25/05/23.- La Reserva Federal de Estados Unidos (FED, por sus siglas en inglés) encendió las alarmas desde marzo de este año. En las actas de esa reunión, el presidente de esta institución, Jerome Powell, ya advertía sobre una recesión económica “suave” en ese país. 

En mayo, el veredicto de Powell y de la junta de la FED cambió, ya que advirtieron que la inestabilidad financiera provocada por la caída de Silicon Valley Bank y Signature Bank abre las puertas a una crisis nada suave, tal como lo reseñó El País de España. 

A la crisis bancaria se suma la deuda que tiene la nación norteamericana, la cual supera los 31 billones de dólares, lo que el Fondo Monetario Internacional (FMI) calificó como alarmante, de acuerdo con una nota publicada por El Economista.

En enero, Estados Unidos rebasó su techo de deuda de 31,4 billones de dólares, y actualmente la nación debe más de 31,7 billones de dólares, monto que continúa en crecimiento y que equivale a más de 230.000 dólares de deuda media por hogar.

La política implementada en relación con las nuevas emisiones de deuda de EEUU puede generar graves daños a la economía estadounidense, incluso traspasar las fronteras, aseveró el FMI el 11 de mayo. Al tiempo que manifestó su preocupación por las graves repercusiones en la economía mundial que tendría un default de Estados Unidos, mientras el país no logra un acuerdo político en el Congreso para elevar o suspender su tope de endeudamiento.

Ante la crisis, la Reserva Federal aprobó un aumento de un cuarto de punto porcentual en los tipos de interés al término de su reunión la primera quincena de mayo. 

“Se trata de la décima subida aprobada desde marzo de 2022, lo que situará el tipo de interés de referencia entre el 5% y el 5,25%”, reveló Sputnik. Esto se traduce en un nuevo aumento en las tasas de interés para los préstamos hipotecarios, de automóviles, entre otros. 

¿Recesión y consecuencias?

Ahora bien, el inversionista estadounidense Jim Rogers, entrevistado por Sputnik, asevera que Estados Unidos “se asoma a la recesión”.

Estados Unidos no entrará en default, pagarán sus deudas, pero no será un camino fácil, señala Rogers, al tiempo que agregó: “En 1923, el Reino Unido era el país número uno en el mundo, el país más rico y poderoso del mundo, no había un número dos. En 1973, 53 años después, estaban en bancarrota. El FMI tuvo que ir a Londres y rescatarlos (…) Lo único que los salvó fue encontrar petróleo en el Mar del Norte, pero EEUU no tiene petróleo en el mar del Norte para poder pagar su deuda”.

Rogers mencionó que la situación financiera actual del país norteamericano provocará un descenso gradual de la calidad de vida y el “debilitamiento de la posición de Estados Unidos en el mundo”. 

Señaló que a todos los países les puede suceder esto. Países que antes eran el número uno, hoy se encuentran en quiebra por cometer errores, gastar mucho dinero y adquirir deudas, dijo Rogers. 

Por otra parte, el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, señaló este domingo, a través de un video publicado en sus redes sociales, que si antes del 1º de junio el Gobierno de Joe Biden no alcanza un acuerdo con los republicanos, mayoría en la Cámara de Representantes, “Estados Unidos podría caer en un impago de su deuda, lo cual tendría consecuencias no solo en la economía de esa nación, sino en otras partes del mundo”.

El tuit del senador está encabezado con estas palabras: “Literalmente le pregunté al presidente: "¿Cuál es el número? ¿Cuánta deuda debe tener Estados Unidos antes de que digas 'dejemos de pedir prestado a China'?".

I literally asked the president: "What is the number? How much debt must America have before you say, 'let's stop borrowing from China?'" pic.twitter.com/nAd1wMtDOw

— Kevin McCarthy (@SpeakerMcCarthy) May 21, 2023

Así mismo, a principios de mayo la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, envió una carta al Congreso exhortando a los políticos a actuar de forma inmediata y llegar a un acuerdo entre demócratas y republicanos. Si esto no sucede, el país va directo a no pagar sus deudas. 

“En mi misiva del 1º de mayo resalté que nuestra mejor estimación era que el Tesoro sería incapaz de seguir satisfaciendo sus obligaciones a comienzos de junio si el Congreso no eleva o suspende el techo de deuda antes de esas fechas. En esa ocasión, comenté que es imposible predecir con exactitud la fecha concreta. Con información adicional en mi poder, informo al Congreso que el Tesoro no podrá afrontar los pagos tan pronto como el 1º de junio”, escribió Yellen.

El recorte o fin del pago de pensiones y prestaciones, así como la afectación de más de 200.000 puestos de trabajo son otras de las consecuencias de la grave crisis que enfrenta esa nación. 

El efecto rebote de esta situación es imparable. La recesión económica de Estados Unidos tendría impacto directo en las economías de Europa, principalmente.

François Raynaud, gestor de fondos multiactivos en Edmond de Rothschild AM, aseguró que la Unión Europea podría verse indirectamente afectada por una ralentización económica debido a un impago, pero con un impacto limitado. 

América Latina también podría llegar a sentir el impacto de la crisis financiera estadounidense en las importaciones, intercambio comercial, entre otros escenarios. Para la región, de acuerdo con el Banco Mundial, las proyecciones de crecimiento en 2023 son del 1,3 %. 

Estados Unidos mantendrá el freno para enfriar la economía y hacer frente a la inflación, lo que se traduciría en bajo crecimiento y ralentizamiento de las remesas en Latinoamérica, reseñó la Voz de América.

Entre las consecuencia interna del impago de deuda, el gobierno estadounidense tendría que despedir a cientos de miles de trabajadores a corto plazo.

El pago de las pensiones de millones de jubilados podría estar en duda. Si el impago se prolonga, los economistas prevén la pérdida de millones de empleos y una caída del 6% de la producción económica. Esto tendría las dimensiones de la crisis financiera de 2008.

En conclusión la disputa sobre la deuda podría derivar en una crisis constitucional. Los demócratas creen que el presidente puede, y de hecho debe, endeudarse por encima del techo de la deuda para hacer frente al servicio de la deuda estadounidense, refiere Business Insider.

Ante esto citan la 14ª Enmienda, que establece que no se puede cuestionar la legalidad de la deuda nacional estadounidense.

En general, el descenso de EEUU no se detiene y la incertidumbre mantiene a todo el mundo a la expectativa. 

NARKYS BLANCO/CIUDAD CCS