Comentarios noticiables | La heroica resistencia de la Unión Soviética
Derrotó al Ejército nazi 82 años atrás
24/06/2023.- La madrugada del 22 de junio de 1941, el mundo, y especialmente Europa, no era algo muy distinto de lo que es hoy. La reacción de la Alemania dirigida por Adolfo Hitler había sido preparar durante años la fuerza militar para desmantelar la Unión Soviética (URSS), el primer Estado socialista del planeta.
Las fuerzas del nazifascismo alemán, esa madrugada, hace más de 82 años, atravesó con 190 divisiones las fronteras de la URSS con el objetivo de destruirla en una guerra relámpago. Aquel hecho alevoso, amparado en la sorpresa y la superioridad momentánea en soldados experimentados y equipos militares, desencadenó la colosal resistencia del pueblo soviético frente a las huestes hitlerianas.
El Ejército alemán se midió a un ejército diferente, a un soldado distinto, con una ética y una ideología de hierro. En 1418 días de combates, los soviéticos ofrendaron más de 27 000 000 de vidas en el transcurso de cruentos combates; los Estados Unidos (EE. UU.), 405 000 vidas; Inglaterra, 375 000 vidas.
El ejemplo manifiesto de los soviéticos para todos pueblos del mundo quedó estampado en las hazañas de: la fortaleza de Brest, con su heroica resistencia y combatividad, entre el 22 de junio y el 2 de agosto de 1941; los 900 días de resistencia victoriosa de Leningrado frente al asedio de la Wehrmacht, entre 1941 y 1944; la acción heroica de los marinos de Sebastopol, el 30 de octubre de 1941; la concluyente batalla de Kursk, librada entre julio y agosto de 1943, en la que participaron más de 1500 tanques por ambos lados; la gran defensa de Moscú, desde el 30 de septiembre de 1941 hasta el 31 de enero de 1942, que frenó e hizo rendir al Ejército de la Alemania hitleriana que acosaba esa gran urbe; y, por último, el gran desenlace de la batalla de Stalingrado, entre el 23 de agosto de 1942 y el 2 de febrero de 1943, en el cual el Ejército Rojo salió victorioso, marcando el comienzo del fin de las huestes nazifascistas y el comienzo de la contraofensiva soviética que no se detuvo hasta la toma de Berlín y la total rendición de la Wehrmacht.
Actualmente, la posición de Alemania, en contubernio con EE. UU. y la OTAN, pareciera estar dedicada a desempolvar las viejas y profundas desconfianzas sembradas por el primer canciller federal alemán Konrad Adenauer, quien impulsó una línea dura contra la URSS. Como se ve en el caso del conflicto bélico de la Ucrania nazi con la Federación de Rusia (antes, la URSS), esto no es para guardar regocijo, sino para guardar sospecha.
He querido con este modesto comentario rendir un homenaje a los soviéticos que dieron sus vidas para hacer más resplandeciente el futuro de su nación y de otros pueblos del mundo.
J. J. Álvarez