OMM alerta sobre un posible nuevo episodio del fenómeno El Niño
La acción temprana es necesarias para salvar vidas y medios de subsistencia
05/07/23.- La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha anunciado que las condiciones meteorológicas del fenómeno El Niño se han desarrollado en el Pacífico tropical por primera vez en siete años y advierte que, probablemente, provocará un aumento de la temperatura global.
Sin embargo, persiste cierta incertidumbre, debido a que el acoplamiento océano-atmósfera, esencial para que se amplifiquen y prolonguen los efectos de El Niño, es muy débil.
“Se prevé que se necesitará más o menos otro mes para presenciar un acoplamiento completo en el Pacífico tropical”, señala la organización en un comunicado de prensa.
El Niño, que afecta a los patrones climáticos y al régimen de tormentas disruptivos en distintas partes del planeta, conllevará un probable aumento de las temperaturas globales, según una nueva actualización de la OMM, que llevaba varios meses avisando de la creciente posibilidad de que se desarrollase.
Según los pronósticos del boletín más reciente de la OMM, titulado El Niño/la Niña hoy, existe una probabilidad del 90 % de que las condiciones de El Niño sigan prevaleciendo durante el segundo semestre de 2023, aunque se espera que el episodio al menos sea de intensidad moderada. Las predicciones del boletín vienen acompañadas de orientaciones de expertos de todo el mundo.
“La formación de un episodio de El Niño aumentará considerablemente la probabilidad de que se batan récords de temperatura y se experimente un calor más extremo en muchas partes del mundo y en los océanos”, dijo el secretario general de la OMM, profesor Petteri Taalas.
“El anuncio realizado por la OMM de que se está produciendo un episodio de El Niño es la manera de indicar a los gobiernos de todo el mundo que se preparen para limitar los efectos que éste pueda tener para nuestra salud, nuestros ecosistemas y nuestras economías”, añadió.
Asimismo, subrayó que “las alertas tempranas y las medidas preventivas para hacer frente a los episodios meteorológicos extremos asociados a este importante fenómeno climático, son de suma importancia para salvar vidas y medios de subsistencia”.
Cabe destacar que en mayo pasado la OMM predijo en un informe que existía una probabilidad del 98 por ciento de que, al menos en uno de los próximos cinco años, y el período de cinco años en su conjunto, sea el más cálido registrado, superando el récord alcanzado en 2016, cuando se produjo un episodio excepcionalmente intenso.
En el informe, de cuya elaboración se había encargado la Oficina Meteorológica del Reino Unido junto con asociados de todo el mundo, se afirmaba que existía un 66 % de probabilidades de que la temperatura media anual del planeta cerca de la superficie entre 2023 y 2027 superara temporalmente en 1,5 °C los niveles preindustriales durante al menos un año.
En este contexto, el director de la Sección de Servicios Climáticos de la OMM, profesor Chris Hewitt, declaró: “Esto no significa que en los próximos cinco años vayamos a superar el nivel de 1,5 °C especificado en el Acuerdo de París, porque el acuerdo se refiere al calentamiento a largo plazo durante muchos años. Sin embargo, supone otra “llamada de atención”, o una alerta temprana, de que todavía no estamos avanzando en la dirección correcta para limitar el calentamiento, de acuerdo con los objetivos fijados en París en 2015 para reducir sustancialmente los efectos del cambio climático”.
Fenómeno El Niño en Venezuela
Respecto a Venezuela, el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inameh) informó, a comienzos de junio, que se espera que el fenómeno climático El Niño cause afectaciones en el territorio nacional para el próximo año.
Según el gerente general de Meteorología del Inameh, Ángel Custodio Graterol, existe un 80 a 90 % de probabilidades de que El Niño se consolide en el Pacífico ecuatorial a partir de agosto, debido a que las aguas se han calentado más de lo normal y se encuentran en un proceso de transición.
El fenómeno climático puede actuar de dos formas distintas en el país: cuando hay periodo de lluvias, el nivel pluviométrico puede estar por debajo de lo normal, y si el territorio está en su fase seca, se intensificará aún más la etapa de sequía. Para el 2024, las afectaciones pueden ser un poco mayores y la fase de precipitaciones estará por debajo de los parámetros normales.
Graterol indicó que la duración de El Niño en Venezuela es impredecible, pero la situación climática ha variado mucho con el pasar de los años y por eso realizan constantes monitoreos de las aguas de los océanos. Como miembro de la Comisión Presidencial para afrontar los riesgos y amenazas del fenómeno El Niño en el país, el Inameh está haciendo seguimiento a las condiciones climáticas y todo lo que pueda ocurrir en los estados Táchira, Mérida y Trujillo, con respecto a los aguaceros.
¿Qué es el fenómeno El Niño, por qué ocurre y qué efectos puede producir?
“Se trata de un patrón climático natural, asociado al calentamiento de las aguas de la superficie oceánica en las partes central y oriental del océano Pacífico tropical, si bien se produce en unas circunstancias de cambio climático antropógeno”, indica la OMM. El problema, ha resaltado la organización, es que se presenta en un contexto de un “clima modificado por las actividades humanas”.
El Niño es un fenómeno atmosférico causado por el calentamiento gradual del océano Pacífico que provoca intensas precipitaciones, y por consiguiente inundaciones, episodios de sequías, incendios forestales y, como consecuencia de ello, la escasez de alimentos y enfermedades. Ocurre cada dos a siete años en intensidad variable, y las aguas del Pacífico oriental pueden estar hasta 4 grados Celsius más cálidas de lo normal.
Con relación a sus efectos, el fenómeno de El Niño se asocia típicamente con un incremento de la pluviosidad en algunas zonas meridionales de América del Sur, el sur de los Estados Unidos, el Cuerno de África y Asia Central. También puede provocar graves sequías en Australia, Indonesia, algunas partes del sur de Asia, América Central y el norte de América del Sur.
Durante el verano boreal, la mayor calidez de las aguas puede provocar huracanes en las partes central y oriental del océano Pacífico y dificultar su formación en la cuenca atlántica.
Efectos en Venezuela
En el caso de Venezuela, El Niño se manifestaría en altas temperaturas que incrementarían el riesgo de incendios forestales. Es importante resaltar que el Inameh ha registrado temperaturas hasta de 40 grados en algunas partes de la geografía nacional y también distintos focos de incendios. En tal sentido, la prevalencia del fenómeno El Niño podría agudizar esta situación.
Otro efecto del Niño es el déficit de precipitaciones, lo cual podría afectar al sector agrícola, que ya de por sí viene impactado por la temporada de lluvias del año pasado.
También preocupa repetir el escenario del 2016, en la que este fenómeno produjo una sequía severa que disminuyó a niveles críticos el agua de la Central Hidroeléctrica Simón Bolívar (Guri). Es decir, esto podría afectar la generación eléctrica en el territorio nacional.
En tal sentido, es importante que las autoridades nacionales tengan un Plan de Contingencia frente al fenómeno El Niño, a fin de mitigar sus consecuencias en la población y en los ecosistemas del territorio nacional.
LUCILA CONTRERAS / CIUDAD CCS