22/05/2023.- Recientemente, el Secretario General de la ONU ha señalado que “en el mundo de hoy, es muy importante evitar la división del mundo en dos y crear puentes para las negociaciones serias”, palabras que se enmarcan en los importantes resultados emanados de las cumbres desarrolladas del 18 al 21 de mayo, y que muestran la fragmentación geopolítica del sistema establecido.

Del 18 al 19 de mayo se desarrolló la Cumbre China – Asia Central en la histórica ciudad de Xi’an, ciudad de origen de la Ruta de la Seda que se remonta a la dinastía Han hace más de 2100 años, ruta que conecta a nivel terrestre con Asia Central, y que se caracteriza por ser un territorio estratégico por sus ricos recursos naturales, yacimientos en petróleo, gas, historia y cultura. Y que hoy, tras la Cumbre, China, Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán adoptaron un mecanismo en el cual ratifican el acoplamiento de la iniciativa de la Franja y la Ruta con las estrategias de desarrollo de los cinco países de Asia Central y la adoptación e implementación activa de la Iniciativa de Desarrollo Global, la Iniciativa de Seguridad Global y la Iniciativa de Civilización Global.

Esta Cumbre ha posicionado las prioridades de los seis paises en los sectores transporte, infraestructura, economía, comercio, tecnología, inversión, industria, agricultura, energía, aduanas y las humanidades; y China ha manifestado su intención de otorgar asistencia financiera (26 mil millones de yuanes) a los países de Asia Central. Sin embargo, este desarrollo y coordinación euroasiática ha recibido una mirada antagónica, y en esta oportunidad de la presidenta de la Comisión Europea, quien durante una reciente entrevista ha llamado a crear una alternativa a la iniciativa de la Franja y la Ruta, destacando en su intervención que “es importante ofrecer alternativas reales a la iniciativa de la Ruta de la Seda, una iniciativa conjunta para invertir en infraestructura fuera de Europa, fuera del G7”, donde destinen más de 649 millones de dólares para invertir en infraestructuras del Sur Global, en referencia a la India, Indonesia y Brasil, invitados de la Cumbre G7 y en alusión a la Asociación para la Infraestructura y la Inversión Global (PGII).

Y es que su preocupación sobre la Franja y la Ruta es cónsona con la mirada del G7, mecanismo que desarrolló su Cumbre anual en Japón del 19 al 21 de mayo y ha estado caracterizada por incorporar a países del Sur Global para adoptar algunos consensos, pero por mantener su rol hegemón al ratificar y expandir sus sanciones contra Rusia, evaluar y amenazar a China con la coerción económica y al garantizar e incrementar el financiamiento a Ucrania.

Por lo que si bien, Antonio Guterres hace un llamado al diálogo, a reformar tanto el Consejo de Seguridad de la ONU como el sistema de Bretton Woods, establecido en 1944, con el fin de "redistribuir el poder de acuerdo con las realidades del mundo actual"… destacando que “la arquitectura financiera global se volvió obsoleta, disfuncional e injusta" y "no ha cumplido su función principal como red de seguridad global", el antagonismo a nivel internacional, hoy es igual de evidente, al contexto de guerra fría, y la pugna entre la competencia impulsada por el G7 y la cooperación impulsada por el Sur Global, tensará la línea de equilibro de poder y seguirá promoviendo un importante realineamiento entre los polos en estabilización.

Orelys Castillo