Evalúan prohibir la venta de cigarros electrónicos en Venezuela
Organismos sanitarios a nivel global han advertido sobre su peligrosidad para la salud
07/07/23.- Durante la transmisión de su programa televisivo Con Maduro+, el pasado lunes 26 de junio, el presidente de la República pidió al equipo médico y científico evaluar la posibilidad de "prohibir" la venta de cigarrillos electrónicos, conocidos también como vapers, en todo el territorio nacional, con el objetivo de cuidar la salud de los venezolanos.
“Si sabemos que hay un aparato, algo que hace daño, y queremos ser radicales en defender la salud de la gente…Yo le diría a los equipos médicos y científicos nuestros que estudien la posibilidad de prohibir la venta, en el territorio nacional, de estos aparatos nocivos para la salud, que enferman los pulmones, enferman los bronquios, que crean graves problemas”.
Asimismo, recordó que recientemente se reguló la fabricación, importación, exportación, distribución, comercialización, uso, publicidad y promoción de estos dispositivos, pero insistió en que este es un primer paso y que se debe avanzar en la prohibición de la venta.
"La primera regulación es un primer paso, pero falta todavía", añadió el mandatario, quien pidió a la ministra de Salud, Magaly Gutiérrez, trabajar en esta solicitud.
El Ministerio del Poder Popular para la Ciencia y Tecnología, mediante la resolución 362 sobre Sistemas Electrónicos de Administración de Nicotina (SEAN), sin Nicotina (SSSN), consumibles y demás accesorios; publicada en la Gaceta Oficial número 42.641 del 1 de junio de 2023, estableció una normativa que regula los procesos de venta, fabricación y comercialización, así como la promoción de estos vapers en todo el país con el fin de disminuir la venta y consumo de estos dispositivos.
En ese sentido, se prohibió la venta de estos productos a los menores de 18 años y su manipulación en áreas cerradas de oficinas o establecimientos comerciales, al igual que en áreas interiores de espacios públicos, incluido el transporte.
La regulación establece también el uso de textos en los empaques de los cigarrillos en los que se detallen los ingredientes del producto, así como las advertencias del daño y la adicción que producen. Además, ordena a los comercios cumplir con varios requisitos fiscales para la fabricación, venta y distribución de productos de este tipo.
Asimismo, Maduro manifestó la importancia de crear “conciencia crítica” en la población de los niños y adolescentes del país y criticó que haya campañas “pagadas a influencers” en las redes sociales ofreciendo los vapers como algo positivo; mensaje que llega de esa forma a los menores de edad, quienes lo están usando “por moda”.
¿Qué dicen los expertos en salud sobre su consumo?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que el cigarrillo electrónico, efectivamente, es peligroso para la salud. Esta entidad apuntó que es muy importante que las autoridades nacionales establezcan normas para su comercio, por lo que pide endurecer las medidas contra los dispositivos y los productos de tabaco calentados
El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha asegurado que los cigarrillos electrónicos y los vapeadores "tienen que ser regulados", ya que "son una trampa". Así, ha pedido a los Estados miembros que hagan "todo lo posible" para "proteger a sus ciudadanos".
"Cuando la industria tabaquera introdujo los cigarrillos electrónicos y el vapeo, uno de los argumentos que intentaron vender es que formaban parte de la reducción de daños. No es cierto. En realidad es una trampa", explicó a comienzos del mes de junio en una rueda de prensa celebrada en Ginebra (Suiza).
Según Tedros, los niños están siendo "reclutados" a una edad temprana, con 10, 11 y 12 años para vapear. "Piensan que es guay (estupendo) porque viene en diferentes colores y diferentes sabores, pero luego se enganchan de por vida", apuntó, recordando que el siguiente paso es fumar tabaco tradicional.
Además, ha advertido que "muchos anuncios" de estos productos se encuentran "dentro o cerca de las escuelas". Por ello, ha insistido en regularlo y ha urgido a los países miembros de la Organización a "tomárselo en serio".
Por su parte, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) afirmó que los cigarrillos electrónicos “son la forma más común de sistemas electrónicos de administración de nicotina, y amenazan con echar por tierra décadas de lucha contra el tabaquismo”.
Mientras la Sociedad Venezolana de Neumología y Cirugía de Tórax (Sovetórax) respalda “de manera firme estas regulaciones que ha decidido hacer el Gobierno nacional”, según dijo a la agencia internacional de noticias EFE su presidenta, Lérida Padrón.
¿Qué son los cigarros electrónicos?
Son dispositivos para fumar que funcionan con baterías. A menudo se parecen a los cigarrillos, pero funcionan de forma diferente: el usuario inhala desde la boquilla del dispositivo. Esto causa que el vaporizador caliente el líquido dentro del cartucho, lo que luego se convierte en el vapor que se inhala. De allí que el uso de un cigarrillo electrónico se conoce como "vapear".
Vienen en muchas formas y tamaños. La mayoría de ellos tiene una batería, un elemento que produce calor y un espacio para contener un líquido que, por lo general, contiene nicotina –la droga adictiva que tienen los cigarrillos regulares–, saborizantes y otras sustancias químicas que ayudan a producir el aerosol.
