Punto y seguimos | Argumentar a lo facho

En mentes cerradas no entran luces

04/07/2023.- Uno de los temas que suele crear polémica y discusión en la actualidad es el de los derechos de la población LGBTQ+ (siglas de lesbiana, gay, bisexual, transgénero, queer y otros colectivos), quizá con más énfasis en estos días a propósito de la reciente celebración del Día del Orgullo, que incluyó marchas y actividades públicas varias por parte de dicha comunidad. Más allá de las claras oposiciones extremas, signadas en esencia por ideas y creencias religiosas o por posiciones biologicistas, lo cierto es que, a la hora de la verdad, en los supuestos apoyos hay mucha hipocresía, en especial de aquellos que pretenden ser políticamente correctos y/o beneficiarse de ciertas luchas, mal disimulando sus verdaderas opiniones.

Pongamos un ejemplo: este año la comunidad LGBTQ+ de la ciudad ecuatoriana de Guayaquil solicitó a su alcaldía los permisos correspondientes para realizar la marcha del orgullo en calles del centro de la urbe, permiso que fue negado alegando que causaría caos en el tráfico y sugiriendo otra zona para la actividad. Se armó la gorda y finalmente un juez determinó que podía realizarse en el centro, siempre y cuando no hubiera "desmanes, ni desnudos ni ofensas". En medio de la polémica creada antes de la decisión judicial, se dijo de todo en redes y medios, destacando un tuit del expresidente Abdalá Bucaram, famoso por su afición al canto, a los dineros públicos, a la explosiva expresión de sus opiniones y por su destitución de la presidencia por incapacidad mental.

Bucaram se mandó un posteo de película, digno de escrutinio en cualquier clase de análisis del discurso, por su sorprendente mezcla de jocosidad, manipulación, tergiversación, hipocresía y conservadurismo, todo en un solo párrafo. Inició con un elogioso recorrido de las virtudes de personajes públicos famosos por su homosexualidad, como el emperador romano Julio César —"conocido como 'la reina de Bitinia'" (sic)—, Alexander von Humboldt, Sócrates, Aristóteles, Maquiavelo, Margaret Mead y hasta Ricky Martin, argumentando con ello que los homosexuales "siempre han existido y han sido aceptados en la prehistoria, Edad Antigua, Edad Media, Edad Moderna y Contemporánea" (esto después de una línea en la que cuenta cómo la sociedad victoriana condenó a Oscar Wilde por su "aberración"), para rematar con: "Este es un tema universal en el que yo no tengo complejos, en este tema yo tengo la mente totalmente abierta y el culo totalmente cerrado, así que puedo hablar con claridad".

Quijada al piso o a puerta batiente, la cosa es que el político —representante de las peores prácticas morales dentro y fuera del Estado, como corrupción, intimidación, once hijos de varias mujeres... — siguió su nota exigiéndole fortaleza al alcalde en su decisión. A la vez, afirmaba felicitar y respetar a la comunidad con la frase: "Yo tengo buenos amigos y amigas homosexuales", es decir, haciendo uso del viejo argumento de "yo tengo amigos..." para justificar actitudes racistas, homófobas, xenófobas, clasistas, etc. Como Abdalá, miles, escudados bajo una máscara de supuesta corrección política, terminan destilando odios, superioridades y desprecio por lo que no comprenden.

Ningún tema, y mucho menos uno vinculado con derechos humanos, está por fuera de alguna ideología; así que hágase una revisión honesta, especialmente si se autodefine progresista, zurdo o mente abierta, pero se felicita internamente —igual que Bucaram— por tener el culo cerrado, creer que el rosado es de niñas (como si los colores tuvieran género) y pensar que la sexualidad ajena le afecta en algo su propia vida.

 

Mariel Carrillo García


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