Arte de leer | Estos pájaros son míos, de Vanessa Nobile
La posteridad de la palabra y la meditación del verso
Me ha dolido el agrio sabor de la agonía
como una cruz en las entrañas
como el silencio en la conciencia
me ha dolido la deslealtad
que guarda mi boca
ante la palabra que ruega.
Vanessa Nobile
16/05/2023.- El poema como presagio y proyección de los pensamientos encriptados, giro de palabras que retorna el aliento de lo que no quiere pronunciarse.
Aquello que procura esconderse en cavernas fractales, metáforas imbuidas en estructuras laberínticas, sentires bañados de encogimiento, no por inercia, más bien por la intensidad del sigilo:
Ella se encontró a sí misma en pequeños trozos
sentada a la puerta de la locura
con su mirada estacionada en el éxodo
de algún tiempo en el que fluctuaba su sonrisa
y chocó sumida en su abismo
con su soledad danzante
con su penar de miasmas
con su presente falso
de escombros y noches
la pregunta trazando una duda
se quedó
castrada en el silencio
la certeza decidió divertirse
ocultándose
en un gesto
que aún debo encontrar.
Vanessa Nobile encontró la posteridad de la palabra y la meditación del verso en Estos pájaros son míos, una significativa obra poética publicada por la Fundación Editorial El perro y la rana. Las pronunciaciones de Vanessa están llenas de gestos que confrontan fantasmas interiores. Una alborada perfilada en el paisaje, que se detiene ante el anochecer del desconcierto:
Tu miedo es un nido clavado entre tus sienes
con raíces en tu pecho
tu miedo mide los pasos
de tus pies alados
y los comprime en un suspiro
tiene la temperatura baja
está infecto
con el ánimo rendido
tu miedo no acata tu risa
no se doblega ante ella
la mira de reojo
y la burla
tiene la mirada perdida
entre laberintos sonoros
entre oquedades y verdades movedizas
tu miedo rastrero
se pasea en tu rostro
dejándote el semblante necio
la opacidad danzante de tu miedo
baila
y crece
crece
CRECE
hasta hacerte niebla
hasta descollarte los ojos lerdos
y someterte a la culpa.
Inocencia en la luz del alma que es acorralada por la bestia del agujero negro en el océano. La risa es trastocada e intimidada por una brisa sideral. Destemple en la mirada, donde la poeta no baja la vista. Se levanta del abismo, aunque no logre salir del descenso:
Ella iba con los ojos sudados
la tristeza ámbar
el pie delgado y escueto
ella no sabía de la batalla en su sombra
y tenía algo así
como una espina
entre la lengua y la memoria
pero aullaba
era un animal herido.
La versadora convierte sus desvelos en ecos impresos en la niebla. Nos inspira a combatir los ahogos del soma. Aunque haya pesar en sus endechas, no hay otro camino que exorcizar los demonios:
…
siento escaparse el aire por algún hueco
yo creo que ahora queda el letargo de los vacíos
creo que queda la incógnita de un nuevo haber
que se presenta en opacidad sobre la conciencia.
Vanessa Nobile nos dice que volemos aunque nos duela. Estos pájaros son míos son el aliento eterno de quien observó su paso dentro del caos hacia su desapego de las pasiones materiales. Expiración para renacer. La vida es perpetuo movimiento y transformación.
Ricardo Romero Romero
@ItacaNaufrago
artedeleer@yahoo.com
Vanessa Nobile (Venezuela, 1989-2010)
Nació en La Guaira. Cursó estudios en la Escuela de Artes Visuales Cristóbal Rojas. Artista plástico, lamentablemente poco antes de poner término a su vida destruyó la mayor parte de su creación. Estos pájaros son míos es la compilación de todos los poemas que la autora confió a Katherine Castrillo, a pesar de que Vanessa fue siempre en extremo reservada con su obra. Castrillo se encargó de la edición como una ofrenda, tanto a Vanessa como a los lectores. Evita de este modo que el mundo se vea privado de la energía vital que comporta el verbo de esta joven poeta. (Tomado de http://www.elperroylarana.gob.ve/).
Nobile, V. (2018). Estos pájaros son míos. Edición digital: Fundación Editorial El perro y la rana, 88 pp.
Descárgalo gratis:
http://www.elperroylarana.gob.ve/estos-pajaros-son-mios/