Se conocen con muchos nombres diferentes. A veces se los llama “e-cigs”, “e-hookahs”, “mods”, “plumas de vapor”, “vapeadores”, “sistemas de tanque” y “sistemas de suministro de nicotina” (ENDS, por sus siglas en inglés).
Algunos han sido fabricados para que parezcan cigarrillos, cigarros o pipas regulares. Otros parecen bolígrafos, memorias USB u otros artículos de uso cotidiano. Los dispositivos más grandes, como los sistemas de tanque o mods, no se parecen a otros productos de tabaco.
Efectos en la salud
Los datos científicos revelan que estos productos son perjudiciales para la salud y no son seguros. Sin embargo, es demasiado pronto para proporcionar una respuesta clara sobre el efecto a largo plazo de usarlos o estar expuesto a ellos. Algunos estudios recientes indican que su uso puede aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca y trastornos pulmonares.
Hasta ahora, lo que se sabe es que la mayoría de los cigarrillos electrónicos contienen nicotina, cuyos efectos en la salud ya se conocen:
- Es altamente adictiva.
- Es tóxica para los fetos en desarrollo, por lo que constituye un peligro para la salud de las mujeres embarazadas y sus bebés en gestación.
- Puede afectar el desarrollo del cerebro de los niños, adolescentes y adultos jóvenes, que continúa hasta los 20 a 25 años, lo que tiene consecuencias a largo plazo para dicho desarrollo, pudiendo dar lugar a trastornos del aprendizaje y de ansiedad.
Además de nicotina, el aerosol de los cigarrillos electrónicos puede contener sustancias que le hacen daño al cuerpo:
- Partículas ultrafinas que pueden inhalarse y llegar al fondo de los pulmones.
- Saborizantes, como el diacetilo, que es una sustancia química vinculada a una enfermedad grave de los pulmones.
- Compuestos orgánicos volátiles.
- Sustancias químicas que causan cáncer.
- Metales pesados, como níquel, estaño y plomo.
Además de lo ya citado, pueden causar lesiones involuntarias.
- Las baterías defectuosas de los cigarrillos electrónicos han provocado incendios y explosiones, algunos de los cuales han causado lesiones graves. La mayoría de las explosiones sucedieron cuando se estaban cargando las baterías.
- La exposición accidental de los niños a los líquidos electrónicos plantea riesgos graves, ya que estos dispositivos pueden tener fugas, o los niños pueden ingerir el líquido electrónico venenoso.
- Hay, incluso, adultos que se han intoxicado por tragar o inhalar el líquido de los cigarrillos electrónicos, o por absorberlo a través de la piel o los ojos.
Opciones para su reglamentación
La forma en que cada país aborde este aspecto dependerá de factores particulares de su situación. La venta de estos dispositivos está actualmente prohibida en más de 30 países de todo el mundo. Los estudios realizados en diciembre de 2020 indican que otros 79 países los reglamentaron mediante la adopción de una o más medidas legislativas, mientras que 84 países aún no han establecido prohibiciones o normas para abordar esos productos.
La OMS recomienda que en los lugares donde no están prohibidos, se regule su uso, para lo cual sugiere:
- Prevenir el inicio del uso de estos cigarros por parte de no fumadores y niños, por ejemplo, mediante la prohibición o restricción de la publicidad, promoción y patrocinio, y la prohibición de los sabores que atraen a los niños;
- Minimizar, en la medida de lo posible, los posibles riesgos para la salud de los usuarios, por ejemplo, regulando las características del producto;
- Proteger a los no usuarios de la exposición a sus emisiones, por ejemplo, prohibiendo el uso en espacios interiores donde no está permitido fumar;
- Prohibir las declaraciones de propiedades saludables no probadas; y
- Proteger las políticas de salud pública contra los intereses comerciales y otros intereses creados de la industria tabacalera.
Aunque los cigarrillos electrónicos tienen el potencial de beneficiar a algunas personas y de causarles daños a otras, los científicos todavía tienen mucho que aprender sobre la eficacia de los cigarrillos electrónicos para ayudar a los adultos a dejar de fumar. El Grupo de Trabajo sobre Servicios Preventivos de los Estados Unidos, un grupo de expertos en salud que hace recomendaciones sobre la atención médica preventiva, concluyó que no hay suficiente evidencia para recomendar los cigarrillos electrónicos para la cesación del tabaquismo en las personas adultas, incluidas aquellas en estado de embarazo.
Además de los efectos que pudieran tener los cigarrillos electrónicos sobre la salud, las observaciones iniciales sugieren que pueden actuar como un producto de iniciación para adolescentes y preadolescentes que con el tiempo pasan a consumir otros productos de tabaco, incluidos los cigarrillos que, como se sabe, causan enfermedades y muerte prematura.
En conclusión, tanto los productos de tabaco como los cigarros electrónicos plantean riesgos para la salud. El enfoque más seguro es no consumir ni usar ninguno de ellos.
LUCILA CONTRERAS / CIUDAD CCS