Caraqueñidad | Origen de la radio

Tres personajes concertaron para darle vida a la radio

29/05/2023.- Cuando Roberto Scholtz y Alberto Müller celebraron haberse enchufado con un militar de confianza de José Vicente Gómez (hijo del entonces presidente Juan Vicente Gómez), estaban por cristalizar un gran negocio, que años más tarde sería una de las principales industrias del país.

"Gracias, coronel Arturo Santana", dijeron al unísono Scholtz y Müller, a quienes les facilitó los trámites para darle vida en Venezuela, y más específicamente en Caracas, al invento que a principios del siglo XX hicieran conocido.

Así inició la radio en el país. Todo un acontecimiento que marcó el crecimiento cultural de Venezuela. Fue el 23 de mayo de 1926 cuando aquel intrépido trío se dio la mano definitivamente al echar a andar ese monstruo de altísima penetración en el público y que, desde entonces, ha guiado la bitácora de todas las familias residentes en esta tierra bendita.

AYRE fue su nombre. Se trataba de la primera emisora de radio en Amplitud Modulada (AM), a través de la cual la magia de las ondas hertzianas llegó al pueblo con mensajes, informaciones, programas y mucha publicidad. Y desde entonces no ha sido desplazado como el medio de mayor alcance, ni siquiera con la Internet y sus diversas variedades en redes. Basta tener un aparato receptor y una pila, sin importar si hay o no —hoy todo un lujo— energía eléctrica. Así de contundente es el poder de la radio.

Inicialmente tuvo un alcance de tres mil doscientos kilómetros. Operaba en los terrenos del actual Nuevo Circo. Emitían desde un Western Electric de 1Kw, apoyados con una antena a unos setenta metros de altura. Fue transformándose (según exigencias del modernismo y de las técnicas) en una productiva industria que atrapó a toda la ciudadanía ávida de información oportuna y que no contaba con otros medios, porque aún no existía la televisión. Eso fue un plus para unir a la familia en torno a un aparato de radio. Noticias de cualquier tipo, radionovelas, series y publicidad completaban el contenido.

Jamás pudo haberse imaginado (o sí), aquel trío inventor, el éxito rotundo que tendría unas décadas más adelante su aporte. Nacieron y se afianzaron en la cultura criolla programas como Ángeles de la calle, con el entonces imberbe Jorge Tuero (fallecido durante la tragedia de Vargas, ahora La Guaira, en 1999); El galerón premiado, donde don Rafael Guinand contestaba denuncias e inquietudes a manera de versos; el noticiero Panorama universal, o series como Tamakún, el vengador errante, Frijolito y Robustiana, o revistas como A gozar, muchachos, amenizada por la Billo's Caracas Boys en vivo y conducida por el joven "Musiú" Lacavalerie.

 

Luis Martín


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