ya plasmaba el rostro barbado y con sombrero de copa alta, de quien fuera uno los artistas plásticos más importante para la identidad venezolana.

El Eje del Buen Vivir, será el escenario del encuentro para la amistad y la recepción de poetas, artistas plásticos, cantores y cantoras, así como de la comunidad caraqueña hasta el próximo domingo 14 de mayo, día en que se festeja a las madres venezolanas.

SARAH ESPINOZA / FOTOGRAFÍA: BERNARDO SUÁREZ / CIUDAD CCS