Memorias de un escuálido en decadencia | Inhabilitados
07/07/2023.- ¡Agarrando aunque sea fallo! Está bien que nos inhabiliten porque, carajo, hemos hecho y dicho de todo. No solo hemos apoyado las sanciones y el bloqueo o las medidas coercitivas como las llama el viceministro antibloqueo que está más en la televisión declarando que en su puesto de trabajo, también hemos participado en golpes y atentados y otro montón de vainas, y la verdad es que eso es suficiente para que nos metan presos de bola a bola. Pero lo importante es que uno siempre hace lo que le da la gana y queda bien. No vamos a la cárcel porque la dictadura sabe que nosotros tenemos el poder de nuestro Gobierno patriota de Estados Unidos. Allá está mosca, el compañero Biden, por si acaso nos pasa una vaina. Ahí está, por ejemplo, hubo una inhabilitación por ahí, con la que muchos de nosotros estamos de acuerdo, hay que decirlo, y desde Estados Unidos vino la declaración contra esa vaina, eso sí es solidaridad de primera calidad, no esa paja loca que le dan a la dictadura de vez en cuando. También los compañeros de la Unión Europea se manifestaron, eso es poder, esa es calidad de solidaridad, no de esos pendejos que siempre salen por ahí firmando vainas y a quienes nadie conoce y salen a decir que se hacen solidarios con la dictadura. Lo que en verdad arrecha un poco es que con la inhabilitación del compañero Embajada Radonski nadie dijo un carajo. Todo el mundo anda calladito, parece que la vaina se estaba negociando en el diálogo ese que tenían el je,je, 4 y el Gobierno. También está inhabilitado el compañero Penélope Superlano, y hasta ahora nadie ha salido a decir esta boca es mía. Ni siquiera los compañeros de la Unión Europea. Son tres nuestros candidatos inhabilitados, pero solo una está recibiendo toda la solidaridad nacional e internacional, lo que quiere decir que ya sabemos a quién está apoyando esa gente.
Lo que también está claro es el apoyo internacional que tiene María –Súmate- Machado. Aquella vaina mete miedo. Allí está el compañero Motosierra Uribe. Y está Coordenadas Duque. Y mejor no nombro a los otros porque esta página puede estallar de los explosivos que son. Así que esas tenemos, compañeros. Muchos quieren volver al pasado y ya sabemos que esa vaina no funcionó. Es decir, ese peo de volver a las guarimbas y a los atentados y los golpes, ya no tiene sentido común ni político, pero tenemos gente loca de bola que es capaz de insistir con esa paja. Es verdad que a algunos de nosotros les ha ido muy bien en el exilio, allí está el poeta López en Salamanca, el barrio más lujoso de Madrid, escribiendo la mejor poesía del primer mundo que no se para ni un momento, y está el compañero Carlos –Dólares- Vecchio, que nadie sabe la cantidad de dólares que alcanzó como embajador de Guaidó en Estados Unidos. En fin, les ha ido muy bien, pero eso no se repite. Así que lo mejor es que nos dejemos de vainas, porque la gente quiere votar. Lo que también es cierto es que no vale la pena votar por los inhabilitados, porque eso nos va a traer otros peos muy parecidos a los que ya tuvimos y salimos con las tablas en la cabeza. Esos inhabilitados podrán participar en las primarias, pero en la mamá de las elecciones, es decir, en las que sí valen la pena, allí no podrán estar precisamente porque ya se lo declararon y se lo dijeron: están fuera de carrera. Si después de las primarias queremos formar peos, es mejor que nos lo vayan diciendo, porque otra vez la gente no se va a volver a joder por los demás.
El papá de Margot llegó de la calle arrecho y diciendo: “Qué bolas tiene María, cuando le dije para ir a tomarnos una vaina por ahí, me dijo que yo estaba inhabilitado, que me dejara de vainas. Ahora sí me jodí. Con la mujer que tenía garantizado un montón de vainas, ahora no me permite nada porque dice que estoy inhabilitado. No me jodan”. Y se fue al cuarto y agarró la puerta y le metió ese coñazo tan duro, que la vecina salió gritando: “Muérgano, cuándo te inhabilitarán para ver si dejas de darle coñazos a esa puerta”.
—Esa maldita pared –me canta Margot.
Roberto Malaver