16/05/2023.- Estas últimas semanas, Medio Oriente ha generado buenas noticias. Y es que, después de 12 años, se ha permitido el reingreso de la República Árabe Siria a la Liga Árabe, organización que reúne a 22 Estados del Norte de África y Medio Oriente.

Esta acción junto al restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Arabia Saudita e Irán marcan un punto de inflexión en Medio Oriente frente a las políticas injerencistas de Estados Unidos en la zona; país que ha manifestado su rechazo no solo al reingreso de Siria a la organización, sino al diálogo y la diplomacia regional, a la paz y al crecimiento económico y social de Medio Oriente. Por ello, la respuesta de EE. UU. vino acompañada con más que palabras, generando la renovación de las sanciones establecidas desde hace 19 años.

Las sanciones comprenden la Ley de Responsabilidad Siria (2004), con la prohibición de vuelos, restricciones a las exportaciones de petróleo, restricciones financieras a entidades e individuos, congelación de activos sirios en el extranjero, prohibiciones de viaje a funcionarios y líderes empresariales sirios y ruptura de relaciones diplomáticas con Damasco; así como la "Ley César" (2020) que amplía el bloqueo existente con sanciones a personas o empresas extranjeras que hagan negocios con el Gobierno de Damasco, específicamente en los sectores de la construcción, la ingeniería, la energía o la aviación, entre muchas otras impulsadas por la Unión Europea y Reino Unido.

Es por ello que el acercamiento y progresivo restablecimiento de las relaciones diplomáticas de Siria con sus países vecinos reflejan un importante cambio geopolítico promovido por una visión de no alineamiento con los conflictos de las grandes potencias y orientado a la paz y desarrollo del Polo de Poder Árabe, en el marco de la configuración del nuevo orden multipolar.

La reincorporación de Siria se formalizará ante el Consejo de la Liga Árabe este próximo 19 de mayo y es solo el primer paso para reimpulsar los acuerdos y desarrollos de la nación árabe, en un espacio estratégico gravemente afectado por el terremoto de febrero de 2023.

Siria posee una privilegiada posición geográfica frente al mar Mediterráneo, entre el Líbano y Turquía, país que desarrolló elecciones presidenciales y parlamentarias este domingo 14 de mayo, y que con un escrutinio de 93,67 % su actual presidente Recep Tayyip Erdoğan lideró la intención de votos. Por ello, irán a una segunda vuelta, el próximo 28 de mayo, esta vez entre Erdoğan y el candidato opositor Kiliçdaroglu como únicos candidatos.

Siria es una puerta para Medio Oriente en cuanto al transporte. Es la entrada y salida de productos. Es una nación que se encuentra entre dos de los principales mercados consumidores de energía. Siria era el principal productor de petróleo y gas natural del Mediterráneo Oriental y posee importantes reservas de gas natural, de minerales de fosfato, asfalto y sal. También posee depósitos de carbón, mineral de hierro, cobre, plomo y oro, en especial en las regiones montañosas.

Por lo tanto, avanzar progresivamente en el diálogo y paz de Siria es apostar a la paz y estabilidad de Medio Oriente, es una oportunidad geopolítica para el sur global y un mensaje de esperanza a las comunidades sirias en el mundo.

Orelys Castillo