Psicosoma | La cita

13/06/2023.- Cada vez más nos hacen "la vida de cuadritos" a las y los refugiados en Costa Rica. Nuestra familia, desde finales de los años setenta, viene también dando tumbos. Casi nunca pude anotar nada... quizás en la memoria del cuerpo…

Es "mucho con demasiado" al estar con más años y "salir" con el mote de refugiada, migrante. ¿Cuesta tanto pensar con cabeza propia, creer en la libertad, accionar?

Exigimos al presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, derogar el "decreto humanitario" que estrenó el 1.° de diciembre del año 2022, pues vino cortando rabo y orejas de los "condenados de la tierra". Esto no lo digo con ánimo de victimización y menos de "pobrecilla". Lo digo elevando voces de mujeres y hombres en fila que nos paramos de madrugada con frío, padeciendo lluvia y calor, y gozamos un puyero con las hermanas cubanas, brasileras, venezolanas y nicaragüenses, con nuestras historias de vida tan parecidas.

Nos lesionan el derecho humano a la libertad, al asilo, al trabajo, con enrevesados trámites burocráticos herederos de "la madre patria" España. ¡Y olé!

Si "veinte años no son nada", casi cuarenta en Venezuela son una pelusa, y existen, porque veo y toco a mi prole, regada y bien libre como su madre. De algo les sirvió la "lenguará" insoportable que no se cala las injusticias. Nadie se imaginaba "la época de las siete plagas".

La resistencia se mantiene en cualquier punto del orbe y nada más perverso que matar a un pueblo de hambre. Al estar en otras tierras "siempre se es extraña o extraño" y se siente ese "estar de paso", más acuoso sin parientes "ni perro que te ladre".

Aprender en familia a ser migrante, desde la panza, es terrible. La incertidumbre repica y viene el arte, la poesía de cuna de la resistencia; la leche materna se asusta menos amando y unas veces sale clarita; a pesar de estar muerta de hambre, se estira en sus boquitas. Recuerdo los autobuses directos al rico Perú y que me gustaba mucho sentarme en "la cocina" —parte final del bus— para tener calentitos a mi niña y mi niño, una parejita de zurdos mientras yo, siempre ilusa, pensaba que estaría mejor que Venezuela, pero ya venían las guerras.

En Venezuela, al principio me llamaban colombiana, aquí nica —a mucha honra— y en las Europas, sudaca, veneca. El rollo es que soy respondona, curiosa... Ahora, desde marzo, "la selectividad o depuración" avanza con el decreto del presidente Chaves, "el siempre tan orondo". De verdad, nos tienen secuestrados, porque nos prohíben que salgamos del país, pues perderíamos la condición de solicitante de refugio.

El Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (Cejil) plantea que:

El decreto del 1.° de diciembre del año 2022 contraviene abiertamente los estándares internacionales de derechos humanos, pues lesiona el derecho a buscar y recibir asilo, el debido proceso, el derecho de defensa y el acceso a las diversas instancias, además de lesionar el derecho a trabajar de las personas solicitantes y refugiadas, así como su libertad de tránsito.

Existen cuatro sentencias que confirman las violaciones de derechos y

la irregularidad laboral [que] expone a las personas trabajadoras a situaciones abusivas como lo son recibir un salario 40 % inferior, faltas de medidas de seguridad en el ambiente laboral y malos tratos, entre otras. En vista de sus necesidades, muchas personas se han resignado a trabajar en condiciones sin garantías.

Realmente es un círculo vicioso y crónico que genera más xenofobia, violaciones, control y tráfico sexual. Somos humanas y necesitamos legalidad para aportar con nuestro empleo al noble pueblo costarricense.

 

Rosa Anca


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