05/06/2023.- La desglobalización y fragmentación geopolítica impulsada por el conflicto en Ucrania ha impactado la dinámica multidimensional de las relaciones internacionales e impulsado cambios en el comportamiento de todas las regiones y los países del denominado sur global.

Este 30 de mayo, por convocatoria del presidente de Brasil, estaba previsto un encuentro de diálogo y evaluación para la concertación de políticas regionales que permitan determinar la integración latinoamericana que quiere y necesita la región. El presidente brasileño Lula da Silva desde el inicio de su mandato ha retomado la fuerza de su política exterior y su visión latinoamericana, con la convocatoria de este encuentro de jefes de Estado para "revalorizar" y "retomar los procesos de integración" en América Latina, la cual fue desarticulada durante los últimos años, particularmente durante los cuatro años de gobierno de Donald Trump (2017-2021).

Para este encuentro han sido convocados y confirmada la participación de los líderes de Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela. En este marco, el expresidente uruguayo Pepe Mujica envió el 27 de mayo una carta al presidente Lula, disertando y brindando sus consideraciones para lo que piensa debería ser nuestra región, donde resaltó que "no son cuestiones de izquierda, de derecha o de centro, sino de ser desarrollados o no" y para ello destacó los siguientes elementos:

La integración regional es una meta. El camino pasa por la proliferación de proyectos de cooperación entre dos o más países de la región. Hay un extenso y legítimo inventario de propuestas plasmadas en recientes reuniones regionales.

Creemos que los proyectos deben, de alguna manera, potenciar la solidaridad continental y despertar el sentimiento de pertenencia. Pensamos que deben ejecutarse con la gente. Consideramos indispensable que se desarrollen con una visión integradora que represente las necesidades, los valores y deseos de nuestros pueblos.

Desarrollar, por ejemplo, una plataforma permanente de respuesta regional rápida frente a desastres naturales; mejorar la integración energética y de las infraestructuras regionales; tener en la mira la industrialización y la complementación productiva como región. Dinamizar el comercio, creando formas concertadas para las transacciones con nuestras propias monedas, acordar mejores mecanismos de aduana, así como la necesaria armonización sanitaria y fitosanitaria. Partir de lo posible para llegar a lo deseable, promoviendo proyectos que podamos realizar. Para ello contamos con una herramienta fabulosa como es la CAF en tanto banco de desarrollo.

La integración no será solo producto de la visión de intelectuales y políticos, sino también del sentimiento y el imaginario colectivo que se sepa construir. Los intelectuales y científicos piensan, los pueblos sienten, para eso precisamos fechas, bandera y nombre, inclusive hasta un himno. Sin la fuerza del pueblo seguiremos igual. Debemos construir mística, porque esto es la lucha por otra cultura, algo que nunca logramos.

Un paso en el camino hacia la meta de la integración sería tener un mismo día al año en que, a lo largo y ancho del continente, todas las escuelas puedan dedicarse a este tema. En portugués, en español o en sus lenguas locales. Cada cual en su lugar y todos juntos. Avanzar en la integración significa poner pasión, esperanza y conocimiento en nuestra gente.

El expresidente Mujica sugirió dos temas de organización útiles:

Considera que debe hacerse fluida y frecuente la comunicación entre los presidentes para que hablen directamente con sus pares cuando lo consideren pertinente. Cada presidente o un miembro de su círculo más cercano debe tener los medios para contactar fácil, informal y rápidamente a sus pares.

En el gabinete o cerca del presidente debe haber una persona con la función de seguir los proyectos que involucran a dos o más países de la región para evaluar el progreso, facilitar información, resolver obstáculos, escuchar a la gente, alentar. Esta persona cumpliría la función de la "secretaría de integración" y debería militar para motivar a los responsables estatales que corresponda.

Asimismo, destacó que los representantes en foros internacionales deben llevar posiciones y propuestas acordadas previamente para dar el mensaje de que somos una región que cuida sus intereses comunes. Es deseable que nuestros presidentes incorporen alusiones a la región en cada discurso a nivel nacional e internacional.

La región cuenta con importantes experiencias de concertación e integración: la Comunidad Andina de Naciones (CAN), la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi), el Mercado Común del Sur (Mercosur), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños que surgió de la convergencia entre el Grupo de Río y la Cumbre de América Latina y el Caribe sobre Integración y Desarrollo (CALC), experiencias que brindan a nuestros líderes la claridad sobre lo que realmente necesita la región como polo de poder en este nuevo orden internacional.

En este sentido, igualmente determinante es la celebración, este 1.° de junio, de la Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores de los Brics, en Ciudad del Cabo, Sudáfrica. Este encuentro reviste especial significado por el crecimiento económico de sus miembros y la flexibilidad para la toma de decisiones en favor de los intereses nacionales cónsonos con el sur global. En este encuentro, uno de los temas a evaluar son los criterios de admisión para la expansión del grupo Brics. A la fecha, la actual presidencia pro tempore, en mano de Sudáfrica, ha recibido más de diecinueve solicitudes de membresía.

Desde el surgimiento de los Brics, este grupo ha sido visualizado como el impulsor de importantes cambios, como el antagónico al Fondo Monetario o Banco Mundial, dado el potencial del Nuevo Banco de Desarrollo, hoy bajo el liderazgo de la expresidenta de Brasil Dilma Rousseff.

Esta entidad bancaria también ha estado en crecimiento. En 2021, el Banco inició la ampliación de sus miembros y admitió a Bangladesh, Egipto, Emiratos Árabes Unidos y Uruguay como nuevos integrantes y actualmente Arabia Saudita estaría en conversaciones para entrar al banco de los Brics.

Los Brics han sido un espacio para repensar el sistema financiero internacional, reposicionando la idea de crear una moneda común en la cumbre que se llevará a cabo en agosto en Sudáfrica, un tipo de divisa que debería contribuir a reducir la dependencia del dólar y facilitar el comercio. Los Brics se han convertido en el espacio geopolítico de fuerza para atraer a economías en desarrollo y fortalecer un mecanismo que garantice financiamientos.

Por ende, pensar en la integración necesaria y la expansión, crecimiento y fortalecimiento de los Brics en esta nueva etapa de pluralidad y conformación de estratégicos polos de poder es necesario para el desarrollo y autodeterminación de los pueblos.

Orelys Castillo