Mijaíl Gorbachov, el padre de la romántica idea de la perestroika y la glásnost, falleció en el Hospital Clínico Central de Moscú, el pasado martes 30 de agosto de 2022, a la longeva edad de 91 años. Fue considerado un gran político y estadista, y a la vez el gran responsable de la caída de Unión Soviética (URSS) y de los países socialistas de Europa del Este, hecho este que permitió el dominio del mundo por parte de Estados Unidos (EE. UU.) y la firmeza de Cuba revolucionaria con las ideas de Marx, Lenin y Fidel Castro, de sobrevivir en el socialismo a costa de seguir pagando un alto precio debido al bloqueo económico, comercial y financiero, impuesto desde las administraciones de esa nación norteña.     

Gorbachov, dentro de la URSS, no necesitó que le lanzaran un saltaperico para terminar con el socialismo en el país de los héroes victoriosos de Brest, Leningrado, Sebastopol, Kursk, Moscú y Stalingrado, que salvaron la humanidad del nazifascismo cuyo engendro ahora pretende EE. UU. revivir en Ucrania. Lo que no pudo lograr Adolfo Hitler con millones de soldados en la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), lo logró EE. UU. con la guerra mediática sin descargar ni una luz bengala para deshacerse de un rival tan fuerte como la URSS.             

Un 21 de diciembre de 1991, debido a lo impracticable de la perestroika y la glásnost, Gorbachov cede ante Occidente, liderado por EE. UU, para “poner fin a la Guerra Fría”, simultáneamente con la caída de la URSS. Oportunidad servida en bandeja de plata para que EE. UU. magnificara más el privilegio del dólar hasta el punto que hoy esa divisa se despenaliza y se legaliza sin restricciones en casi todo el orbe en beneficio de sus intereses financieros.

Mientras existió la URSS y el campo socialista, se podía hablar de independencia y soberanía, no eran malas palabras. Sin embargo, Gorbachov pregonaba con la perestroika, como medida forzada, cambios en todos los terrenos de la vida social y la política del Estado. El actual presidente ruso, Vladimir Putin, desde el Kremlim, extendió sus condolencias a los familiares de Mijaíl Gorbachov, quien como político y estadista sorteó período de cambios difíciles y dramáticos, retos económicos y exteriores de gran envergadura.                       

El objetivo de una paz mundial estable parecía conseguirse con la caída de la URSS. La Guerra Fría empezó a debilitarse con el accidente de la central nuclear Vladimir Ilich Lenin de Chernóbil (26/04/1986), la retirada de las tropas soviéticas de Afganistán (15/02/1989) y la desaparición de la República Democrática Alemana (3/10/1990).       

No hay lugar a dudas que Gorbachov impactó en la historia de la URSS y Rusia, y el haber causado tanta polémica, con seguridad, las opiniones a favor o en contra no desaparecerán.    

J. J. Álvarez